Vicente Lafuente, elegido nuevo vicepresidente de la CEOE
Redacción E3
Tras una campaña de alto voltaje, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) ha elegido este martes a Ángela de Miguel como nueva presidenta de la patronal para los próximos cuatro años. De Miguel se ha impuesto en las urnas al hasta ahora presidente, Gerardo Cuerva.
Respaldada por el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, la candidatura de De Miguel —actual presidenta de CEOE Valladolid— se presentaba con la intención de renovar el rumbo de Cepyme, tras una etapa en la que algunas decisiones de Cuerva habían sido puestas en entredicho por el propio Garamendi.
La nueva presidenta ha logrado una victoria ajustada, imponiéndose por 30 votos a su rival en los comicios celebrados este martes. De Miguel ha obtenido 246 votos frente a los 216 recabados por Cuerva, en una asamblea que ha registrado una participación superior al 90%.
Un total de 505 vocales, representantes de las 147 organizaciones territoriales y sectoriales que conforman Cepyme, estaban convocados a la asamblea electoral, en la que también se elegía al nuevo Comité Ejecutivo. La votación se ha mantenido abierta durante varias horas desde el mediodía.
De Miguel se convierte en la primera mujer que ostenta dicho cargo desde la fundación de Cepyme en 1977 y, también, en la primera en representar al máximo nivel a las pymes en el diálogo social.
Durante la campaña, Ángela de Miguel abogó por una organización empresarial que sea útil a las pymes y más reivindicativa en el ámbito sociolaboral, en contraposición al liderazgo actual que considera alejado de la realidad de las empresas. «Nosotros creemos que las organizaciones empresariales tienen que ser útiles, que no estamos aquí para quejarnos, estamos aquí para buscar soluciones», señaló en una entrevista con EFE.
Entre sus prioridades para este mandato están hacer una organización «muchísimo más reivindicativa» y más conocida. «Si dentro de cuatro años hemos conseguido que toda España conozca qué es Cepyme, habremos conseguido dos cosas. Por un lado, ser capaces de influir en políticas públicas (…) y también que la pyme recobre la ilusión porque sentirá cerca una organización», aseguró.
La campaña para renovar la presidencia de Cepyme y su Comité Ejecutivo ha estado marcada por un clima de tensión. A comienzos de año salieron a la luz las divisiones internas en el seno de la patronal, después de que se conociera que Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, estaba explorando la posibilidad de impulsar a un candidato alternativo a Gerardo Cuerva para liderar Cepyme, debido a las discrepancias que habían surgido entre ambos.
En ese contexto, Garamendi propuso a Cuerva ocupar un cargo destacado con proyección internacional a cambio de que no se presentara a la reelección. Sin embargo, Cuerva rechazó la propuesta y expresó su deseo de continuar al frente de la organización.
A raíz de este desencuentro, se iniciaron movimientos internos en las estructuras de las patronales, comenzando por el sistema de votación. En febrero, la Junta Directiva de Cepyme aprobó una modificación en su reglamento para restringir la posibilidad de delegar el voto, una medida impulsada por Cuerva, a pesar de haber sido previamente desestimada por el Comité Ejecutivo.
El objetivo declarado de esta reforma era «promover la libre participación de las asociaciones» mediante un sistema de voto individual, lo cual, en principio, beneficiaría la candidatura de Cuerva frente al sistema actual que permite la delegación de votos.
No obstante, la forma en que se promovió esta reforma, que finalmente no llegó a implementarse, contribuyó a empeorar el clima interno entre las organizaciones empresariales.
Durante la campaña, Gerardo Cuerva, hasta ahora presidente de Cepyme, reclamó «dar libertad al mundo empresarial» a la hora de votar en las elecciones a la presidencia de la patronal de las pymes para que decidan «cuál es su mejor opción» sin verse sometidos a las «presiones» que, ha asegurado, proceden de la CEOE.
De hecho, Cuerva aseguró que «ejecutivos de la CEOE» y «el propio presidente de la CEOE» habían presionado a diversas organizaciones asegurando que «estás conmigo o en contra mía». «Hay que dejar a la gente que piense por sí misma», opinó.
Su programa estaba centrado en avanzar hacia una organización con «voz propia» para defender los intereses específicos de las pymes y comprometida con la libertad de empresa sin renunciar a la unidad de acción empresarial.
Laura SanfélixGraduada en Periodismo por la Universitat de València, con un máster en Periodismo Político Internacional y otro en Comunicación y Marketing Político. He desarrollado mi trayectoria profesional en medios como Europa Press, así como en el ámbito de las agencias de comunicación. En la actualidad, escribo sobre información económica y empresarial en la web y la revista de Economía 3.
Redacción E3
Redacción E3