Sábado, 26 de Octubre de 2024
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K. Escobar, BackFund: “La dirección es crucial para invertir en start-ups”

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Con un amplio historial en desarrollo empresarial y apasionado por las start-ups y después de pasar cuatro años en Tetuan Valley, Karel Escobar, CEO y cofundador de BackFund, ha invertido en seis start-ups, es mentor en varios programas de emprendimiento e imparte charlas sobre innovación y emprendimiento en las principales escuelas de negocios españolas.

Hablamos con nuestro entrevistado sobre su compañía y cómo ayudan a las empresas a invertir con aquellas start-ups que les proporcionan innovación o tecnología complementaria, cuáles son los sectores más codiciados y con qué dificultades se encuentran para llevar a cabo este tipo de inversión como pueden ser recursos limitados, falta de interés por parte de los mandos intermedios o experiencias negativas previas en el Corporate Venture Capital (CVC).

K. Escobar, BackFund: “La dirección es crucial para invertir en start-ups”

– ¿Qué es BackFund? ¿Cuál es su modelo de negocio y cuál sería la foto actual de la compañía?

BackFund es una organización que trabaja con empresas de tecnología en fases iniciales.

Lo hacemos a través de tres grandes líneas: inversión, servicios y formación. La inversión la llevamos a cabo a través de la gestión de nuestros propios vehículos de capital riesgo, con los que hemos invertido en 18 start-ups en los últimos años, gestionando dos vehículos (estamos en fase de levantar el tercero).

En segundo lugar, prestamos servicios corporativos de innovación abierta. ¿Cómo lo hacemos? Poniendo a disposición de las empresas nuestro conocimiento y contacto con start-ups y tecnologías emergentes.

Y la tercera línea es la formación que impartimos a través de nuestra academia, por donde ya han pasado más de 350 emprendedores e innovadores formados.

Quería comentarte también que la empresa actualmente gestiona el vehículo de inversión Cáceres Investor Hub, con el que pretendemos invertir en 18 startups tiques de 50.000 euros. Además, trabajamos con algunas empresas industriales y energéticas en sus iniciativas de contacto con start-ups, como es el caso de Connecting Energy de Naturgy.

– ¿Qué es el Corporate Venture Capital?

El Corporate Venture Capital (CVC) es el conjunto de iniciativas llevado a cabo por grandes empresas para tomar posiciones a través de inversión monetaria directa en pequeñas empresas emergentes con una tecnología que puede ser complementaria a su oferta de servicios. Este tipo de iniciativas surgen para beneficiarse de nuevos desarrollos que se están creando fuera de los departamentos de las empresas y que necesitan independencia para desarrollarse.

– ¿Qué perfil de empresas están invirtiendo en start-ups y empresas emergentes con el objetivo de acceder a nuevas tecnologías y mercados y fomentar la innovación interna?

Nuestro reciente informe sobre CVC demuestra que son las empresas de mayor tamaño (Ibex 35) las más activas en cuanto a inversión directa en nuevos proyectos y por el tamaño de las inversiones. Sin embargo, el estudio ha profundizado también en otra tipología de empresas, resultando que un 82% de las 50 analizadas ha invertido alguna vez en este tipo de start-ups.

Triunfan las energéticas

– ¿Y de qué sectores?

Los sectores son muy variados. Hemos conseguido entrevistar empresas del sector financiero, logístico, energético, industrial y agroalimentario. Vemos cómo las empresas energéticas en su mayoría han comenzado con actividades de Corporate Venture Capital en los últimos años, intensificando su proyección y formando departamentos específicos para este tipo de proyectos.

– ¿Cuánto tiempo dura la relación? ¿Continúa en el tiempo entre la gran empresa y la start-up?

La relación suele durar en torno a siete u ocho años desde la inversión en la start-up hasta una potencial salida de la corporación, ya sea por la compra de otro player del sector, salida a bolsa (como el ejemplo de Wallbox e Iberdrola) u otras estrategias de salida de inversores.

– ¿Qué tipo de relación se establece entre ellas? Es decir, ¿cómo invierte la gran empresa en la start-up y en qué fase?

Un alto porcentaje de las empresas invierten en start-ups debido al encaje estratégico que tienen con ellas.

Las start-ups proporcionan una tecnología complementaria a los productos y servicios que ofrecen las grandes corporaciones, siendo una oportunidad de desarrollo de negocio adicional y de entrada en otros mercados que puedan tener un gran crecimiento durante los próximos años debido a la evolución tecnológica. Hay algunas compañías que eligen invertir en start-ups únicamente por un motivo financiero, especialmente las del ámbito financiero y de los seguros. Por último, algunas también invierten en start-ups a través de sus fundaciones buscando un mayor impacto social dentro del ecosistema en el que se mueven.

Beneficios estratégicos

– ¿Qué motivos les lleva a invertir en una start-up?

La mayoría de las empresas que deciden invertir en start-ups lo hacen motivadas por los beneficios estratégicos que estas inversiones ofrecen.

El 64% de las compañías encuestadas destaca que, más allá de las ganancias financieras, el Corporate Venture Capital les permite acceder a innovaciones disruptivas y tecnologías emergentes, lo que les ayuda a mantenerse al día con las últimas tendencias del mercado y a evitar quedarse atrás frente a sus competidores. Además, el CVC ofrece a las empresas la posibilidad de explorar y desarrollar nuevos mercados, reduciendo riesgos al aprovechar la agilidad de las start-ups.

En los casos de sectores como el bancario y el de seguros, que ven en estas inversiones una oportunidad puramente financiera, el enfoque está en diversificar sus carteras, reducir riesgos y aumentar los ingresos a largo plazo, una estrategia que han perfeccionado a lo largo de los años. No obstante, estamos viendo surgir nuevas iniciativas en estos sectores que empiezan a tener un carácter algo más estratégico, más allá del objetivo financiero.

Iniciativas de inversión para generar impacto

Finalmente, algunas iniciativas de inversión están impulsadas para generar impacto. Este suele ser el caso de las corporaciones que invierten a través de sus fundaciones, cuyo objetivo es apoyar a los proyectos que generan un impacto positivo tanto en la sociedad como en el medioambiente, además de fomentar la innovación y promover la colaboración entre grandes empresas y start-ups.

Una de las conclusiones del informe que habéis publicado hace hincapié en la necesidad de profesionalizar la inversión en start-ups para poder aprovechar todo el potencial que ofrecen a las grandes empresas. “Y esa profesionalización pasa por disponer de un vehículo de inversión sólido de CVC que gestione esta actividad de forma estratégica y diversificada”. ¿Estáis trabajando en esta cuestión vosotros?

En el informe destacamos que aunque el 82% de los encuestados respondía positivamente a invertir en start-ups, únicamente el 62% lo hacía de una forma organizada y con una estructura propia. Esto demuestra que aún queda camino por recorrer y que las empresas comenzarán a establecer cada vez más vehículos e iniciativas de inversión más sólidas y con mejores recursos. Las empresas que lo hacen suelen tener canales activos de recepción de oportunidades de inversión, retroalimentando el resto de iniciativas de innovación de la empresa y mejorando la percepción de innovación de la empresa.

La forma de invertir en start-ups es diferente según las empresas. Por ejemplo, de forma directa o a través de fondos de inversión. Ambas opciones plantean sus propios desafíos y ventajas competitivas a la hora de trabajar con start-ups.

Cómo acercarse a las start-ups

Desde BackFund ayudamos a las corporaciones en su acercamiento a las start-ups. Les ayudamos a entender los procesos por los que pasa una start-up para que el ajuste startup-corporación sea lo más conveniente posible para las dos partes. En nuestra experiencia hemos ayudado a invertir a corporaciones industriales y empresas del Ibex 35 en start-ups.

También hemos gestionado programas de aceleración y de trabajo con start-ups por parte de programas corporativos. Estas iniciativas surgen cuando existe una predisposición cultural de la empresa hacia la innovación y las nuevas tecnologías.

En numerosas ocasiones también trabajamos difundiendo esta cultura innovadora entre los empleados de las empresas a través de nuestro programa Disrupt.

– ¿Cuáles son las cualidades que debería reunir ese vehículo de inversión?

Para que un vehículo de inversión sea efectivo debe ofrecer flexibilidad y autonomía, minimizando los conflictos con la estructura interna de la empresa matriz.

La independencia operativa es esencial, al igual que contar con un equipo especializado en capital riesgo que sepa identificar oportunidades y gestionar riesgos.

Además, debe contar con una tesis de inversión clara, de forma que pueda ser fácilmente reconocible por el mercado y por otros inversores para compartir oportunidades de inversión y poder trabajar de forma conjunta.

Uno de los principales errores detectados es no tener una tesis de inversión clara, que debe incluir: tipología de start-ups, estado de madurez del proyecto, localización geográfica y cantidad de dinero a invertir por proyecto. De esta forma, consigues un vehículo que sea reconocible por las start-ups y comienzan a llegar oportunidades.

Falta de apoyo por parte de los mandos intermedios

– ¿Con qué dificultades se encuentran las empresas para no invertir en start-ups?

Uno de los principales obstáculos para que las empresas inviertan en start-ups es la falta de apoyo por parte de la dirección, especialmente de los mandos intermedios.

Si bien contar con el respaldo de la alta dirección es crucial para impulsar estas decisiones, es en el middle management donde a menudo surge una mayor resistencia. Aunque la alta dirección esté a favor de las inversiones en Corporate Venture Capital, la falta de compromiso en los mandos intermedios puede frenar su implementación. Para que estas iniciativas tengan éxito es fundamental que los objetivos de la alta dirección se alineen con las acciones del middle management, asegurando que las inversiones reciban el apoyo y la relevancia necesarios para avanzar.

Otro desafío es la percepción de falta de necesidad o momento inoportuno. Muchas empresas consideran que no es el momento adecuado para invertir en start-ups o que simplemente no lo necesitan en su situación actual. Esta percepción puede estar influenciada por factores estratégicos, económicos o de mercado que llevan a las compañías a priorizar otras iniciativas.

Además, las experiencias negativas previas juegan un papel importante. Algunas empresas que han incursionado en el CVC en el pasado no obtuvieron los resultados esperados, lo que las llevó a abandonar sus esfuerzos en este ámbito, desalentando futuras inversiones en start-ups.

Recursos limitados

También está la cuestión de los recursos limitados. El CVC puede ser intensivo en capital y no todas las empresas tienen el presupuesto necesario para sostener este tipo de inversiones. En muchos casos, optan por modelos de innovación abierta que requieren menos capital, o por desarrollar tecnologías de manera interna, evitando así los riesgos financieros que conlleva el CVC. Finalmente, algunas empresas prefieren explorar otras formas de innovación abierta antes de aventurarse en inversiones directas en startups. Este enfoque les permite probar métodos más alineados con sus estrategias corporativas actuales, integrando nuevas ideas y tecnologías de forma gradual sin comprometer grandes sumas de capital.

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