La empresa farmacéutica catalana no para de darnos sorpresas. Los accionistas de la familia Grifols y el fondo Brookfield estudian presentar una oferta pública de adquisición (opa) conjunta para hacerse con la totalidad del capital del fabricante de hemoderivados y proceder a la exclusión de la compañía de su cotización bursátil.
En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía explicó que el consejo de administración se reunió el domingo, 7 de julio, de forma extraordinaria y recibió una petición a través de los accionistas familiares y el fondo Brookfield para tener acceso a la información necesaria para arrancar un proceso de ‘due diligence’ en la dirección de una posible opa.
Ante esta situación, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendió antes de la apertura del mercado la cotización de Grifols, y después de que el consejo de la sociedad comunicara que Brookfield y los accionistas familiares de la compañía habían solicitado la información necesaria para estudiar una opa.
Sin embargo, a media mañana del día 8 de julio, el fondo Brookfield confirmaba negociaciones con los accionistas de referencia representados en las sociedades (Scranton Enterprises, Deria, Ponder Trade y Ralledor Holding Spain), y aseguraba que habían suscrito un acuerdo de exclusividad para continuar evaluando la potencial operación.
A pesar de todo, Brookfield confirmaba que aún no existe acuerdo o decisión tomada al respecto sobre la operación.
Pasadas las 12.00 h de ese mismo día y tras la comunicación del fondo a la CNMV, la Comisión decidió levantar la suspensión que pesaba sobre el valor y la reacción no se hizo esperar, las acciones de Grifols han comenzado a cotizar y a las 15.000 la acción subió un 11% lo que supone un valor en bolsa de 4.230 M€.
La familia Grifols y sus directivos controlan el 30% del capital de la compañía y para que el precio de la opa sea atractiva deberá superar estos niveles. Por otra parte, la compañía tiene una deuda al cierre del primer trimestre de 2024 cercana a los 9.811 millones de euros, según los criterios del acuerdo de crédito de Grifols con sus acreedores.
Nuestro analista de referencia, Juan José Figares, director de Gestión IICs en Link Securities, considera que «como toda opa que intente salir adelante, el factor principal será el precio ofertado». Incide también en que «muchos inversores se encuentran «pillados» en Grifols a precios mucho más elevados, tras la fuerte caída que sufrió su cotización tras la publicación del informe de Gotham, en el que se ponía en duda la fiabilidad de las cuentas de la compañía».
En búsqueda de financiación
Figares entiende también que «la familia Grifols esté interesada en sacar la compañía de bolsa, ya que esta ha sufrido un fuerte coste reputacional». No obstante, -recalca- «la operación sigue siendo financieramente muy demandante, ya que actualmente Grifols capitaliza cerca de 4.000 millones de euros, siendo el free-float o capital que no está en manos de los accionistas de referencia de casi el 70%, lo que supone que tanto el fondo Brookfield como la familia deberán buscar financiación por un importe sensiblemente superior a los 2.700 millones de euros (el importe dependerá del precio ofertado), y eso es mucho dinero. Por tanto, para que la operación sea viable, deberá asegurar esta financiación«.
Recalca Figares que «habrá que esperar a conocer las condiciones de la opa y que la financiación para la adquisición esté asegurada». Destaca también que «entre los inversores hay dudas, lo que se demuestra en el hecho de que la acción ha comenzado a cotizar con un alza del 20% y, poco a poco, se ha ido desinflando».
Por su parte, Joaquín Robles, de XTB explica que Grifols «es una compañía que sigue muy penalizada por su situación financiera, tiene un elevado endeudamiento y dificultades para obtener flujos de caja positivos. Además, durante las últimas semanas ha quedado de manifiesto la pérdida de credibilidad por parte de los inversores, ya que las emisiones de deuda para cubrir los vencimientos del próximo año han sido a unos tipos de interés muy por encima del mercado», subraya.
Robles señala también que «el precio de la oferta debe ser superior al de mercado, el consenso de analistas le otorga un potencial de revalorización del 76,8% y vemos muy complicado que la prima de exclusión pueda acercarse a estos niveles. Entendemos que los mayores accionistas quieran tratar de excluirla de cotización para no estar expuesta a la volatilidad que sufre desde el informe publicado por Gotham City Research, pero consideramos que será difícil que pueda cumplir con las expectativas del resto de accionistas», concluye.
Si prospera la opa…
Si prospera la opa, la familia Grifols podría acabar con la montaña rusa bursátil en la que está instalada desde que a principios de enero el fondo bajista Gotham City publicara un informe con acusaciones de manipulación contable.
El ataque de Gotham llevó también a la CNMV a abrir una investigación y a realizar una serie de reproches y recomendaciones a la multinacional a la hora de informar de sus resultados, aunque no halló errores significativos en sus cuentas.
Pese a haberse recuperado en parte del desplome inicial del valor de la acción y de cerrar la venta por 1.680 millones del 20 % de Shanghai Raas, la firma con sede en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) no se ha visto libre todavía de las tensiones financieras.
Desde el pasado mes de mayo, las riendas de la multinacional las lleva un nuevo consejero delegado, Nacho Abia, que ha situado como prioridad el equilibrio financiero.
La llegada de Abia a la cúspide de la multinacional ha coincidido con la retirada de las posiciones ejecutivas en la compañía de los miembros de la familia fundadora.
¿Cuál es el peso del fondo de inversión Brookfield?
La multinacional canadiense Brookfiled con quien la familia Grifols prepara la posible opa es uno de los mayores fondos del mundo, con 200.000 millones de dólares de bienes bajo su administración, centrados en propiedades, energías renovables, infraestructura y capital privado.
La compañía fue fundada en 1899, con lo que cuenta con más de un siglo de experiencia en la inversión y gestión de activos. Su sede está en Toronto, Canadá, pero opera a nivel global con oficinas en ciudades clave alrededor del mundo. De hecho, está presente en más de 30 países, proporcionando una diversificación geográfica significativa.