La Inteligencia Artificial más allá de ChatGPT
En las últimas semanas, hemos leído en la prensa expresiones como «riesgo de extinción» – entendido como que la IA nos va a dejar a todos sin trabajo-, «muertos de miedo» o «la gran encrucijada» para hacer referencia a una parte de la Inteligencia Artificial dónde se incluye la ya popular herramienta ChatGPT por OpenAI.
Pero, ¿es sólo esto la IA? ¿Qué otras tecnologías de Inteligencia Artificial están revolucionando la economía y actualmente tienen mucho menos protagonismo? La digitalización y lo que hoy conocemos como la ‘era de la transformación digital’ ha supuesto un cambio radical en la manera de entender cómo la tecnología puede tener cabida en las rutinas diarias en las empresas con el objetivo de ser más eficientes y competitivos en un mercado global tremendamente cambiante y con un cliente que prima ante todo la inmediatez y la personalización de un producto o servicio.
La IA es ya una realidad en las grandes compañías. Lo hemos visto en Amazon y Apple a partir de su IA conversacional aplicada a través de los dispositivos Alexa o Siri, o como herramienta de lucha contra el extremismo, el acoso, las fake news y otras violaciones que ha llevado a cabo Twitter.
En 2017 por ejemplo, la plataforma suspendió más de 300.000 cuentas vinculadas al terrorismo a través de tecnologías de Inteligencia Artificial. Más allá de las redes sociales, encontramos también empresas que utilizan esta tecnología para la personalización de sus productos. Este es el caso de Nike, cuando se trata de recomendar el zapato para cada usuario a partir de datos de medición, morfología y anatomía.
Cada empresa utiliza diferentes modalidades de tecnología IA para con sus servicio, pero sin duda, si hay una que está generando mayor expectación en el sector negocios esto es sin duda la IA aplicada al procesamiento de datos automatizado, especialmente para aquellas empresas que diariamente deben tratar con miles y miles de documentos, datos e información para dar un servicio o producto personalizado.
El sector financiero, las compañías aseguradoras, los despachos de abogados, e incluso la Administración Pública, son claros ejemplos de aquellos sectores que deben priorizar el uso de este tipo de tecnologías para garantizar no sólo un trabajo más ágil y efectivo, sino también más seguro. Con Serimag, por ejemplo, hemos visto cómo se puede conseguir minimizar el riesgo de error -a menos de un 1%, significativamente por debajo del 3% de error que tiene un enfoque manual tradicional- y esto es clave cuando se trata de trabajar con documentos personales y dónde se busca garantizar una solución óptima para todos.
La IA como herramienta estratégica para el crecimiento de un modelo de negocio
El mayor reto de las empresas, actualmente, podemos decir que es la escalabilidad de los proyectos, esto es, el pasar de pruebas de concepto a una completa reingeniería del proceso. Esto ahora mismo no lo pueden ofrecer las herramientas actuales, sin embargo la IA permite favorecer soluciones personalizadas e integradas con los sistemas de cualquier gran empresa. Las grandes compañías son conscientes, y por ello trabajan con esta tecnología para ser más competitivos, eficientes y presentar un producto.
Si ponemos como ejemplo a la banca. Se conoce que el 100% de las organizaciones financieras considera la IA como parte fundamental del cambio en la era de la transformación digital. ¿Esto es real?
Si atendemos a lo que sucede en España, el último informe anual del Digital Banking Maturity, llevado a cabo por Deloitte, confirma que el sector bancario español destaca su madurez digital liderando el ranking mundial con una puntuación de 4,69 puntos sobre 5. Y es que en España podemos decir que el 70% de las entidades financieras ya utilizan la IA para la gran gestión documental derivada de un aumento de los procesos digitales.
La gestión de los ICO, la venta de carteras NPL o los préstamos sostenibles son sólo algunos ejemplos de aquellos productos que han requerido del uso de IA. En Serimag, por ejemplo, trabajamos con hasta más de un millón de páginas al día de manera automática, el doble en volumen si lo comparamos con hace apenas 3 años.
Algo muy parecido empieza a suceder ya con los despachos de abogados, las compañías aseguradoras en cuanto a la tramitación de siniestros y la gestión de las ayudas públicas por parte de la Administración. Un cambio sustancial no sólo en las rutinas de sus empleados que encuentran en estas tecnologías su mejor aliado, sino en los propios clientes y usuarios para quienes aumenta la visión positiva de sus compañías de confianza y las instituciones públicas de su ciudad. La Inteligencia Artificial es por lo tanto mucho más que una herramienta, es un cambio en la reputación y una oportunidad de ahorro para las empresas.
Actualmente, en el tratamiento de decenas de miles de expedientes al día se logran tasas de automatización por encima del 80% con niveles de acierto comprometido del 99%. Esto reduce drásticamente los costes a la vez que permite una gestión del expediente en cuestión de minutos en lugar de horas o de más de un día con un enfoque manual.
Ante este avance tecnológico, la pregunta que deben hacerse las empresas es: ¿De qué manera la IA puede contribuir al crecimiento de mi equipo y de mi negocio, y cómo puedo formar parte de ese grupo de empresas que aspiran a liderar el cambio del paradigma laboral y digital en nuestro país?