El ayuntamiento de València reclama poder gestionar y reinvertir el superávit

El concejal de Hacienda, Ramón Vilar, ha instado al Gobierno central a que legisle “con carácter urgente y específicamente, para que los ayuntamientos puedan reinvertir sus remanentes líquidos, fruto de los superávits, con carácter inmediato”.

Vilar participará mañana martes, por delegación del alcalde Joan Ribó en su calidad de miembro de la Comisión de Haciendas y Financiación Local de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). La cumbre contará con la participación de la Junta de Gobierno y Consejo Territorial de la Federación, junto a los presidentes de las Federaciones Territoriales y alcaldes y alcaldesas de diversos municipios.

El concejal ha calificado de “intolerable que los ayuntamientos sean rehenes de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado”, y ha asegurado que “el Gobierno no debe legislar únicamente para que podamos reinvertir, sino que además debe de flexibilizar y ampliar los criterios del destino al que se pueden aplicar los superávits”.

Hay que tener en cuentas que en el pasado ejercicio, 2017, las entidades locales han registrado un superávit general en sus cuentas y, además, la deuda municipal se redujo en su conjunto en un 10%. Por ello, el delegado de Hacienda del Ayuntamiento de València ha subrayado que “la revisión y reforma del modelo de financiación local es inaplazable”.

En la misma línea, Vilar ha señalado que “es absolutamente necesario que, con carácter urgente e inmediato, además de la liberalización del superávit se legisle en cuestiones tan básicas para la financiación municipal como la flexibilización y reformulación de la actual tasa de reposición y la suspensión de la obligatoriedad del cumplimiento de la regla de gasto con la obligatoriedad de establecer programas económicos- financieros de corrección si se incumple”.

“También es imprescindible –ha continuado- que el Gobierno legisle sobre el Impuesto de Plusvalías, como lo exige la sentencia del Tribunal Constitucional, así como otras cuestiones inaplazables, como la reforma de la Ley de Mecenazgo, que permita a los ayuntamientos cumplir uno de los fundamentos de la Unión Europea, la libre competencia, no discriminando entre actividades económicas según si el titular este adscrito o no a alguna confesión religiosa determinada”.

Para concluir, otra cuestión que para el concejal es básica por su “influencia perversa sobre los presupuestos municipales” es la reforma de la Ley del Suelo, de manera que se impida el funcionamiento de un mercado del suelo paralelo y opaco en torno a las expropiaciones, según ha explicado.