El precio de la vivienda y las políticas de Trump preocupan a los economistas españoles
La economía española continuará creciendo en 2025, aunque a un ritmo más moderado que en 2024, según el Consejo General de Economistas de España (CGE). A pesar de las perspectivas optimistas, los economistas españoles advierten de las consecuencias económicas del elevado precio de la vivienda en España y el impacto del cambio en la política exterior de Estados Unidos tras la llegada de Donald Trump.
El CGE ha presentado este martes el Observatorio Financiero y Claves Económicas correspondiente al tercer cuatrimestre de 2024. En el informe se destaca que el PIB español creció un 3,2% en 2024, pero se prevé una desaceleración hasta el 2,4% en 2025.

Durante la rueda de prensa, el presidente del CGE, Valentín Pich, ha calificado el crecimiento del 3,2% en 2024 como «alentador», aunque ha advertido sobre las señales de desaceleración para 2025. Ha expresado su preocupación por la falta de impulso en la inversión privada, ya que esto «puede afectar la productividad y el empleo», y ha destacado que, aunque el mercado laboral muestra un récord de afiliación a la Seguridad Social, el absentismo y la reducción de jornada suponen un reto para la competitividad.
Los economistas españoles valoran el comportamiento del empleo
Otros de los principales indicadores económicos son el consumo privado que muestra signos de mejora, aunque aún se mantiene lento, mientras que el consumo público sigue creciendo a un ritmo importante. Respecto al mercado laboral, continúa mostrando una evolución positiva, con una disminución de la tasa de paso hasta 10,6% y la cifra de afiliaciones a la Seguridad Social está en niveles históricamente altos, con más de 21,1 millones de afiliaciones.
En este sentido, el presidente de los economistas ha valorado el incremento de la población en España que, según el INE, creció en 458.289 personas en 2024. «Esta mayor disponibilidad de mano de obra puede aliviar o intensificar tensiones en sectores como hostelería y agricultura, donde la demanda es estacional y variable, requiriendo políticas adecuadas de formación e integración», ha explicado.
Por su parte, el precio de la vivienda sigue creciendo, fundamentalmente la nueva, lo que refleja la escasez de oferta, uno de los problemas que más preocupa al CGE.
El endeudamiento de la economía española en relación con el PIB continúa disminuyendo gracias a la reducción de la deuda de empresas y hogares. Sin embargo, la deuda de las Administraciones Públicas ha aumentado un 2,93% en 2024, aunque en el último trimestre se ha moderado, hasta suponer el 101,8% del PIB. Pich ha celebrado «la reducción del endeudamiento privado», pero ha advertido que, «la deuda pública, pese a haberse moderado en el último trimestre, sigue elevada, limitando el margen de maniobra fiscal ante futuras crisis».
Los mercados bursátiles, a la espera los aranceles
Por su parte, el coordinador del Observatorio, Salustiano Velo, ha destacado la disminución de la tasa de inflación, el crecimiento sólido del PIB y la generación de empleo en España. No obstante, ha considerado que hay «aspectos negativos que pueden impedir seguir esta trayectoria positiva a nivel interno», como el precio de la vivienda, el fuerte impacto de las pymes en la economía española y el giro estratégico dado por la administración de EEUU en su política exterior.
En cuanto a los mercados bursátiles, Montserrat Casanovas, también coordinadora del Observatorio, ha señalado que «los tres grandes catalizadores de los mercados bursátiles en 2024 han sido: la actuación de los bancos centrales, tanto en Europa como en Estados Unidos, con sus recortes en los tipos de interés; el espectacular comportamiento de los resultados y en consecuencia de sus cotizaciones de las empresas ligadas a la IA.; y por último la llegada de Donald Trump».
De cara a 2025, se prevé que estos factores sigan pesando en los mercados y, en especial, los posibles impactos arancelarios y la incertidumbre comercial. Así, Casanovas ha asegurado que se esperan «buenos resultados bursátiles tanto en Europa como en Estados Unidos, aunque no tan espectaculares como en 2024».
El «preocupante» problema de la vivienda
En la misma línea, el director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín, ha resaltado que, pese al crecimiento económico, se ven «signos de agotamiento en algunos sectores clave» de la economía española. «La ralentización de la inversión y la evolución del consumo privado muestran que la demanda interna necesitaría recuperar toda su fortaleza», ha señalado.
Para Salvador Marín, algunos índices, como la confianza del consumidor y el índice de sentimiento económico, obligan a realizar «un análisis prudente» de los próximos meses. «Demasiada volatilidad observada en estos y otros índices adelantados analizados nos vendría a confirmar que la cautela es la posición actual de los principales actores de nuestra economía, pese a estar en un contexto de cifras del PIB en crecimiento», ha agregado.
Finalmente, el presidente de la Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza, ha incidido en «el preocupante problema de la vivienda», ya que existe un déficit de 500.000 viviendas, «imposible de solventar incluso en un periodo largo (7-10 años)».
El rimo de construcción de viviendas nuevas se está reduciendo a la vez que se va incrementando la población en condiciones de comprar y la inmigración. En este sentido, según ha apuntado Pedraza, «en este último epígrafe 3,8 millones de personas constituyen la población activa; de ellas un porcentaje elevado demanda alquiler y, un porcentaje más reducido, compra de vivienda, en estos casos personas asentadas con cierta antigüedad y contratos indefinidos».
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