Mujeres al Timón
Hace un par de años hicimos una entrevista a un joven emprendedor con el que hablamos de marketing digital, redes sociales y sobre cómo en esta nueva era en la que los influencers ejercen su influencia, valga la redundancia, sobre la población más joven, hay una figura histórica que ha sido el mayor influencer y que en la actualidad tiene 2.300 millones de seguidores.
Por definición, un influencer es alguien que es influyente y da igual el número de personas que le sigan. Pues bien, este joven entrevistado por Economía 3, Jorge Branger, nos hizo una reflexión que me gustaría rescatar en estos días navideños.
Y es que Jesús de Nazaret ha sido el mayor influencer de la historia, a la que personalmente me gustaría añadir que además ha sido el mejor influencer de la historia, por los valores que nos ha transmitido y que 2024 años después sería deseable que nos comprometiéramos a transmitir, tanto en lo personal como en lo profesional.
Y haciendo gala del título de nuestro canal de podcast, me gustaría felicitaros la Navidad con las 5 Claves del Éxito que podemos extraer de los valores que nos transmitió Jesús.
No nos olvidemos que lo que verdaderamente estamos celebrando, ante tanta comida, compra de regalos y demás actos sociales de estos días, es el nacimiento de Jesús.
Las 5 Claves del Éxito que nos transmite el mayor influencer de la historia son las siguientes:
- Virtud, que consiste en tener unos patrones de pensamiento y de comportamiento basados en normas morales elevadas.
- Humildad. Ser humilde no es una señal de debilidad, sino de fortaleza espiritual.
- Verdad, porque la verdad nos hace libres. Vuélvelo a leer, la verdad nos hace libres.
- Caridad y Amor. Trata de entender a la gente y sus puntos de vista. Sé paciente con ellos y trata de ayudarles cuando tengan problemas o estén desanimados.
- Fe. «Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve». (Hebreos 11:1)
Estas cinco claves son fáciles de leer, pero no siempre se ven en la vorágine del día a día de este siglo.
Aunque sea por un día pensemos en ellas y sigamos poniendo nuestro granito de arena sobre los principios que son igualmente válidos más de dos mil años después.
¡Feliz Navidad!
