Clones digitales en aulas virtuales 3D: conoce la EdTech que lo hace posible
Aulas diáfanas y espaciosas, imponentes salas de exposiciones, claustros elegantes y solemnes paraninfos. Son algunos de los tipos de espacios virtuales que se pueden crear y habitar en Clon Digital, la plataforma que nace con una convicción: democratizar el acceso a la información y el conocimiento a través de la realidad virtual y aumentada.
Con ella se pueden recrear y experimentar en 3D cosas tan dispares como una sala repleta de dinosaurios, un museo de anatomía o una colección de inventos que marcaron el paso de la historia.
La realidad virtual y la realidad aumentada tienen muchas aplicaciones, pero no es fácil encontrar ni la idea ni el desarrollo idóneo que convierta dichas aplicaciones en herramientas útiles. En Clon Digital llevan varios años puliendo este proyecto, el cual ha dado lugar a una plataforma con una finalidad muy práctica: la creación de entornos virtuales compartidos en los que poder colaborar, visualizar e interactuar con modelos 3D. Un metaverso primigenio donde poder fomentar el aprendizaje y la interacción.
Doble vertiente: plataforma educativa y comercial
La empresa ha empezado a implantar esta plataforma en centros educativos y empresas que necesitan una nueva forma de dar a conocer sus productos: «El año pasado nos dimos cuenta de que tenía mucho sentido en el ámbito educativo y empezamos a adaptar la plataforma a educación. Actualmente tiene dos interfaces, una de negocio y otra de educación. Esta semana Leroy Merlín España ha lanzado en todos sus centros unos 120 nuevos productos en realidad aumentada de su colección de mobiliario de jardín, y lo ha hecho con Clon Digital«.
Además, IT3d Group ha entrado recientemente en el accionariado de la empresa para convertirse en el principal socio estratégico de Clon Digital. Esto ha supuesto una importante inyección económica y comercial para el proyecto que le ha permitido pasar de ser una startup exclusivamente centrada en realidad aumentada a crear una plataforma que combina la realidad aumentada y la realidad virtual para generar un entorno multidimensional en el que la línea entre lo físico y lo digital se estrecha.
«Lo que hicimos el año pasado fue empezar a preparar la plataforma para que se pudieran generar salas virtuales en las que puedan conectarse grupos de personas y compartir los modelos 3D que tienes en realidad aumentada», explica Javier Cabañero, CEO de Clon Digital. En Economía 3 hemos conversado con él en una entrevista en la que nos da todos los detalles sobre esta nueva tecnología y sus posibles aplicaciones.
-¿Qué es Clon Digital y cómo funciona?
Clon Digital es una plataforma que permite crear copias digitales de objetos o productos físicos y visualizarlos en realidad virtual y aumentada. También permite subir diseños y modelos 3D de productos antes de ser fabricados. Además, permite la creación de espacios virtuales a los que te puedes conectar junto a más personas e introducir los clones digitales con diversos fines.
-¿Cómo estáis utilizando esta tecnología? ¿En qué sectores?
Para las empresas esto es muy útil porque pueden mostrar cómo es su producto al usuario de forma online y con un gran nivel de detalle. Además, la plataforma tiene distintas funcionalidades para trackear desde qué país o ciudad han visto los modelos o cuántas personas lo han visto, tanto en la versión 3D, como en realidad aumentada o virtual.
Las personas que visitan los productos pueden ir a la web para poder adquirirlos. Además, este entorno también sirve para poder evaluar prototipos de manera conjunta y poder organizar showrooms virtuales, ya que permite tener una sala con modelos de forma pública y que la gente vea lo que quieras exponer.
En educación, aun siendo por detrás la misma plataforma, la interfaz es diferente. Primero generas una clase y eliges la envolvente y el volumen. Tienes librerías de entornos virtuales, una más diáfana, una más grande, otra más pequeña… Te digo aula, pero son espacios. Aula es una palabra muy ligada al mundo físico.
Estos espacios pueden tener el volumen que quieras. Cuando generas una clase, eliges un entorno y lo compartes con un grupo de alumnos. Ahora mismo podemos meter 35 personas, entre alumnos y profesores. El que crea el aula es el administrador y los chavales observan lo que el profesor quiera compartir. También puede compartir los derechos de administrador.
Puedes compartir cualquier modelo 3D que tengas en la plataforma: columnas griegas, dinosaurios, modelos anatómicos humanos y animales, detalles constructivos si eres profesor de arquitectura, inventos que han cambiado el rumbo de la historia de la humanidad… Además, ya no solo lo puedes ver de manera singular, sino que es una experiencia compartida y estás hablando con los alumnos al mismo tiempo que enseñas los objetos. El profesor también puede silenciar o permitir que hablen los alumnos. Los alumnos, por su parte, también pueden crear sus propios modelos tridimensionales.
-¿En qué proyectos estáis participando?
Nuestro primer partner es una empresa llamada Foredu, una empresa valenciana de consultoría tecnológica. También tenemos colegios que están testeando la plataforma y universidades que ya son clientes. Ahora somos una plataforma no solo de realidad aumentada, sino también virtual. Además de compartir y analizar los modelos, puedes poner una pizarra, escribir en ella…
En la universidad CEU Cardenal Herrera, concretamente en la Facultad de Veterinaria, hace dos o tres semanas generamos una sala virtual para un proyecto llamado Transpavet, la cual sigue abierta. En la sala metieron proyectos de sus alumnos, unos tótems con unos paneles con información de los proyectos de los alumnos. Pusieron un horario para que la gente entrara y pudiera pasearse y ver los proyectos.
Realidad virtual vs. realidad aumentada
-Vosotros empezasteis con la realidad aumentada y ahora vuestro proyecto utiliza tanto la realidad virtual como la aumentada. Coméntame las principales diferencias entre una y la otra.
La realidad aumentada es la tecnología que permite superponer información, en tiempo real, a lo que vemos a través de nuestros ojos. Es una capa virtual. Te veo a ti, pero además veo una mesa. No pierdes el contexto, no dejas de ver tu realidad. La realidad virtual, en cambio, es una inmersión. Generalmente te tienes que colocar unas gafas o un casco de realidad virtual. Dejas de ver tu entorno.
-¿Es accesible vuestra tecnología?
Nuestra plataforma es multiplataforma y multijugador. Multiplataforma porque a través de un link pueden entrar por PC, Mac, iPhone, Android… Y si tienes gafas de realidad virtual, también puedes entrar por Chromebook, como si fuera un videojuego. Tener controles a través del cursor y el ratón y moverte como en un videojuego.
Cualquier persona puede entrar con el dispositivo que tenga. Esto es muy importante para nosotros porque si estuviésemos condenando al usuario a que solo pudiera vivir la experiencia a través de unas gafas Oculus, que valen 400 euros y pico, tendríamos un cuello de botella y no sería una tecnología que pudiera llegar a todos. Es muy importante esa versatilidad para poder trascender en cualquier colegio.
Multijugador significa que pueden entrar varias personas en esa sala y además podemos hablar todos con todos. Em el aula todos pueden participar, con control, claro, por parte del administrador. El sonido es 360 y envolvente. La experiencia es inmersiva. Y algo muy importante: no hay que instalar nada, se ejecuta a través del navegador web. O sea que la instalación en centros e industrias es muy sencilla, porque solo hay que registrarse y poco más. En centros muy grandes, si nos piden instalar un servidor, se hace, pero por lo general no hace falta.
-¿Qué diferencia a vuestra plataforma de un metaverso? ¿Es algo distinto o se podría considerar también un tipo de metaverso? ¿Se podrá integrar con otros metaversos?
Es un metaverso, ya que es un espacio virtual alojado en un servidor. Digamos que nosotros estábamos trabajando en metaversos sin llamarlo así. Para mí «metaverso» es casi una marca. Y en cuanto a lo de poder relacionarnos con otros metaversos: totalmente. Los técnicos que crean este tipo de espacios son los que pueden generar las características necesarias que permiten la conexión con otros entornos. Y estoy seguro que Facebook permitirá interactuar desde otros entornos.
Convergencia de tecnologías en una única plataforma
-Allá por 2019 estabais inmersos en varios proyectos simultáneamente. Por un lado estabais desarrollando un sistema de realidad aumentada geolocalizada aplicado a la red de Aguas de Valencia. También se estaba cocinando Clon Digital e incluso estabais trabajando en la creación de entornos de entrenamiento con realidad virtual y aumentada. ¿En qué momento os encontráis ahora? ¿Cómo han evolucionado estos proyectos durante estos cuatro años?
Todo converge. Todo el conocimiento acumulado en nuestra etapa startup y en los proyectos de i+D convergen en la plataforma Clon Digital. Ya no es un proyecto, nos dedicamos por completo todo el equipo a esta plataforma. Es donde tenemos puesto todo nuestro foco y todo nuestro esfuerzo.
Aquello que hablábamos hace cuatro años ya es una realidad: tenemos clientes, seguimos desarrollando y estamos entrando en distintos proyectos que se vinculan con la plataforma de una u otra manera. Además, esto es un SaaS, por lo que cada desarrollo repercute a todos nuestros clientes. Trabajamos para todos los clientes al mismo tiempo.
-Me comentabas que la plataforma permite consultar diversas métricas y datos sobre la interacción de los usuarios con los clones. ¿Puedes ampliarme un poco este punto? ¿Qué tipo de cosas se pueden medir?
Yo creo que el mejor representante de una empresa son sus productos. Si tienen un producto excepcional, la gente lo va a compartir. Lo van a enseñar y te van a hacer acciones comerciales sin pedírselo. La plataforma nace para darle visibilidad a aquellas personas que no tienen la oportunidad de tener ese alcance inicialmente. Y lo hace gracias a la posibilidad de tener un link que puedes abrir desde cualquier parte del mundo.
La plataforma te va a decir cuántas personas lo han abierto, cuántas lo han visualizado en 3D, cuántas han entrado en la experiencia de realidad aumentada, a través de qué ciudad del mundo, qué país, a qué hora, cuántas veces, desde qué sistema operativo. Si haces una campaña o compartes algún producto en redes sociales, te dice desde qué canal llegan a tu producto. Te da información sobre si la campaña funciona o no, te permite saber si la gente lo comparte, si se pasan el link unos a otros, lo cual es una fuente de tráfico directo. En definitiva, información del interés que está teniendo el clon digital.
Además, asociamos unos metadatos al producto. Nosotros somos partner tecnológico de las empresas. Permitimos que los productos lleguen mucho más lejos, pero el producto es de la empresa. No queremos que nos vean como competencia. Ni somos fabricantes ni somos diseñadores ¿Y cómo garantizamos que el producto pertenece a la empresa? Hay una serie de metadatos que el gestor rellena, como el nombre del producto, una URL si el propietario quiere que aterricen en su web para adquirirlo y otros parámetros que pueden ir rellenando.
Tú fabricas algo, lo pasas a un clon, lanzas campañas, el clon despierta interés y es la gente la que lo empieza a compartir. Y durante el proceso, la plataforma va recabando la información de por dónde va pasando el producto.
-Vuestra plataforma trabaja con modelos digitales que, en un momento dado, pueden venderse o cambiar de propietario. ¿Estáis trabajando con blockchain para poder garantizar una transparencia y seguridad de las transacciones?
El que genera el modelo, el diseño del modelo, es el administrador de la cuenta. Ellos tienen el control de poder ocultar el modelo o no, poner contraseña o no. El blockchain lo contemplamos para implementarlo el año que viene. Una de las mejoras programadas es esa. Queremos implementar una especie de galería de productos que puedan ser adquiridos, y queremos hacerlo a través de pasarela de pago y blockchain.
-¿Cuál es la tecnología que hace posible la creación de estos clones? ¿Cuál es el proceso para crearlos?
Un clon es un modelo tridimensional. Un archivo 3D. La versión virtual de un producto físico. El producto físico está anclado a una coordenada: hay uno, tiene un peso, un volumen… Si quieres llevarlo a la calle Colón, tienes que transportarlo. Si quieres tener uno aquí y otro en Alicante, tienes que fabricar dos. Con un clon puedes tener tu producto simultáneamente en todas las partes del mundo. Además, las personas pueden verlo y tú recoger la información y ver desde qué lugares hay interés en el producto.
Para poder fabricar un producto, a excepción de los artesanos, donde no hay dos productos iguales, se necesitan procesos industriales. Y para ello se requiere diseñar en 3D. Nosotros lo que hacemos es subir a la plataforma ese diseño, ese modelo, y esta lo convierte a realidad aumentada y a realidad virtual. Eso si eres una empresa.
Si eres un estudiante o diseñador y utilizas Zbrush, Rhinoceros, Autocad, Blender, Revit o cualquier otro programa de modelado, estos te generan un modelo 3D que tú exportas. Nuestra plataforma reconoce casi todas las extensiones de archivo. De esta manera, te permite tener en realidad virtual y aumentada lo que ya tienes en 3D.
-¿Se pueden crear modelos con los que se pueda interactuar además de poder visualizarlos?
Sí, la tecnología web XR te permite interactuar con el objeto, cambiar la textura, hacer que el objeto se mueva, que aparezcan cosas… Pero esa tecnología web XR ahora mismo solo es compatible con Android, entonces no estamos utilizando ese visor. Hasta que Mac no sea compatible con web XR, no podemos meterlo.
-¿Hacen falta conocimientos de programación para trabajar con Clon Digital?
No. De hecho, la semana pasada, en el evento Teachnology organizado por Foredu, donde vinieron unos 150 colegios, había muchos profesores que querían ver cómo implementar nuevas tecnologías para que sus alumnos se formen en este tipo de entornos. Me pidieron que les enseñara cómo generar un clon.
Abrí Sketchup y generé un modelo muy sencillo, creando un par de cubos. Luego lo exportas, lo subes a la plataforma y esta lo computa. Tada un poco, según el tamaño. Pero sin ningún conocimiento de programación puedes tener tu modelo en realidad aumentada y virtual. Un chaval puede diseñar un entorno o una sala y estar reuniéndose con tus colegas dentro de la sala que ha diseñado.
-Justo tenía anotada una pregunta relacionada con algo que comentabas hace 4 años, y es que os hacía especial ilusión crear aulas virtuales con el objetivo de democratizar el acceso al conocimiento. Te iba a preguntar si habíais conseguido dar algún paso en ese sentido. Pero ya veo que lo estáis conseguido con creces.
Se me acaba de poner la piel de gallina con esto que me comentas. La verdad es que seguimos totalmente concentrados en nuestros valores iniciales. Ahora por fin es real como la vida misma. Seguimos trabajando en ello.
Una mirada al futuro
-También me mencionaste las lentillas de realidad aumentada como una innovación que, si bien aún quedaba lejos, podíamos llegar a ver. Ahora parece que startups como Mojo Vision está cada vez más cerca de hacerlo posible. ¿Cuándo crees que llegarán al mercado?
Estoy aún más convencido hoy en día que hace cuatro años. Todo depende de los materiales. Van a llegar, pero la pregunta es cuándo. No lo sé, pero en los próximos 4 o 5 años casi seguro. Todo está yendo cada vez más rápido. Y con las inteligencias artificiales, que puedes tenerlas trabajando de manera autónoma, las empresas tienen mayor rendimiento. Y seguro que las startups van a avanzar en los próximos años a velocidad de vértigo. Hay mejoras que no terminan de salir, pero no me cabe ninguna duda de que esto va a impactar en la sociedad.
Por otro lado, las gafas tienen que llegar antes que las lentillas. Es cuestión de 5, 6, 7 años. Algo que va a acelerar el proceso es que puedes tener a las IA trabajando en muchos supuestos a la vez. Eso va hacer que las tecnológicas experimenten un escalado y un avance brutal en todos los ámbitos de la sociedad.
Se habla de que van a desaparecer algunos puestos de trabajo o modelos de negocio. Esto lleva sucediendo toda la vida, incluso antes de la IA. Antes había señores dedicados a encender y apagar las luces de la calle, estaba el sereno… Las cosas avanzan, pero como sociedad tenemos mucho reparo en salir de la zona de confort. Una IA zarandea a mucha gente. A muchos les toca las narices que venga una IA, que además no tiene cara, a tocarle el culo. Pero la realidad es que desaparecerán unos trabajos y aparecerán otros. Todos necesitamos más formación.
-Hace poco hicimos un reportaje sobre digitalización de las personas mayores, un grupo de población al que le cuesta mucho integrarse digitalmente. ¿Cómo crees que vivirá este colectivo la aparición de todas estas tecnologías. ¿Qué supondrá para ellos?
Con total honestidad, yo creo que hay una brecha digital tan grande que hay mucha gente a la que ni siquiera le merece la pena hacer el esfuerzo. No quiero decir que sean inadaptados, pero las ventajas o ayudas más sencillas, como pagar por Bizum, por ejemplo, hay mucha gente que no las está aprovechando y se tienen que desplazar. A la gente eso ya le cuesta un gran esfuerzo. ¿Qué porcentaje lo está utilizando?
Estamos en un cambio generacional tecnológico y veo muchas velocidades al mismo tiempo. Todos los días hay cambios. Hay gente joven que no es capaz de adaptarse a esos cambios. La gente mayor que está más lejos todavía y no se adaptará nunca. Al final la tecnología está para que la sociedad avance. Siempre puedes irte al pueblo y ponerte a cultivar. Pero a lo mejor si tienes un terreno podrías cultivarlo con drones. La gente más cultivada en tecnología podrá ver los usos de esta en la vida cotidiana. Cultivar el huerto de Ademuz sin moverse de Valencia, por ejemplo.
-¿Cómo crees que nos afectará a nosotros, los nativos digitales, la evolución tecnológica cuando seamos mayores?
También llegará el momento en que nos quedemos obsoletos, te lo aseguro. Estamos en la cresta de la ola ahora mismo. Somos participantes y actores del propio cambio. Pero llegará un momento en el que nos plantemos con 60 o 70 años y haya gente que en ese momento se esté formando y haya puesto el foco en una nueva tecnología. Y nosotros no querremos adentrarnos en ese cambio. En los centros educativos es donde se gesta el cambio y es esa marea de gente próxima al conocimiento la que inicia las transformaciones.
Nosotros en el equipo llevamos una década. Respecto a cuando empezamos, los valores no han cambiado, las ventajas que aportamos sigo viendo que son las mismas, pero la diferencia es que hace años no las entendía nadie. Éramos unos frikis antisistema y estábamos soñando con un mundo virtual. Éramos raros y ahora tenemos una empresa. Hay colegios, institutos y universidades interesados en utilizar nuestra tecnología y empresas que la utilizan para generar negocio. Ahí es donde todo cobra sentido.
Hay que tener ese punto de vista macro de que los cambios van a diferentes ritmos. La innovación va a un ritmo, las empresas van a otro, la sociedad también va a otro y además depende de en qué momento te pille.
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