En noviembre algunas las empresas se llevaron un buen susto, al conocer que además de todo lo que nos cuentan que se avecina en 2023, a finales de este año, el 60% de las compañías españolas ya están sufriendo una serie de impagos que pueden ser catastróficos. Esta cifra fue conocida al presentarse el Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito, impulsado por Crédito y Caución e Iberinform, el cual también informó de que el 12% de las empresas dicen correr el riesgo de cerrar por el mismo motivo.
Para muchas compañías, cada vez es más difícil afrontar los pagos por el encarecimiento de los tipos de interés y ante la escasez de liquidez, a veces, no les queda más remedio que elegir qué factura abonar primero y a quién.
En este contexto en el que el Banco Central Europeo (BCE) ha subido los tipos para contener una inflación desbocada que había llegado a una cifra de casi el 10%, cuando su mandato es mantenerla debajo del 2%. La Reserva Federal estadounidense ha decidido hacer todo lo necesario por contenerla también en su territorio, lo que supone que seguiremos con subidas y los tipos se mantendrán altos por un periodo de tiempo más largo de lo que esperábamos al principio. Cada vez será más caro conseguir créditos. Con la subida de tipos, el 29% del tejido empresarial ha registrado un incremento en los costes financieros y el 18% tiene que frenar su expansión comercial. El 15% se ve obligado a limitar sus nuevas inversiones, según el informe.
Durante un año no se espera que la situación sea diferente: el consenso de Bloomberg sitúa la tasa en el 2,5% en marzo de 2023 y la eleva hasta el 2,7% en septiembre. Los bancos están aumentando los filtros y restricciones para prestar dinero. Con menos liquidez, más dificultades para pagar. España es un país de pymes y culturalmente no somos los mejores pagadores. Si a esto le sumamos menos liquidez, menos opciones con los bancos, más estrangulación de la tesorería y un PIB que deja de crecer, los negocios tendrán que plantear estrategias defensivas y no tanto de crecimiento.
Los impagos y los retrasos en los pagos generan un efecto dominó en la economía, del más grande al más pequeño. Una compañía que tiene poca liquidez suele dilatar los pagos, pero no todas las empresas pueden subsistir a los retrasos. Más aún en tiempos de inflación, cuando los precios están por las nubes, para aquellas empresas que deben invertir en producto o proveer el servicio antes de enviar la factura.
Es por este motivo que las empresas tienen que ordenarse internamente para facilitar los pagos a sus clientes, haciendo todo lo posible para ser las primeras en cobrar, porque cuanto más se complica y más tarde se cobra, más posibilidades de impago tendremos. A efectos prácticos, todavía no estamos en decrecimiento, pero vemos que efectivamente hay un estrangulamiento de la liquidez y una expectativa negativa para 2023. Tomar acción nos va a ayudar, sobre todo, si somos una pyme o una empresa que vende a otra empresa (B2B).
En primer lugar, es importante la anticipación: conocer muy bien al cliente, estudiando su comportamiento de pago a través de las bases de datos públicas. Quizás antes no era tan crítico, sin embargo, ahora es importante trabajar con mecanismos que me ayuden a cobrar por adelantado y hacer una previsión de gastos que vamos a tener antes de aceptar un encargo.
Por otro lado, hemos de asegurarnos, como decía, de ser los primeros en ser pagados y, por lo tanto, de no generar fricciones de pago a los clientes. Para ello hay mecanismos, como las plataformas digitales, y la posibilidad de establecer un work flow más automatizado que le haga este proceso más fácil. Quizás el medio de pago por transferencia no es el más ágil y es preferible dar otras opciones, como el bizum, la tarjeta de crédito o débito, el adeudo directo.
En el caso de negocios como los colegios y gimnasios, empresas que tienen miles de clientes, el uso de medios digitales es de gran ayuda: pueden avisar de una forma amistosa en caso de retraso con un sms, menos intrusivo que si les contactamos directamente. En definitiva, debemos empezar ya a poner en funcionamiento estas herramientas que tenemos a nuestro alcance, puesto que viviremos un momento retador en los próximos meses.