El éxito empresarial, sin duda, va unido a tener principios y valores.
Algo que los empresarios de verdad conocen bien. Empresarios generosos, que crean riqueza y empleo, que admiten como socios a empleados, les ofrecen un futuro y como respuesta obtienen la máxima traición. No obstante, son supervivientes natos y seguirán creando empleo y riqueza, porque tienen lo más importante que se puede tener: cerebro.
Rodearse de “SAUCES llorones” no es lo más recomendable, suelen ser traidores y mediocres.
Pero sin duda, los empresarios pasan por mil y una vicisitudes, algo que pusimos en valor el pasado lunes, día 14 de noviembre, en la celebración de la gala de Premios Economía 3.
En esta gala premiamos a once empresas referentes en sus diferentes áreas de actuación. También presentamos el libro “Las 5 claves de éxito de 30 líderes empresariales”. Precisamente, cuatro de esas empresas líderes nos acompañaron esa noche para compartir, con los casi 500 asistentes que nos arroparon un año más, cuáles consideran ellos que son las claves del éxito.
Y estas claves del éxito van unidas a tener principios, por ejemplo; Adolfo Utor, presidente de Baleària, nos habló de humanismo; Andrés Guevara de la Vega, presidente de BP España, destacó la empatía que supone encontrar soluciones a los problemas inesperados; Alejandro Oñoro, consejero delegado de Ilunion, compañía que estuvo representada en esta ocasión por Rafael García, destaca la humildad y cito textualmente “se queda lo que construyes en el camino, como profesional y como persona”; y Javier Quiles nos acompañó como directivo de Consum. Precisamente, el director general de la cooperativa, Juan Luis Durich recalca, como uno de los cinco valores, el hecho de tener principios “no perder de vista quiénes somos ni cuáles son nuestros orígenes” tal y como recoge el libro.
En las intervenciones de agradecimiento de los once premiados también surgieron mensajes que apuestan por los valores, como el de José Piñero, de Riba Mundo Tecnología, que nos habló de honestidad.
Honestidad, una bonita palabra cuya definición literal dice “que actúa rectamente, cumpliendo su deber y de acuerdo con la moral, especialmente en lo referente al respeto por la propiedad ajena y la transparencia en los negocios”. Algo que un “SAUCE llorón” es incapaz de comprender.
Los valores que tienen los empresarios que han levantado una empresa de la nada, como nos destacó Lalo Salvo, en su emotiva intervención recordando a su padre, son dignos de admiración.
Por eso hay que contar los éxitos, que sin duda son muchos más que los fracasos, desterrar el pesimismo y generar ilusión, porque la admiración, lejos de la envidia, es lo que nos hace crecer como personas y como profesionales.