Sanjuan: «Imeco ayuda a crear metas para dar sentido a cada acción y decisión»
Cada vez más personas requieren orientar y reorientar su futuro personal y profesional a lo largo de la vida. Una decisión tan importante requiere del apoyo de expertos. Para cubrir esta necesidad nace el Instituto de Mediación y Conciliación (Imeco), impulsado por Santiago Sanjuan, presidente y fundador.
Desde su experiencia y vivencias, Sanjuan rezuma sabiduría, comprensión y estrategia. Con él charlamos de una de sus especialidades, la formación profesional –ahora que acaba de celebrarse la Noche de la FP–, y de cómo introducir cambios de mejora en las personas (a través de los centro educativos y la familia) y también en las organizaciones.
– La demanda de la formación profesional es innegable, y aunque ha mejorado mucho su consideración frente a la enseñanza universitaria, ¿piensa que todavía puede estar un poco denostada?
– La sociedad cada día necesita más profesionales formados en los Ciclos y Grados de Formación Profesional. Hay demanda y no tiene nada que envidiar a la formación universitaria. Son áreas distintas. El secreto está en realizar una buena orientación personal y profesional en los centros educativos; desde el momento en que ingresa el alumno, trabajando competencias, inteligencias y habilidades del estudiante y teniendo en cuenta el entorno del propio centro y del tejido productivo.
El sistema educativo debe plantearse desde los primeros años la orientación personal y profesional –de ahí la importancia del papel del orientador y los tutores–, para que el alumno tenga, lo antes posible, autoconocimiento de sus capacidades –competencias, habilidades e inteligencias–, (y también sus padres, a través de las tutorías con el profesorado); de modo que pueda decidir libremente.
Es imprescindible que cada centro tenga un Plan de Acción Tutorial integral, inclusivo, sistémico, concreto y completo, acorde con su proyecto de centro.
Al mismo tiempo, el alumnado debe conocer de primera mano las oportunidades de su entorno: con información de especialidades y profesiones, salidas profesionales…
Las herramientas DAFO – CAME – META, de Imeco están siendo determinantes; y las relaciones de alumnos, tutores, padres y entorno social, productivo, empresarial y paisajístico, son fundamentales.
Formación Profesional quiere decir formación para ejercer con éxito la profesión/vocación propia de cada persona al servicio de la sociedad. La formación y relación de los tutores del centro y de la empresa, son la base del progreso formativo: ambos han de trazar un plan de formación y seguimiento común.
En concreto, la FP Dual, consideramos que es el método más eficaz, completo e integral para la transferencia de la teoría, la práctica y la cultura empresarial. Donde los Ciclos están más adaptados al entorno productivo, con lo que se facilita el paso de la formación al mundo laboral. Es un trampolín y oportunidad, que desciende el abandono escolar, aprendiendo a anticiparse a los retos del futuro.
Permite además aplicar metodologías activas y desarrollar proyectos intergeneracionales de gran valor formativo y práctico.
Eso sí, la FP Dual exige un Departamento de Orientación y Tutoría eficiente, con capacidad para promover oportunidades en el entorno formativo del centro y de las empresa y esa es una deficiencia o agujero negro en la formación profesional actual.
La relación y unidad de criterios formativos y metas para el alumno entre el tutor de empresa y el del centro es un punto de apoyo imprescindible. Esta tutoría “a duo” resulta muy eficiente y ha depotenciarse.
– ¿Cómo estáis ayudando a los centros y empresas en ese sentido, además de los títulos que impartís y de los que después hablaremos?
– En Imeco apostamos por crear estrategias para cambiar la cultura de trabajo del centro educativo y de la empresa; e introducir el aspecto profesional en todas las asignaturas.
Esto exige formación de los profesores, y coordinación con el Departamento de Orientación. En Imeco consideramos que cada centro debe crear un Plan estratégico de Desarrollo, Recuperación, Transformación, Innovación y Resiliencia que potencie la formación personal desde el momento que el alumno “pisa” por primera vez el centro.
– ¿Va la formación acorde al ritmo que precisan las empresas y el entorno?
– No. Muchas veces se enseñan contenidos técnicos superados en las empresas.
Hay que hacer un esfuerzo por conocer y formar en las necesidades que la sociedad requiere y que los empresarios detectan y que en la empresa resulta difícil impartir.
También es necesario trabajar las competencias blandas (soft skills) en el centro educativo. Estas se necesitan en la empresa y apenas se trabajan. Contenidos curriculares deben de ir de la mano de habilidades sociales. Debemos formar ciudadanos con competencias multifacéticas, interdisciplinares e integradas; que ayuden a reducir la fisura existente entre lo que el sistema educativo ofrece y lo que verdaderamente necesitan aprender de cara a su integración en un mundo social y laboral globalizado.
Una forma de impulsarlas es a través de metodologías activas y participativas; con el desarrollo de esos proyectos intergeneracionales de los que hablaba, donde los alumnos se relacionan con personas de diferentes edades y niveles formativos.
Además, sería muy conveniente promover la FP entre los adultos, sin límite de edad, y que esta metodología y filosofía llegara también a los grados y másteres.
– ¿Qué otros hándicaps detecta en el sistema?
– Partimos del hándicap de que el alumno apenas tiene conocimiento de sus competencias, habilidades e inteligencias; y el profesorado tampoco. Lo mismo sucede con su entorno, se desconocen las que exigen las empresas. El alumnado no posee una idea clara del mundo laboral, de sus exigencias, de lo que realmente es una empresa.
Las metodologías son generalmente pasivas, el alumno es mero repetidor de contenidos. Cuando se debe facilitar su iniciativa personal. ¿Cómo? Trabajando y aprendiendo por proyectos de todo tipo, especialmente relacionados con el entorno y con sus intereses.
Hay que ayudar al estudiante a conocer su vocación, lo que le apasiona; ayudándole a mejorar sus competencias y habilidades y a desarrollar otras nuevas.
Hoy se debe hablar de habilidades de poder o habilidades blandas, son lo mismo. Universales, no se aplican a un trabajo específico, sino a todos. Tienen que ver con nuestra forma de pensar, nuestras emociones…
Se trata de nuestra capacidad para administrar nuestras operaciones laborales diarias; para navegar por las situaciones; para comprender los prejuicios personales… Desarrollar el liderazgo es una habilidad poderosa; necesitamos líderes para efectuar el cambio, encabezar estrategias y motivar a los equipos.
Los padres y madres deben asegurarse de que el centro trabaja desde la primera edad en estas habilidades; que, a su vez, hacen crecer otras competencias e inteligencias.
– ¿Podrías mencionarnos algunas de estas habilidades más?
– Sí, por ejemplo inteligencia emocional, escritura comercial, pensamiento crítico y estratégico, productividad, resolución de problemas, desarrollo personal y bienestar, administración del tiempo, escucha activa y comunicación, adaptación al cambio, resiliencia, trabajo en equipo, compromiso, responsabilidad…
– Hace mucho hincapié en acompañar y guiar al alumno…
– Es muy importante ayudarle a identificar cuál es su propósito, cuál es el mayor de los logros que podría conseguir en su vida. Porque para disfrutar de una vida plena, necesitará conocer su propósito; lo que le hace único…
Por ello, insisto en que es preciso que el centro educativo y la empresa potencien planes de diagnóstico, de orientación, de acompañamiento y seguimiento.
– En definitiva, una educación personalizada…
– Educamos personas. Solamente personalizando cada acción educativa, hay verdadera educación y se logra el propósito.
La educación propone metas y ayuda a “sacar” lo mejor de cada persona. Su Marca personal. Toda persona posee talento y áreas en las que destaca.
Los educadores tienen una gran responsabilidad en sacar esa mejor versión. Han de ser conscientes de la importante labor que realizan; trabajar en sesiones y jornadas formativas; motivacionales; contar con herramientas; técnicas; ilusión…
El centro educativo ha de tener muy claro y definido lo que cada alumno ha de ser capaz de realizar al finalizar su estancia en el centro; y como padres debemos exigirlo.
Y el empresario ha de concretar muy bien lo que cada persona de la organización ha de ser capaz de llevar a cabo en la misma.
En este sentido, en Imeco contamos con herramientas básicas: DAFO-CAME-META/OBJETIVOS (SMART); promovemos la formación desde el encuentro –entreveramiento de realidades–, desde el concepto de persona única…
Efecto Pigmalión
Trata a una persona como es y seguirá siendo lo que es; trátala como puede llegar a ser desde sus competencias e inteligencias, habilidades, y se convertirá en lo que está llamada a ser, descubriendo su vocación y pasión.
El efecto Pigmalión nos afirma acerca de la potencial influencia que ejerce la creencia de una persona en el rendimiento de otra. Orientadores, tutores, profesores, familia, jefes… juegan un papel importante en el desarrollo pleno de la persona.
– ¿Como centro formativo o empresa cómo estructurar toda esta tarea?
· Plan de centro: con objetivos claros y definidos, con valores, con una cultura definida (creencias, querencias y costumbres).
· Tener muy claro lo que cada alumno deseamos que sea capaz de hacer cuando abandone el centro; o lo que cada trabajador ha de ser capaz de hacer en su puesto.
· Plan de orientación y formación personal y profesional, incluido el plan de acción tutorial.
· Plan de formación de profesores; y también de padres y madres.
· Plan de conocimiento del entorno social, productivo, empresarial, paisajístico, histórico…
· Plan de participación en el centro educativo.
· Metodologías activas, en las que el verdadero protagonista sea el alumno.
· Aprender a contemplar con otra mirada los espacios y horarios del centro para sacarles el máximo partido y posibilidades.
· Planes estratégicos que impulsen la formación personal y profesional con acciones de diagnóstico, recuperación, transformación y resiliencia, implicando el entorno.
– ¿Qué papel juega el orientador en todo ello?
– Es esencial, el orientador puede colaborar en el despliegue curricular general, no solo centrándose en el alumnado con dificultades específicas.
Ver los espacios y los tiempos con otra mirada más libre para cubrir necesidades educativas. Participar en la personalización del aprendizaje, también con el diseño y desarrollo de las actividades de aprendizaje.
Utilizar situaciones de aprendizaje culturalmente sensibles y relacionadas con la vida cotidiana del alumnado.
Favorecer la reflexión del alumnado sobre su vocación, sus procesos de aprendizaje y sobre sus características como aprendiz.
Acompañar y apoyar a la persona en la (re)construcción de su trayectoria.
Valorar la idoneidad o no de que curse unos determinados estudios, orientación psicopedagógica, consejo orientador, etc.
– Sabiendo que estos alumnos son la generación más formada (idiomas, tecnologías…) ¿qué les ocurre cuando se enfrentan al mercado laboral?
– Se promueve una formación técnica de alto nivel de exigencia. Tanto el currículo como el profesor se centran mucho en estas competencias técnicas (hard skills) a desempeñar en el puesto de trabajo, es lo primero que se “ve” y que se refleja en los registros de evaluación.
Pero hoy el mercado laboral exige también soft skills, como comentábamos; y muchos alumnos se enfrentan al mercado laboral, al ejercicio de la profesión, al desempeño de un puesto de trabajo, desconociendo qué competencias blandas o trasversales-básicas son inherentes a ese trabajo; por eso les cuesta encajar.
Vamos hacia un modelo de trabajadores contingentes (a tiempo parcial) en lugar de empleados a tiempo completo, en el que las competencias duras son imprescindibles, y las blandas, esenciales.
– Coménteme otros aspectos en los que Imeco centra su trabajo y esfuerzo…
– Trabajamos mucho el autoconocimento de la persona; el descubrimiento de sus valores y del entorno; en continua superación personal, ayudando a los demás y retomando el valor del ocio como actividad en la vida.
Imeco ayuda a crear metas para dar sentido a cada acción y decisión.
Empresas y centros educativo han de creer en las personas
Empresas y centros educativo han de creer en las personas desde un organigrama dinámico que desarrolle un proyecto común donde el éxito sea compartido.
La apuesta por las personas pasa por la libertad; por poder ser uno mismo, por el desarrollo de sus competencias e inteligencias; por la confianza y por la disminución de control con métodos que facilitan el progreso del equipo; la responsabilidad de cada persona y la participación en un proyecto común.
Las nuevas generaciones ya no ven el trabajo como un medio para un fin; sino como una forma de vida, un medio de autorrealización.
La labor de Imeco redunda en las empresas ya que estas deben adaptar sus estrategias de atracción y retención del talento a las nuevas generaciones y necesidades sociales.
En estos momentos estamos dedicando tiempo a formar a empresarios y trabajadores en los Programas Reskilling y Upskilling.
– Hay compañías que se enfrenta a la tesitura despedir o recapacitar…Háblenos de qué es el Reskilling (recapacitación) y el Upskelling (mejora )…
– Upskilling hace referencia al proceso de aprender y potencias habilidades que nos ayuden a ser más competitivos en nuestra área (más hábiles y relevantes) y Reskilling es el proceso de aprender nuevas habilidades para poder hacer un trabajo diferente, para seguir siendo indispensables en la organización.
Una vuelta más a la RSC empresarial
– Por último, ¿qué titulaciones privadas imparte Imeco?
– Imeco ha creado, desarrolla e imparte de forma personalizada, es decir, adaptada a las necesidades de cada participante u organización, las siguientes titulaciones privadas. Se trata también de facilitar la promoción de la Responsabilidad Social Corporativa en las empresas.
- Orientador personal y profesional de empresa
- Orientador personal y profesional del centro educativo
- Orientador personal y profesional de la empresa y del centro educativo
- Coordinador-gestor de cambios en las empresas y organizaciones.
- Coordinador del plan de unidades de acompañamiento y orientación (Ley FP)
- Departamento de orientación personal y profesional común para el centro educativo y las empresas
- Coordinador programas para la orientación, progreso y enriquecimiento educativo
- Coordinador plan de recuperación, transformación y resiliencia en las organizaciones
- Programa de orientación formación e inserción – POFI -, que posibilita la entrada al sistema educativo y laboral de jóvenes de entre 16 y 21 años que han terminado la etapa educativa sin obtener el graduado de ESO, con el fin de que se reenganchen al sistema con un Programa o escuela de nuevas oportunidades.
- Programa de actuación en las organizaciones para los cambios y las mejoras en su estructura y desempeño.
Además de Imeco otras entidades avalan esta formación como Red Española de Entidades por el Empleo, Red Araña; Consultores Educativos; Growth Road Camino de crecimiento profesional, TURIAINTEGRA y otras empresas y organizaciones sociales.
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