Gonzalo Bernardos: «La economía está bastante mejor de lo que parece»
BdB, la central que engloba unas 300 tiendas especializadas en materiales de construcción, cumple 20 años; y qué mejor forma de celebrarlo que tras el parón de la pandemia regresar con la séptima edición del BdB Meeting. Un encuentro que ha reunido en Feria Valencia a medio centenar de marcas referentes del sector y en el que el analista y consultor económico, Gonzalo Bernardos ha ofrecido una visión de las perspectivas macroeconómicas.
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona y doctorado en la misma especialidad, Gonzalo Bernardos, ha charlado con Economía 3 sobre los aspectos que marcan la agenda política-económica. Aquí os dejamos una parte de la entrevista, que se podrá leer íntegramente en nuestra revista.
– ¿Qué es lo que más preocupa en la economía en estos momentos?
– Hay un tema que es francamente preocupante y es el IPC. La subida está motivada principalmente por las repercusiones de la guerra de Ucrania. No obstante, ya en septiembre de 2021 empezó a aumentar el IPC porque Putin redujo las exportaciones de gas; y es más, a pesar de las peticiones del Gobierno español, la Comisión Europea no quiso cambiar el sistema de fijación de precios de la electricidad… Esto hizo que la electricidad empezase a aumentar el IPC y nos remacharon en febrero dos cosas: el incremento del precio de los carburantes (petróleo) y el incremento del precio de los alimentos. Todo esto nos lleva a una inflación del 9,8% en marzo, que ahora sigue en el 8,7%. Pero sobre todo, el principal problema que tenemos es que el incremento ya se ha metido en el conjunto de la economía, porque la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) escala al 4,9%. Además la oferta de la OPEP de incremento de barriles a julio (unos 650.000) es bastante inferior a lo que se reducirá la oferta por las sanciones de Rusia –dos millones–; por otra parte, en España tenemos un sector turístico disparado que está recuperando márgenes de beneficio, por lo tanto va a ser bastante difícil tener una inflación muy baja a final de año.
– Y por el contrario, ¿qué ventajas podemos destacar? Mencionaba el sector turístico…
– Sí, la primera ventaja es que las cosas han cambiado; no solo en España sino en todo el mundo occidental; y es bastante más fácil crear empleo. Que en el mes de mayo creemos 214.000 empleos y bajemos por primera vez en 14 años de los 3 millones de parados, con una coyuntura económica internacional tan horrorosa es una señal buenísima; que el sector turístico se haya recuperado y prometa para este año incluso tener mejores números que en 2019 en los últimos 8 meses del año es también muy buena noticia, y nos libra de algunos de los problemas que va a pasar Europa.
Por otra parte, contar con los fondos europeos nos asegura poder atraer muchísimas industrias derivadas de todo un proceso reindustrialización que se está dando en Europa como consecuencia de los fallos en la logística mundial y las cadenas de suministros.
El mundo se va a dividir en dos partes: una parte posiblemente será China, India y Rusia y otra, Occidente. Es decir, el mundo gira hacia el oeste y eso nos beneficia a nosotros porque pasamos de estar en un extremo a estar en el centro.
Por tanto, aunque tenemos un Gobierno que comunica horrorosamente; un Gobierno que está paralizado, que no atienden a las necesidades de la población y la sensación generalizada es que estamos fatal; yo diría que los fundamentos de nuestra economía están mejor que estaban; es cierto que tenemos un problema muy importante a corto plazo, pero estamos mejor comparativamente que, por ejemplo, Alemania; y a medio plazo tenemos muy buenas perspectivas. Repito, la economía está bastante mejor de lo que parece, la cara peor, pero lo que está debajo, pinta bien.
– Habla de buenas perspectivas para un sector, el turístico, donde falta mano de obra ¿cómo valora el anuncio del ministro Escrivá?
– Se refiere a la reforma de la Ley de Extranjería, al hecho de que diga que vengan muchos inmigrantes para que hagan de camareros, cocineros, transportistas… y si hay algún migrante aquí en situación irregular, no hay problema; con unos cursos de formación, si va a trabajar en estos lugares lo regularizamos… Bueno pues yo diría que es un experimento; pero un experimento imprescindible, porque un país que decide tener muy pocos hijos, decide tener muchísimos inmigrantes.
Me parecen muy bien que vengan estas personas, pero no a consolidar salarios bajos, sino a ayudarnos a pagar las pensiones, a cubrir distintos puestos de trabajo, no solo los que nosotros no conseguimos cubrir. Porque hay que recordar que se jubila masivamente la generación del baby boom (los nacidos entre el 57 y 77) y necesitamos un reemplazo que en la actualidad España no tiene.
Es un prólogo de lo que va a venir: muchísimos empleos en los próximos 20 años estarán ocupados por extranjeros, y la sociedad se ha de preocupar de integrarlos de la mejor manera posible y aceptarlos sin distinciones.
– No obstante, hay casi 3 millones de personas paradas en España, y vacantes sin cubrir, ¿cómo se explica?
– Es muy sencillo, esta es la situación: camarero tiene un contrato por 4 horas y trabaja 12; le toca atender 4 mesas y atiende 8; trabaja sábados y domingos… entonces es muy poco atractivo. Transportista: cobra bastante menos que hace tres décadas en comparación con el poder adquisitivo de entonces… al final es lógico que no se cubran.
Muchas empresas han dejado de mirar el lado de las ventas para mirar el de los costes, lo que se traduce en pagar menos al trabajador
– ¿Y todo está en subir sueldos?
– No, no solo es subir sueldos, es mejorar las condiciones laborales en su conjunto, además de las monetarias. El estrés que tienen muchos camareros porque tienen un exceso de trabajo es tremendo; las condiciones que tienen los camioneros también; aunque es verdad que han cambiado y mejorado, pero hasta ahora cargaban y descargaban la mercancía, dormían en el camión…
Todo esto nos muestra una precariedad total. ¿Por qué? Porque en los últimos 30 años muchas empresas han dejado de mirar el lado de las ventas para mirar el de los costes. Y mirar el lado de los costes se traduce en pagarle menos al empleado. Eso afortunadamente va a cambiar; claro hay muchas pymes que dicen, oiga que yo no puedo pagar más, pues yo les contesto: deje de ser empresario.
– ¿Cree realmente que se lo tienen que plantear?
– Sabemos que progresivamente en los últimos 30 años se ha pasado de cuidar al trabajador a explotarlo, a utilizarlo simplemente como un número. Hay que decirles a esos empresarios, si su know how es explotar al trabajador, déjelo; no sirve para esto.
Sobre todo, en la década pasada con Mariano Rajoy se puso en marcha un modelo de mercado de trabajo que era el mismo que el de la década de los años 60 del siglo pasado, y consistía en pagar miseria a la gente. En los años 60 la gente trabajaba en 2,3,4 empleos porque con uno solo no llegaba; y ese mercado de trabajo con esos salarios miserables como base de la competitividad, unido a las nuevas condiciones de la economía mundial, no puede continuar.
– ¿Cómo valoraría una bajada de impuestos?
– Populismo total, en España se cobran pocos impuestos. En un año normal como fue 2019, los ingresos del Estado correspondieron al 39,1% del PIB; mientras que los ingresos medios en la zona euro fueron del 46,5% del PIB. Es decir, tendríamos 93.000 millones de euros más, si aplicáramos el mismo porcentaje.
Cuando aquí se dice bajar impuestos se olvidan de la cara B. Y la cara B es recortar la sanidad, la educación… ¿Quién crees que es la comunidad que menos invierte en sanidad y educación de España en porcentaje del PIB? Madrid ¿Quién es la economía con más desigualdad salarial en España? Madrid.
Entonces hay que diferenciar dos formas de contemplar la economía; una economía en la que se beneficien todos o una economía en la que se beneficien unos pocos. Esa economía basada en bajadas de impuestos que luego se traduce en recortes sociales; significa favorecer al que más tiene y perjudicar al que menos tiene; y esa es la economía del neoliberalismo que da lugar a salarios miserables.
Por el contrario, hay otra economía que se dio de 1945 a 1973, la edad de oro del capitalismo —30 años transcurridos desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la recesión producida por la Crisis del petróleo–; que está volviendo y dará lugar a que los ricos sean algo menos ricos –no que dejen de serlo, sino, que sean algo menos ricos–; y que una gran parte de la clase obrera se convierta en clase media. Este es el reto que tenemos pendiente en los próximos años. Ahora, hay algunos partidos que lo pretenden hacer y otros que no.
– ¿Cómo se puede implementar ese cambio?
– Es relativamente fácil; de igual manera que durante los años anteriores se ha hecho una evolución dañina por diferentes normas laborales y de otra índole, que han favorecido los salarios extrabajos para generar un modelo que favoreciera a los especuladores, ahora hay que cambiarlo.
En los últimos 30 años se ha apostado por favorecer a los especuladores. Para ello era necesario: tipos de interés muy bajos, para que estos especuladores se pudieran endeudar mucho. Para mantener tipos de interés muy bajos, había que recortar la inflación a niveles mínimos y para ello, el crecimiento de los salarios también tenía que ser mínimo.
Ahora vamos a otro modelo en el que el mercado de trabajo estará francamente mejor y la inflación algo peor; pero los especuladores podrán hacer mucho menos negocio. Esos fondos de inversión especulativos que compraban empresas, sin aportar nada y que lo único que hacían es intentar recortar costes; lo tendrán en el futuro bastante más difícil si la economía sigue la misma visión que en la actualidad.
¿Startups vs especulación?
Te pongo otro ejemplo, empresas como Glovo, como muchas startups, no todas; ¿cuál es su innovación? Pagarle menos a los trabajadores; ahorrarse la Seguridad Social, vaya innovación. Es decir, han aportado una plataforma informática, pero el secreto está en realidad en que ahorran salarios de trabajadores, primero porque les pagan menos, segundo porque no pagan Seguridad Social; aun así – paradojas de esta economía– pierden 450 millones en el último año; pero le dicen a esa compañía de manera espectacular que vale 2.000 millones de euros.
Esto no es economía, esto no es generación de bienestar, esto es simplemente especulación. La inmensa mayoría de las personas que han ganado dinero con startups no es porque han conseguido que esas startups generen beneficios es porque se la han vendido a otra; entonces hemos llegado con la historia de los salarios bajos, tipos de interés bajos y gran especulación a una economía que tiene muchas características de financiera y escasas de productiva. Hay que recuperar la clase media y la industria nos va ayudar a ello.