Esta semana he asistido a diferentes foros en los que el tema era el mismo: la recuperación económica está aquí. Muchas empresas están viendo crecer su facturación y este crecimiento necesita personal y financiación. Y es en este segundo punto en el que me quiero detener, en las fuentes de financiación a las que pueden acceder las empresas.
Es fundamental que las compañías diversifiquen sus fuentes de financiación para poder aprovechar esta senda de recuperación. Estamos asistiendo al incremento del coste de las materias primas e incluso a la escasez de muchas de ellas. Pues bien, con el dinero puede ocurrir algo similar. Si las empresas dependen únicamente de una fuente de crédito corren el riesgo de quedar desabastecidas, frente a fusiones bancarias o regulaciones diversas.
Las compañías españolas deben empezar a mirar los modelos anglosajones, en los que la financiación no bancaria supone el 80-90% frente a la bancaria, justamente lo contrario que ocurre en España, donde la financiación bancaria sigue siendo el 80-90% frente a la no bancaria. Todos los agentes son necesarios, la banca y la financiación alternativa porque, al igual que una empresa no puede depender únicamente de un solo proveedor de materias primas, no debería depender únicamente de un solo proveedor financiero. Es fundamental que se garantice el acceso a fondos para poder decidir cómo usarlos en cada momento y aprovechar esta senda de crecimiento.