A. Escribá (Ivie): «Vería raro una entrada del Estado en algunas empresas valencianas»
El Gobierno ha dado un paso más en el apoyo a las empresas al crear un instrumento, dotado con 10.000 millones, para prestar apoyo público temporalmente a empresas estratégicas que atraviesen «severas dificultades».
La creación de este fondo, que gestionará la Sepi, se ajusta a la normativa de ayudas de Estado de la Comisión Europea (CE) que fue modificada permitiendo la recapitalización de empresas no financieras con motivo de la pandemia.
Otros estados miembros de la UE ya han acudido al rescate de compañías, especialmente aéreas, como Alemania que ha aprobado un rescate para Lufthansa por importe de 9.000 millones de euros y también Portugal, que ha pasado a tener el 72,5% de la compañía aérea TAP, a la que inyectará 1.200 millones.
En el caso del Fondo que se crea en España, el apoyo público del Estado será para empresas consideradas estratégicas y podrán tener esa consideración por distintos motivos: impacto social y económico, relevancia para la seguridad, la salud de las personas, las infraestructuras, las comunicaciones o contribuir al buen funcionamiento de los mercados.
Las empresas interesadas son las que deberán solicitar acceso al fondo y deberán cumplir las condiciones previstas en el marco temporal comunitario y las que fije próximamente el Consejo de Ministros.
Economía 3 se pone en contacto con el investigador del Ivie, catedrático de Organización de Empresas de la Universitat de València y director de la Cátedra de Empresa Familiar, Alejandro Escribá para aterrizar el anuncio a nuestra realidad, aún sin conocer todos los detalles.
– La medida va dirigida a apoyar empresas estratégicas, en este sentido es amplia…
– Es cierto que es una definición un poco ambigua pero se entiende que son empresas con un impacto relevante en la sociedad en su aspecto económico o social (teniendo muy presente el ámbito de la salud), lo que está claro es que no serán empresas financieras, si no de carácter industrial o de servicios.
Este tipo de apoyos son cruciales para que la crisis que ha generado la respuesta a la pandemia no vaya a más y los impactos negativos sean lo menos perniciosos posibles.
– Mediante qué instrumentos o mecanismos se podrá realizar la inversión…
– El Estado podrá conceder préstamos participativos –en los que recordemos que adquiere derecho a recibir parte de los beneficios si los hubiera–, adquirir deuda subordinada, bonos convertibles, suscribir acciones o participaciones en el capital, entre otros.
Pero dependerá de cada caso, en cada empresa hay una estructura de capital distinta, con un peso accionarial diferente y con unos intereses específicos, por tanto, la solución va a ser ad hoc para cada caso en función de las circunstancias de cada empresa.
– ¿Se puede entender como una nacionalización?
– Si hay una toma de control sí. Si el Estado adquiere una participación accionarial que le da el control estratégico de la compañía, en términos efectivos se produciría una nacionalización de la empresa, es similar a lo que ocurrió con Bankia en su momento.
– La medida se establece con carácter temporal, ¿hasta cuándo se podrían extender estas operaciones?
– Es difícil de prever, dependerá de muchos factores, de las empresa, de la activación económica… hay sectores en los que la recuperación va a ser más lenta, y esto quizá requiera más tiempo para obtener retornos, a expensas de una salida del Estado. También dependerá de la evolución de la pandemia.
– Tratará de buscar el momento más favorable está claro…
– No hay que olvidar que el Estado será un accionista más, con más o menos poder en función de su participación accionarial y en función de su importancia en la toma de decisiones, pero saldrá cuando considere que la salida le beneficie está claro…
– Que es también lo que está pasando en Bankia… ¿Ves en esta ocasión alguna empresa susceptible de que pueda ser objeto de este tipo de inyecciones de capital en la Comunitat?
– Se han mencionado empresas vinculadas al transporte, aerolíneas, sectores industriales de gran peso…pero hay que tener en cuenta que en la Comunitat hay pocas muy grandes de estos sectores, y que predomina la distribución y el agroalimentario… También hay que tener en cuenta que tiene que haber un entendimiento entre el Estado y la empresa. Vería raro una entrada de capital del Estado en algunas empresas valencianas. Podría pasar, pero me imagino más empresas que están ubicadas fundamentalmente en Madrid o Barcelona, o incluso Sevilla con Airbus… ¿Ford? No lo sé, no sé si la multinacional está abierta a ello o no.
– Entendimiento e incluso petición por parte de la empresa…
– Exacto, la empresa tiene que demandar la entrada del accionista, a no ser que la empresa esté cotizada y el Estado entre vía mercado, algo que no sería lo habitual en este tipo de operaciones en las que la empresa debe manifestar sus necesidades y problemas al Estado y este intervenir con soluciones ad hoc.
– ¿La solvencia de las compañías va a pesar?
– El Estado tiene que jugar sus intereses porque si lo que quiere es garantizar una producción o actividad, aunque sea deficitaria, en la medida en la que someta al resto del accionariado a una situación en la puede haber pérdidas, o controla la toma de decisiones o el resto de accionistas no lo soportarán desde el punto de vista económico y es lógico que digan si no puedo ganar dinero, prefiero cerrar.
Por tanto, si se diera el caso de que una actividad se deba desarrollar aunque fuera deficitaria, es decir que no fuera rentable, debería haber una entrada del Estado en el capital dominando la toma de decisiones pues de otra manera sería prácticamente imposible llevarla a cabo. Si hay posibilidades de beneficio gracias a ese refuerzo financiero hay más opciones a la hora de entrar y la salida siempre será más sencilla también.
– ¿Es lógico que en cualquier grado de inyección haya un control-seguimiento de la inversión?
– Sí, creo que es muy importante que haya un control del uso de esa inversión en la toma de decisiones a través del Consejo de Administración o con cierto control de las decisiones estratégicas de la empresa para garantizar que se hace un buen uso de la inversión.
– ¿En otros países han comenzado ya con los mismos mecanismos?
– Sí, Francia y Alemania las están llevando a cabo más rápidamente y con mayor capacidad financiera al estar menos condicionados por su déficit y contar con mayor holgura para endeudarse. Pero siempre que hay un apoyo con ayudas directas a la empresa privada las alternativas que se plantean son las mismas , y son las que adoptaremos también nosotros, no son mecanismos diferentes.
– ¿Y qué van a suponer para nuestro endeudamiento estos 10.000 millones?
– Es verdad que la tensión financiera en España es muy grande, pero la situación requiere una acción rápida, determinante y decidida para que la crisis económica derivada de la sanitaria no se haga más profunda, hay que intentar que la remontada económica sea rápida, porque en la medida en que así lo sea, será más fácil hacer frente al sobrecoste que se asume en este corto espacio de tiempo. Si la reactivación es lenta, el sobrecoste será más difícil de atajar e incluso exigirá un mayor sobrecoste posterior porque habrá que establecer incentivos mayores para que la actividad remonte.
Es difícil, pero necesaria y creo que todos los Gobiernos lo han entendido así.