– ¿Qué es el Prionomy mixer?

– El Prionomy mixer es un recurso que se nos ocurrió para provocar y facilitar el proceso de reflexión y dinamización estratégica. En él podemos ver que hay 24 conceptos, cada uno de un color, ordenados en diferentes ruedas concéntricas de distinto tamaño y unidas por un eje central, que serían algo así como una Torre de Babel vista desde arriba. Cada rueda puede moverse a derecha o izquierda, y según cómo se vayan moviendo, los conceptos se van alineando de una forma u otra. Es un útil para pensar no linealmente.

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– ¿Cómo se debe utilizar el Prionomy mixer?

– La forma correcta de iniciar la reflexión es emparejando los colores afines. Por ejemplo, los conceptos Cliente y Producto deben estar alineados con Conocimiento, porque para hacer prosperar la empresa tienes que conocer muy bien tus productos y tus clientes. Pero también debe estar alineado con Valores, porque esos productos y clientes tienen que ser coherentes con los valores propios de la empresa. Y esa adecuada alineación de Producto, Cliente, Conocimiento y Valores es lo que nos dará como resultado Vender.

– En el centro de esta Torre de Babel hay dos palabras: Concepto y Marca. ¿Por qué?

– Porque toda empresa debe responder a un concepto, a una idea o un objetivo de sus promotores; y porque, en nuestra opinión, la forma de trasladar ese concepto al mercado es la Marca.

– ¿Por qué esos 24 conceptos y no otros?

– Podrían ser perfectamente otros, pero estos son los que, a nuestro juicio, mejor definen los conceptos claves de la compañía en la que creemos y que mejor conocemos: una empresa que prioriza la función comercial por encima del resto. Por este motivo esos son los conceptos sobre los que, en nuestra opinión, hay que reflexionar y profundizar.

En el centro del Prionomy mixer, donde aparecen las diferentes gamas de grises, están las cuestiones más estratégicas, aquellas que deben responderse desde la propiedad: qué quiere ser esta empresa y qué queremos ganar. En el siguiente círculo (Enfocar, Administrar, Comunicar y Vender), seguimos estando en el terreno de la estrategia, aunque aquí ya interviene el Comité de Dirección. Para hacer realidad la respuesta dada a las dos primeras preguntas (qué empresa quiero ser y qué quiero ganar), tendremos que definir cómo vamos a enfocar la compañía, cómo la vamos a administrar, cómo vamos a gestionar la comunicación (interna y externa) y cómo vamos a orientar la acción comercial.

– Quedan tres círculos y aquí se abre el abanico de colores.

– Los dos siguientes círculos que rodean el ámbito de la estrategia es donde encontramos las cuestiones relacionadas con la gestión, que son las que nos permitirán enlazar las prioridades estratégicas señaladas por la propiedad con el día a día de la compañía. Este es el terreno específico del Comité de Dirección, que materializará dichas prioridades estratégicas a partir de unos Valores, un Sistema de trabajo, unos Principios y unas Aptitudes.

Los Valores de la compañía serán los que sustentarán el Conocimiento acumulado en ella; el sistema de trabajo que definamos será el que orientará la Tecnología que incorporemos (nunca al revés); los Principios que se establezcan nos dirán el uso que haremos del Dinero; y según las Aptitudes que se requieran en cada momento, así deberá ser el Equipo  que formará la compañía.

– Nos queda el último círculo, el más exterior.