Los representantes de las compañías expertas en soluciones de Recursos Humanos –Adecco, Corvan, Equipo Humano, PageGroup y Randstad– convocados por Economía 3 destacaron la importancia de convertirse en agentes del cambio para conseguir un acceso al mercado laboral más amplio donde solo se midan competencias y no se tengan en cuenta otras cuestiones de índole personal.
Hacia dónde se dirige el mercado laboral actual? ¿Qué sectores van a crear más empleo? ¿Cuáles han sido los aspectos positivos y negativos de la reforma laboral después de cinco años en vigor? Y por otro lado, ¿qué aspectos podemos aportar a la mesa diálogo para impulsar la calidad por el empleo en la que participan los agentes sociales –UGT, CC.OO., Ceoe, Cepyme– y Fátima Báñez? Estas son algunas de las cuestiones sobre las que han aportado luz los representantes de Adecco, Randstad, Corvan, PageGroup y Equipo Humano.
Más concretamente, Armando Rotea, socio director de Corvan; Víctor Tatay, director regional de Adecco; José Enrique García Llop, director general de Equipo Humano; Manuel Soriano, director de PageGroup Valencia; y Daniel Lorenzo, director regional de Randstad, convocados por Economía 3, analizaron el mercado laboral actual y su evolución en los próximos años.
Previsiones laborales para 2017
El estudio Randstad Research prevé la creación de 400.000 empleos en 2017 en toda España, “lo que nos situaría en una cifra de 19 millones de trabajadores y una tasa de paro de 16,9 %”, confirmó Daniel Lorenzo quien pronosticó una desaceleración del crecimiento respecto a 2016 y 2015.
En su opinión, dicha desaceleración puede deberse a varios motivos como “riesgos debidos a políticas fiscales, bajos tipos de interés, subida del precio de petróleo que repercutirá negativamente en la evolución del PIB, la crisis de talento internacional y la situación laboral de otros países del entorno”, desgranó.
En cuanto a los sectores que más se van a desarrollar en la Comunitat, Daniel Lorenzo puso el foco en el de agroalimentación “que se ha mantenido durante la crisis y protagonizó las exportaciones en ese periodo”. Además, representa el 9 % del PIB, genera 2,4 millones de empleos en toda España y es uno de los más fuertes en la Comunidad Valenciana.
La distribución y la logística es otro de los que más va a crecer suscitado por el cambio tecnológico a la hora de comprar. “El e-commerce, –destacó– ha provocado un cambio de tendencias en la adquisición de productos por parte de los consumidores, lo que ha dado lugar a que determinadas profesiones como empaquetadores, transportistas, etc., que algunas de ellas eran estacionales, se incrementen al igual que teleoperadores y atención al cliente“.
El de automoción, que en el ámbito nacional supone el 10 % del PIB, “pensamos que su automatización requerirá una especialización de los perfiles intermedios en electrónica, mecánica, mecatrónica y robótica, ingeniería industrial, informática…”, explicó.
Otro punto fuerte en la Comunidad Valenciana es la hostelería. “El turismo se ha posicionado como un pilar de recuperación de las tasas de empleo. En 2016 visitaron España 75 millones de turistas y esperamos que 2017 sea bueno también en este aspecto. Por otro lado, no creemos que el brexit nos afecte a corto plazo”, matizó.
Manuel Soriano centró su intervención en el índice de confianza laboral que elabora PageGroup. En concreto, en el cuarto trimestre de 2016, el 45 % de los candidatos en búsqueda activa de empleo confían en una mejora del mercado laboral, un 12 % más que en el mismo periodo de 2015. Sin embargo, matizó Soriano, “todavía hay un 65 % que no percibe esa mejoría, con lo que sí que vemos un incremento de confianza en el mercado pero hay cierto pesimismo en algunos casos”.
Si analizamos el índice por franja de edad, los jóvenes (menores de 30 años) son los más optimistas (52 %); seguidos por los mayores de 30 años, con un 44 %; y los mayores de 49 años, (40 %), los menos optimistas.
Si nos paramos a analizar los salarios, desde PageGroup, tal y como ratificó Soriano, “y teniendo en cuenta las ofertas que hemos gestionado –directivos y mandos intermedios–, hemos visto un incremento de entre un 10 y un 15 % en la masa salarial. Es decir, candidatos de 40.000 euros, ahora están en los 45.000 o 46.000 euros”.
En consonancia con la anterior, Soriano añadió que “la demanda de candidatos en la Comunidad Valenciana, en los últimos tres años, ha ido creciendo entre un 20 y un 30 % de una manera constante”.
Armando Rotea, además de confirmar que 2016 ha sido un buen año para el empleo explicó que el año pasado “se dieron una serie de fenómenos que se van a seguir dando este año como la estacionalidad, centrada en generadores de empleo como la hostelería y la industria agroalimentaria; y el intenso descenso del paro registrada en 2016. A pesar de todo, Rotea reconoció también que “en España hay dos velocidades en la creación de empleo”. La Rioja, Cantabria, Baleares y Cataluña han crecido por encima de un 10 % mientras que Andalucía, Extremadura y Canarias no han llegado al 7 %. Por lo tanto, especificó, “es un dato a tener en cuenta a la hora de desarrollar políticas de creación de empleo específicas por zonas geográficas”.
Para José Enrique García, el empleo ha crecido, sin embargo, “la temporalidad y la jornada parcial se han disparado sobre todo entre la mano de obra menos cualificada”.
García Llop apuntó dos factores que han contribuido a la dinamización del mercado laboral. Por un lado, la internacionalización ya que “las empresas que han apostado por esa línea en los últimos años han sido las que mejor han aguantado la crisis”; y, por otro lado, el sector TIC aunque insistió en la dificultad que están teniendo para cubrir dichos puestos debido a la especialización requerida y a la ausencia de profesionales.
Víctor Tatay también coincidió en que en 2016 se han superado todas las expectativas. “Ya veníamos con ritmos de crecimiento muy buenos tanto en lo que se refiere a la reducción del desempleo como en la afiliación a la Seguridad Social que es lo que deberíamos medir, al igual que el número de contrataciones realizadas”.
Por su parte, Víctor Tatay no coincidió con Daniel Lorenzo en que vaya haber un frenazo en la creación de empleo. “Cuestiones como el proteccionismo de Trump, el brexit o la identidad europea podrían hacer mella pero, hoy por hoy, va a impactar más sobre el empleo lo que pase en nuestros puertos que otros factores exógenos a nuestra economía”.
En cuanto al salario de los trabajadores valencianos, el Monitor de Oportunidades Laborales y Satisfacción en el Empleo elaborado por Adecco, revela que este crece un 1,2 % (17 euros al mes), “lo que nos sitúa en la parte media baja de la pirámide”, teniendo en cuenta que el salario medio en el norte de España está en los 1.935 euros y en la Comunitat en los 1.489 euros. “Sí que es cierto, –incidió Tatay–, en que nuestro poder adquisitivo crece un 2,4 % cuando hace dos o tres años era un 2,8% de decrecimiento. Un dato relevante porque no sucede así en el resto de España”.
Respecto a la conciliación laboral, afirmó, “también hemos evolucionado en positivo. Muchos trabajadores han pedido jornada parcial, una situación que ha registrado un fuerte incremento en la Comunitat y nos ha situado en la parte top de la pirámide”.
Sobre oportunidades de empleo, en la Comunidad Valenciana hay 29,2 empresas por cada 1.000 habitantes, “aunque el tipo de empresa actual es una start-up que todo emprendedor quiere vender”, aclaró Tatay. De todas formas, la conflictividad laboral ha descendido a mínimos históricos y esto hace que “tengamos un clima laboral apacible y un diálogo social más fácil”.
Sobre el aumento del número de empresas al que se refería Tatay, García Llop añadió que su crecimiento ha disminuido un 17 % . “Si antes estábamos ante compañías de 50 a 70 trabajadores, ahora nos encontramos con empresas de cinco empleados”.
En cuanto a 2017, García Llop mostró su preocupación ante el dato que arroja el Informe Davos sobre la pérdida de veinte millones de puestos de trabajo dentro cuatro años y de los que solo se van a recuperar cinco millones y casi todos van a ir orientados al sector TIC. Además, subrayó “nos encontramos con un mercado laboral envejecido y ante un tejido empresarial valenciano que no está preparado para adaptar la industria a ese tipo de personas”. También defendió el papel de las personas mayores de 45 años, ya que “son los que tienen más conocimiento dentro de la industria”.
Sobre los convenios colectivos, García Llop apuntó que “seguimos anclados a indicadores que nada tienen que ver con la sociedad actual”.
La reforma laboral
La reforma laboral ha cumplido ya un lustro. Después de este periodo, siguen habiendo voces discordantes que piden su derogación y otros que están a favor.
García Llop, que fue el primero en tomar la palabra sobre esta cuestión explicó que la reforma laboral se ha empleado “para parchear agujeros e intentar estabilizar la situación de crisis y además, su repercusión ha sido mayor sobre la economía que sobre el empleo”. De hecho, –matizó– “no ha mejorado ni en salarios, ni en estabilidad laboral ya que esta última es la que genera tranquilidad en la persona, mayor eficiencia, eficacia y productividad y la compañía, a su vez, gana en competitividad”.
En opinión de Víctor Tatay “ninguna reforma laboral va a generar empleo por sí misma” y adelantó que desde el Grupo Adecco son partidarios de “la creación de políticas activas de empleo para mejorar la empleabilidad con formación, una mayor especialización y el desarrollo de competencias clave para las organizaciones en vez de primar el subsidio, tal y como sucede en la actualidad”. Ratificó también que “los servicios públicos de empleo son ineficientes e intermedian del orden del 1-2 % del mercado. Es importante la intermediación de empresas como las nuestras para asegurar mayores oportunidades de empleo para los potenciales candidatos y una mayor adaptación y adecuación de perfiles para las empresas”, ratificó.
Con lo cual, Tatay calificó la reforma laboral como “insuficiente”. Aunque “sí que es cierto que ha aportado flexibilidad interna a las empresas, –en cuanto a condiciones laborales– y externa, a la hora de tomar medidas más duras como poner en marcha un ERE o forzar la salida de trabajadores”.
Para Daniel Lorenzo, “lo que ha hecho la reforma laboral ha sido judicializar la negociación colectiva ya que, al llevarla a los tribunales, provoca que mantegamos convenios de hace muchísimos años”.
Otra cuestión en la que insistió fue en “la flexiseguridad o mayor flexibilidad”. En su opinión, “los trabajadores ya no persiguen un contrato fijo de por vida, buscan un buen nivel de educación y experiencias profesionales que les permitan posicionarse y tener una mayor tasa de empleabilidad. Este es el cambio que ya se está llevando a cabo en otros países europeos”. Por ello, “creemos que la empresa necesita flexibilidad y el trabajador seguridad. La seguridad en el trabajador irá ligada a la formación, la experiencia, habilidades, etc., mientras que la flexibilidad para el empresario irá unida a los modelos de contratación”, subrayó Daniel Lorenzo, quien también quiso dejar claro que “esa flexibilidad no tiene que estar ligada a precariedad”.
De hecho, afirmó que “la flexibilidad mejora la productividad y la conciliación del trabajador. Con lo que, si acabamos a través de legislación o reformas con esa flexibilidad vamos a perjudicar al empresario y al trabajador”.
Tatay también defendió el contrato de una duración determinada ya que “nuestra curva de producción no es homogénea y responde a las necesidades de plantilla de la compañía”. De todas formas, esa “temporalidad debe tener una causalidad y la Inspección de Trabajo debe perseguir esos espacios que deja la economía sumergida y el fraude de ley para que el contrato temporal sea temporal y el indefinido sea indefinido”.
Manuel Soriano vinculó la flexibilidad laboral a proyectos. “Una empresa que está lanzando un producto invierte en un profesional concreto para un periodo determinado y no tiene porqué llevar aparejado un menor salario. Precisamente, este tipo de perfiles son muy demandados y nos cuesta localizarlos”. A pesar de todo, Soriano reconoció “la inseguridad que genera ese formato en el trabajador español, algo que no ocurre en otros países europeos”.
En cuanto a la reforma laboral, Soriano la calificó como “una vía de escape a una situación compleja que tenía el país y era necesaria”. A su juicio, “se queda corta en apartados como los convenios, no está vinculada a la realidad que vive el empleado ahora mismo en muchos sectores y no ha incidido en un apartado como es la formación donde existe una desconexión entre la Universidad y la Formación Profesional y el mercado laboral”.
Armando Rotea valoró la reforma laboral como “necesaria dado en el momento en que se pone en marcha y que inevitablemente en un principio no había más remedio que darle cierto contenido económico”.
También recordó que “después de un año de desgobierno, ahora puede ser el momento en el cual el diálogo entre políticos, sea un punto de inflexión para desarrollar políticas enfocadas en primar la productividad de los trabajadores”.
García Llop también hizo hincapié en que la reforma laboral no ha explotado la potencialidad de pasar de un sistema de clasificación profesional por categorías a otro por grupos profesionales que facilitaría la movilidad y flexibilidad de los trabajadores entre diferentes puestos de la compañía.
Otra cuestión a la que también se refirió fue la seguridad laboral, entendida esta como “que el trabajador que se queda sin empleo, tenga la seguridad de que el mercado laboral será lo suficientemente activo como para no estar dos años sin empleo”.
Sobre el apartado de seguridad, Víctor Tatay añadió otras acepciones como “la siniestralidad que está creciendo en la Comunitat y que puede deberse a la dejadez de responsabilidad tanto de los empresarios como de los trabajadores o porque en los últimos años no se ha invertido en prevenir la accidentabilidad. Además, no hay que obviar que se hacen más horas, con lo que el riesgo crece exponencialmente”.
Otra cuestión en la que incidió Tatay, en torno a la seguridad es que “el trabajador sabe que cuando se quede en el paro va a tener una prestación por desempleo”. Actualmente, la media de tiempo que necesita un trabajador para incorporarse al mercado de trabajo está en 17 meses. “Saber que ese tiempo se está reduciendo hace que la seguridad que tiene el empleado en volver al mercado de trabajo sea mayor”, subrayó.