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Cuando hablamos de Costa Dorada, lo primero que se nos viene a la cabeza son sus preciosas playas y calas. Sin embargo, esta zona del litoral de Catalunya esconde preciosos rincones en su zona más interior.
Os propongo visitar la Baronia d’Escornalbou, un territorio con una gran riqueza patrimonial y paisajística que ha servido de inspiración para artistas tan destacados como Gaudí o Miró. Su codiciada ubicación fue utilizada como atalaya durante varios siglos y, aún a día de hoy, mantiene una de las vistas más privilegiadas de esta zona del interior de Tarragona.
Integrada por siete municipios situados a caballo entre las comarcas del Priorato y el Bajo Campo, este lugar de leyendas e historias es un tesoro local todavía por descubrir. Pequeños pueblos donde parece que el tiempo se ha detenido y todavía conservan su esencia original. Calles estrechas, fiestas populares, comercios de los de toda la vida y una gran oferta gastronómica.
Además de disfrutar de la gran riqueza de bosques y espacios de gran valor natural y ambiental debes visitar el Castillo Monasterio d’Escornalbou, del siglo XII, construido a raíz de la reconquista cristiana y su consecuente repoblación después de siglos de ocupación sarracena. Tras la Desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, fue transformado en residencia del historiador Eduardo Toda, que lo reformó, por lo que del siglo XII solo se conservan algunas partes.
Castillo Monasterio d’Escornalbou
El Castillo Monasterio d’ Escornalbou es una peculiar mansión señorial de principios del siglo XX. Está formado por los restos de dos edificios medievales: el Monasterio de Sant Miquel (1153) y un castillo, construido encima de los restos de una fortaleza romana. Destaca la biblioteca y la rica colección de grabados, cerámica, muebles y piezas de colección.
Tradicionalmente, los habitantes de los alrededores subían cada año el día de San Jorge al antiguo monasterio. Actualmente, se hace un encuentro en el mes de junio.
Qué comer en la Baronia d’Escornalbou
No puedes irte de aquí sin degustar su exquisita riqueza gastronómica. Si quieres disfrutar de un plan típico de la zona, debes probar un “desayuno de tenedor”, una comida alejada de lo que estás acostumbrado. Olvídate de las tostadas con café y disfruta de un verdadero festín de butifarra, sardinas, pan y tomate acompañado de aceite de la zona, Denominación de Origen Escornalbou.
Y, aunque la viña dejó de ser el principal cultivo hace siglos, se mantiene como una de las actividades agrarias que allí se practican. Puedes maridar cualquiera de los vinos de la zona con la gran cantidad de platos típicos, como la esqueixada de bacalao, la longaniza o la butifarra.
Qué hacer en la Baronia d’Escornalbou
Puedes darte un baño en el pantano de Riudecanyes porque está permitido. También, puedes realizar en este numerosas actividades acuáticas.