Si has reservado dinero para una inversión financiera debes elegir la mejor solución. Si no tienes la experiencia suficiente para construir tu cartera, un fondo de inversión podría ser la solución adecuada para ti. El principio de los fondos de inversión es simple: un grupo de inversores unen su dinero e invierten juntos en activos, acciones y bonos, entre otros. Con un fondo de inversión puedes diversificar tus inversiones más fácilmente que si tuvieras acciones o bonos individuales.
Un fondo de inversión distribuye el dinero entre diferentes empresas, tipos de inversión y regiones, lo que representa una ventaja, ya que diversifica la inversión. Si una inversión baja, el precio de otra puede subir y logra que tus activos no estén expuestos a los riesgos de una sola inversión. Además, al invertir conjuntamente con otros inversores aumenta tu ‘poder adquisitivo’ y tienes mejor acceso a activos y mercados. Sin embargo, ten en cuenta que la diversificación de la inversión no ofrece una protección completa contra los riesgos del mercado.
¿Qué son los fondos de inversión?
Un fondo de inversión es una Institución de Inversión Colectiva (IIC) que permite a un gran número de personas (naturales o jurídicas) poner en común su dinero. Un administrador de fondos (especialista en inversiones) usa el dinero para invertir en instrumentos financieros como acciones, bonos, bienes raíces, divisas o materias primas que podrían ser difíciles de invertir de forma individual. La totalidad de los activos mantenidos por un fondo de inversión se denomina ‘cartera’.
Los fondos de inversión son una alternativa simple y rentable a la inversión para principiantes y expertos en bolsa. Hay dos ventajas clave de invertir en un fondo en lugar de hacerlo solo:
- Los fondos son administrados por especialistas de un campo en particular que pueden tomar todas las decisiones de inversión después de realizar una investigación exhaustiva.
- Puede ser menos arriesgado que invertir en acciones individuales. Básicamente, no estás invirtiendo todo tu capital en un solo activo, sino que diversificas tu inversión.
¿Cómo funcionan los fondos de inversión?
En un fondo de inversión los participantes no toman la decisión de qué inversión debe realizarse con los activos. Su participación se limita a elegir un fondo que satisfaga sus objetivos de inversión, el riesgo y las comisiones. Es el administrador del fondo quien decide dónde comprar, qué cantidades, cuándo o vender los valores del fondo. El funcionamiento es muy simple. Como inversor eliges el fondo y adquieres la participación en el mismo. Para participar debes pagar.
La cantidad que pagas por participar es el valor liquidativo del fondo. Este valor es el resultado que se obtiene de dividir el patrimonio del fondo entre el número total de participaciones en circulación en un momento determinado. Esta compra de participación en el fondo recibe el nombre de suscripción y cuando se venden las suscripciones se habla de reembolso. Cada vez que se compran y venden participaciones, o hay oscilaciones en la cartera de inversión, el patrimonio del fondo se incrementa o disminuye. Esto incide directamente en el valor líquido del fondo.
¿Cómo se clasifican los fondos de inversión?
La clasificación de los fondos de inversión te va a permitir saber qué tipo de bienes maneja cada fondo y qué nivel de riesgo tiene. Hay múltiples maneras de clasificar los fondos de inversión. Aquí te mostramos dos de esas formas:
Según el tipo de activo financiero
Cuando te haces partícipe de un fondo de inversión tus aportaciones se invierten en activos, es decir, aquí nos referimos a la vocación inversora del fondo, al tipo de activo financiero en el cual se invierte. Entre estos fondos tenemos:
- Fondos monetarios.
- De renta fija.
- De renta variable.
- Mixtos.
- Fondos total o parcialmente garantizados.
- Fondos de inversión en materias primas.
- De inversión libre.
- Fondos globales.
Según el nivel de riesgo asumido
Esta clasificación se refiere al nivel de riesgo del fondo, es decir, con un riesgo de pérdida bajo o un riesgo en el cual la posibilidad de perder la inversión es bastante alta. Algunos de estos tipos de fondo son:
- Fondos garantizados.
- Fondos de retorno absoluto.
- De renta fija a corto y largo plazo.
- Fondos de fondos.
- Fondos de inversión inmobiliaria.
¿Cómo se calcula la rentabilidad de los fondos de inversión?
Ten presente que la rentabilidad de las inversiones, sin importar su naturaleza, no está garantizada. Lo mismo ocurre con los fondos de inversión. Es posible que puedas estimar la rentabilidad que esperas según su rendimiento pasado, pero esto no significa que tu rentabilidad será igual a esa. Sin embargo, antes de invertir en un fondo de inversión debes conocer su rentabilidad. Recuerda el concepto de valor líquido, que es el resultado de dividir las participaciones del fondo (su patrimonio), entre el número total de participaciones.
Una vez que has obtenido este valor aplicas la siguiente fórmula: Rentabilidad = (valor liquidativo final – valor liquidativo inicial) / (valor liquidativo inicial) x 100. Con esta fórmula puedes estimar la rentabilidad que el fondo de inversión te ofrece. No obstante, los fondos de inversión proporcionan la información necesaria sobre su rentabilidad con datos actualizados, de forma que puedas saber la rentabilidad que obtendrás si inviertes en él. Con los fondos de inversión tienes una útil herramienta para hacer crecer tus ahorros, pero no olvides que pueden existir altibajos y debes estar preparado.
¿Cuál es el mejor fondo de inversión?
El mejor fondo de inversión para ti va a depender de lo que quieras conseguir con tu inversión. Ten en cuenta que no todos los fondos están dirigidos a todos los inversores. Para identificar el mejor fondo para invertir tu dinero debes seleccionar aquel que se adapte mejor a tu perfil como inversor y que te dé la rentabilidad que esperas de acuerdo al riesgo al cual te expones. Para ello, debes buscar la mayor cantidad de información posible sobre los fondos que más te atraen para invertir.
¿Qué es un fondo cartera?
Un fondo cartera es el equivalente a un conjunto de valores cotizados que crecen de manera constante. La ventaja de invertir en un fondo cartera radica en que las variaciones que lo componen son estables a medio y largo plazo, lo que hace que la inversión sea más segura frente a las inversiones tradicionales en bolsa. En la mayoría de los casos, los valores de un fondo cartera crecen de manera constante durante varios años.
¿Qué diferencia hay entre un CDT y un fondo de inversión?
Un CDT, o certificado de depósito a término, es un título que emite una entidad financiera debidamente autorizada, mediante el que una persona deposita una determinada suma de dinero a cambio de recibir un interés en un tiempo y tasa determinados. La principal diferencia con el fondo de inversión es la tasa de rentabilidad. Mientras que con el CDT es posible saber desde el principio cuánto se recibirá por el dinero invertido en el fondo de inversión esta tasa es variable y solo es posible conocerla cuando finaliza la inversión.
¿Cuánto tiempo mantener un fondo de inversión?
El tiempo que debe permanecer tu dinero en el fondo de inversión depende principalmente de ti y de tus expectativas como inversor. El fondo de inversión no tiene ninguna limitación para la entrada o salida del mismo. Puedes permanecer un mes, un año o días. Lo que tienes que determinar es qué es lo que te interesa de la inversión y la estrategia de inversión que tiene el producto. Sin embargo, los fondos garantizados son una excepción. Estos sí exigen un periodo de permanencia al adquirirlos.
¿Cuánto se paga a hacienda por un fondo de inversión?
Cuando retiras las participaciones de un fondo debes realizar el pago del impuesto sobre los rendimientos recibidos a través de la declaración de la Renta. El rendimiento, bien sea positivo o negativo, es considerado ganancia o pérdida patrimonial. Debes integrarlo en la base imponible del ahorro en la declaración del IRPF. El impuesto que debes pagar si has obtenido ganancias en fondos de inversión es el siguiente:
- El 19% si son inferiores a 6.000 euros.
- El 21%, entre 6.000 y 50.000 euros.
- El 23% por ganancias mayores a los 50.000 euros.
Estos porcentajes son válidos para toda España, menos en País Vasco y Navarra, ya que allí la tributación es diferente.