Los principios para lograr un crecimiento sostenido en tu negocio
Por ello, la consultora McKinsey ha estudiado un total de 3.000 empresas digitales y de software de todo el mundo entre los años 1980 y 2012. El informe, titulado ‘Grow fast or die slow’ –‘Crece rápido o muere lento’-, ha encontrado las siguientes claves:
1. El crecimiento es lo más importante:
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El crecimiento genera más rentabilidad. Las empresas de fuerte crecimiento son cinco veces más rentables que las que tienen crecimientos medios. -
El crecimiento es un predictor del éxito a largo plazo. Las empresas de fuerte crecimiento –aquellos que crecen un 60% cuando alcanzan los 100 millones de facturación- tienen ocho veces más posibilidades de llegar a los 1.000 millones de negocio. -
El crecimiento es más importante que los márgenes y la estructura de costes. Un 1% de crecimiento provoca el doble de aumento en capitalización que un 1% de aumento del margen. No hay correlación aparente entre estructura de costes y tasas de crecimiento.
2. Mantener el crecimiento es difícil:
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El 85% de las empresas de ‘súper-crecimiento’ –las que aumentan un 60% al alcanzar los 100 millones de facturación- fueron incapaces de mantener esas tasas de aumento. -
Una vez perdida la tracción en su crecimiento, sólo una cuarta parte de las empresas es capaz de retomar esas tasas de incremento. -
Aquellas empresas que logran recuperar esas tasas de crecimiento, tienen un tamaño que supone el 53% de la capitalización de quienes no han perdido la tendencia de ‘súper-crecimiento’.
3. Existe una ‘receta’ para un crecimiento sostenido. McKinsey habla de cuatro principios básicos para un crecimiento estable de las que “cualquier empresa puede beneficiarse”:
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El crecimiento tiene lugar en fases. La transformación para pasar de ser una startup a una empresa que vale miles de millones se desarrolla típicamente en tres actos: preludio –en el que la empresa testea cómo el producto se adapta al mercado a través de un prototipo o solución única para los primeros clientes-, primer acto –en el que se centra en una oferta que aumenta el valor para los clientes y los ingresos- y segundo acto –que se produce entre 100 y 1.000 millones de facturación y en el que la empresa puede encontrarse con límites por el tamaño del mercado-. -
Durante el primer acto, de testeo del producto o servicio, existen puntos críticos a vigilar: la elección del mercado con un tamaño correcto, definir el modelo de monetización, centrarse en lograr una adopción rápida, pasar desapercibido en la fase de pruebas y la creación de incentivos para mantener a los líderes del proyecto en la compañía. -
Durante la segunda fase de crecimiento, el foco debe centrarse en ampliar la oferta a nuevas geografías, canales o productos para no verse limitado por el tamaño de mercados relativamente pequeños. -
Las empresas de éxito necesitan superar el tránsito de la fase uno a la fase dos. Los principales escollos están en cambiar de fase en un momento inadecuado o elegir una mala estrategia para ese nuevo tiempo.