Esta empresa la fundan Francisco y Luis en el año 2000 “por tener experiencia en el sector”, apunta Cano, quien asegura que tuvieron que invertir unas 100.000 de las antiguas pesetas como capital inicial. Una inversión que ha ido recogiendo sus frutos registrando un crecimiento empresarial entorno a un 50%.
Sus principales clientes están concentrados en el sector de la industria y de la carpintería, quienes les suelen demandar la reparación de barnices, siendo el servicio estrella de la casa.
Para hallar el punto diferencial de este negocio frente a la competencia, Francisco alude a “la atención con los clientes”. Cano asegura que las claves del éxito de su empresa residen en la constancia, la atención y la calidad.