Internacionalización de la empresa española: Obstáculos en el camino y cómo evitarlos
Director del Área Internacional y Precios de Transferencia. GRANT THORNTON
Desde nuestra posición privilegiada, desde la que tenemos la suerte de colaborar con numerosas empresas de los más diversos sectores y tamaños en su expansión internacional, hemos advertido numerosos errores o malas prácticas muy comunes.
En este artículo compartiré algunas de ellas, con el ánimo de aportar valor y para que sirvan de experiencia, tanto para empresas
que estén sopesando salir al exterior, para las que quieran solucionar problemas con delegaciones o filiales que tengan en el
extranjero o bien para las compañías que estén inmersas en una reorganización, cambio de modelo o incluso desmantelamiento de la inversión.
Como no todas las enfermedades necesitan la misma receta (nuestra práctica nos ha enseñado a que incluso las mismas dolencias
requieren distintas medicinas), distinguiré entre varios grupos, aunque cualquier aspecto particular de uno de ellos se podría aplicar a otros, dependiendo del país, el volumen de venta, el servicio o la complejidad de la operación:
Startups
Comencemos por las startups. Muchas quizás están pensando localizar su proyecto o servicio en el extranjero para conseguir
aflorar un intangible. En estos casos, cuestiones como su ubicación, incluso cuando parte del desarrollo se ha realizado en el exterior, cobran especial relevancia y pueden generar importantes beneficios o ahorros fiscales. Además, será esencial cuidar los aspectos legales y regulatorios a la hora de proteger dicho intangible.
No solo me refiero a registros de propiedad industrial o intelectual sino también desde el punto de vista tecnológico y/o de secreto
de empresa. Sin olvidar una pata fundamental: preparar el terreno ante una entrada de socio inversor y/o business angel, a fin de que el impacto fiscal por la venta de la empresa no se dispare.
Medidas pues para evitar o solucionar estos problemas serían, entre otras, realizar una diagnosis previa calculando, entre otros,
los costes de generación de intangible, ahorros patent box y eficiente gestión de cánones y las retenciones aparejadas. Asimismo,
se recomienda poner en marcha una política de supply-chain, conjugando aspectos como el IVA, aduanas o la imposición directa
para obtener una única calificación y la seguridad jurídica necesaria.
Es también decisivo elegir correctamente el país que nos sirva como lanzadera, hub tecnológico y/o de centro de costes/
servicios, o puesta en marcha del proyecto.
Pymes
Muchas pymes o micropymes ya han tenido también la oportunidad de salir al exterior, bien sea por vía exportación o incluso desarrollando proyectos de corta duración (instalaciones, obras, infraestructuras, consultoría, etc.). Este tipo de empresas también se enfrenta a ciertas trabas u obstáculos.
Si no están familiarizados con aspectos de tributación indirecta/ IVA o con cuestiones aduaneras o regulatorias ocurre que, en
numerosas ocasiones, pasan por alto las diferencias entre legislación y requisitos de imposición directa, así como otras figuras impositivas que no existen en España. En ocasiones incluso se ven atrapadas en auténticos atolladeros que les generan problemas
de cash-flow, como por ejemplo, retenciones a subcontratistas o incluso retenciones elevadas sobre asistencia-técnica/know-how o incluso en la repatriación de divisas en países latinoamericanos o asiáticos.
De nuevo, entre algunas acciones útiles para evitar estos problemas: evitar cambios societarios o de estructuras en modelos que
funcionen, de manera que el coste de implantación no disminuya el ahorro fiscal global por la venta directa; adelantarse, o al menos revisar durante la instalación/obra en el exterior, todas las trabas fiscales y legales posibles en todas las figuras impositivas para evitar retrasos en el cobro, devoluciones tributarias, ingresos fiscales, evitables retenciones, etc. Y, por último, optimizar la estructura puramente española para reorientar dicho coste extra a inversión en compra de know-how extranjero.
Empresa de tamaño medio y filial de grupos extranjeros
La mayor parte de los grupos ya han salido al exterior. En Grant Thornton no solemos encontrar empresas cuyo modelo de negocio o variación (reducción/aumento de volúmenes, productos/servicios), haya hecho ineficiente su estructura jurídico-fiscal actual.
Observamos, eso sí, que iniciales “vacaciones” o regímenes fiscales especiales ya expirados crean altos costes fiscales o incluso dan lugar a constantes inspecciones tributarias. Por no hablar de otros problemas en el tratamiento fiscal de operaciones vinculadas entre la matriz española y dichas filiales/sucursales o incluso entre ellas mismas. Por otro lado, los grupos que no salieron en su día y acometen esta nueva aventura, se encuentran sobre todo con altos riesgos por tributación de su actividad de prospección o penetración de mercado, inspecciones fiscales y legales por el socio local (o incluso español) elegido así como con problemas en la gestión eficaz del IVA en cómo establecen su logística y distribución o supply-chain europeo.
Más soluciones para empresas de tamaño medio: repensar el posible cambio de vehículo jurídico-fiscal (filialización de sucursal,
sucursalización de oficina de representación, spin-off de filial, etc.).
Utilizar precios de transferencia en la filial como herramienta de defensa ante el aumento de la presión fiscal por cambio de modelo.
Grandes grupos españoles
Trabajando con grupos transnacionales españoles y extranjeros advertimos, en muchas ocasiones, problemas que se repiten, independientemente del tipo de producto. Situaciones como continuas inspecciones anuales por varios impuestos/ejercicios –incluso bilaterales– con terceros Estados, problemas fiscales, legales y regulatorios en licitaciones y su planificación fiscal, cambios en el modelo de negocio y estructura fiscal que sufren barreras en diversos Estados, armonización de la política fiscal por precios de transferencia o incluso Global Mobility de su talento/personal.
Unas acciones para solucionar estos problemas serían las operaciones vinculadas y precios de transferencia como una herramienta de planificación fiscal intragrupo. Sería además urgente una revisión de las estructuras actuales y las transacciones como consecuencia de las medidas BEPS de la OCDE, Unión Europea y Naciones Unidas. Indagaremos más en estas últimas en el próximo artículo en Economía 3 por el inminente (ya hay medidas BEPS en la reforma fiscal del Impuesto sobre Sociedad aplicable a 2015) que tiene y va a tener en la planificación fiscal internacional en los próximos años.