El Banco Santander cree que aún es pronto para saber el impacto que tendrá la crisis del coronavirus en sus cuentas, pero contempla la posibilidad de que sus beneficios anuales se reduzcan un 5 %, aunque considera que está bien preparado para afrontar una caída de la economía.
En una presentación enviada al supervisor del mercado español, la CNMV, con motivo de unas jornadas financieras organizadas por Morgan Stanley, la presidenta del banco, Ana Botín, ha explicado por teleconferencia que aún no han notado «ningún impacto relevante en la actividad comercial» y que no esperan ninguno en el primer trimestre del ejercicio.
Esa caída del 5 % en los beneficios de 2020, que según el consenso de los analistas podrían rondar los 8.000 millones de euros, no incluiría las medidas «atenuantes», dice la presentación, que no precisa si se refiere a las que pueda anunciar el Gobierno o decidir el propio banco.
A pesar de este anuncio, a las 11.30 horas, en una sesión muy volátil, los títulos del Banco Santander suben el 2,44 %, hasta situarse a 2,06 euros por acción.
En 2019, el Banco Santander ganó 6.515 millones de euros, un 17 % menos que el año anterior, debido a las provisiones que tuvo que dotar por los ajustes de plantilla en España y Reino Unido, sumado a los 1.500 millones asumidos por la pérdida de valor de su filial británica.
Si contar con esos impactos, las ganancias anuales hubieran sido de 8.252 millones, un 3 % superiores, lo que permitió al banco elevar su dividendo en esa misma proporción.
Según explica Botín, su beneficio antes de provisiones de 2019, que ascendió a 26.000 millones de euros y triplicó el coste del riesgo, les permite estar bien posicionados para soportar incluso un «estrés severo», que podría consistir en una caída en V de la economía, un escenario de caída rápida, pero con una recuperación también rápida.
En cuanto a la solvencia, la entidad mantiene su previsión de cerrar 2020 en torno al 12 % del capital CET1 «fully loaded», es decir, el de máxima calidad.
Asimismo, Santander recuerda las medidas que ha tomado para proteger el bienestar de su empleados, clientes y accionistas y garantizar al mismo tiempo la continuidad de su actividad y el cumplimiento de sus obligaciones.
Entre ellas, el teletrabajo para sus empleados de servicios centrales «donde sea posible», la recomendación a los accionistas de que participen de forma remota en la junta de accionistas el cierre temporal de algunas oficinas, las de menor actividad.
Así, a partir de hoy, el banco reubicará de forma temporal a algunos de los empleados de las oficinas que se cierren al público en otras sucursales para reforzar esos equipos o «permitir su rotación», en tanto que otros empleados teletrabajarán desde sus domicilios.
Los clientes podrán consultar el listado de oficinas abiertas en la aplicación móvil de particulares y en la web www.bancosantander.es, explican desde el banco.