Constitución exprés de sociedades en Valencia: ¿realidad o mito?
José Miguel Moreno García, Abogado especialista en Derecho Mercantil en GRA Consultores
La propuesta de la Comisión Europea para el Marco Financiero Plurianual (MFP) 2028-2034 cuenta con cerca de 1,98 millones de euros a precios corrientes. Un presupuesto que representa una clara reorientación estratégica y un paso determinante en la gobernanza financiera de la UE. Con esta propuesta, se busca simplificar los instrumentos financieros con lo que ha contado la UE hasta la fecha, aumentar su flexibilidad y, sobre todo, poder hacer frente a los grandes retos de soberanía, competitividad y seguridad.
En este artículo vamos a realizar un análisis en profundidad del nuevo MFP, comparándolo con el actual y estudiando cuáles son las principales oportunidades para los agentes europeos, desde la industria y la investigación hasta las administraciones públicas.
Para valorar plenamente la magnitud del MFP 2028–2034, es necesario compararlo no solo con el anterior MFP (2021–2027), sino también con el instrumento de recuperación NextGenerationEU (NGEU), lanzado en respuesta a la crisis de la covid-19. Mientras que el MFP 2021–2027 ascendía a unos 1,07 billones de euros, NGEU aportó 807.000 millones adicionales, elevando el esfuerzo presupuestario total a aproximadamente 1,88 billones de euros.
El nuevo MFP es, por tanto, solo ligeramente mayor en términos financieros (1,98 billones de euros), pero muy diferente en su concepción. Ya no se trata de un presupuesto diseñado para responder a crisis, sino de una herramienta de inversión orientada al futuro, pensada para reforzar la resiliencia, la autonomía y la capacidad estratégica de la Unión.
La propuesta del MFP simplifica la arquitectura presupuestaria, pasando de siete rúbricas a solo cuatro grandes prioridades, lo que reduce la fragmentación y favorece una implementación más coherente:
La Rúbrica 1 sigue siendo la más importante en volumen, al integrar las políticas tradicionales de cohesión y agricultura con una dimensión más amplia de seguridad. Pero es en la Rúbrica 2, dedicada a la innovación, la competitividad y las industrias estratégicas, donde se produce una verdadera transformación.
La Rúbrica 2 recibe una dotación de 590.000 millones de euros, lo que supone un incremento sustancial respecto al ciclo anterior. Esta cifra refleja un cambio de rumbo hacia el apoyo a la autonomía industrial estratégica, el liderazgo tecnológico y la competitividad global de Europa.
La gran novedad de esta rúbrica es la creación del Fondo Europeo de Competitividad (ECF), al que se destinan 450.000 millones de euros. Además, se refuerza el programa insignia de I+D de la UE, Horizonte Europa, con un presupuesto casi duplicado de 175.000 millones de euros, asegurando un sistema integral que abarca desde la investigación básica hasta la aplicación industrial.
El ECF representa una nueva generación de instrumentos financieros de la UE. Su objetivo es financiar la expansión de tecnologías estratégicas como:
A diferencia de Horizonte Europa -centrado en la investigación en fases tempranas-, el ECF está diseñado para llevar la innovación al mercado, reducir la brecha con los competidores globales y reforzar la soberanía tecnológica europea. Estará vinculado a otros instrumentos como InvestEU, los IPCEI y el Fondo de Innovación, lo que permitirá movilizar inversiones públicas y privadas a gran escala.
La creación del ECF también implica una consolidación importante de programas existentes. Diversos instrumentos del ciclo 2021–2027 -como el propio Fondo de Innovación, partes de InvestEU (especialmente sus ventanas industriales), el programa Europa Digital o el Fondo Europeo de Defensa– serán integrados en el nuevo fondo. También podrían absorberse áreas temáticas de EU4Health, LIFE u otras líneas menores. Esta racionalización permitirá reducir la fragmentación administrativa, fomentar sinergias entre sectores y acelerar el despliegue de inversiones estratégicas.
Este nuevo enfoque responde a desafíos clave para la UE:
La propuesta de la Comisión entra ahora en fase de negociación con el Parlamento Europeo y los Estados miembros. Aunque los montos puedan ajustarse, la orientación estratégica general no se modificará: el nuevo presupuesto europeo no será solo una herramienta de redistribución, sino un auténtico instrumento de acción política y geoeconómica.
En Euro-Funding, interpretamos esta evolución como una llamada a la acción para empresas, centros de investigación, universidades y administraciones públicas. El volumen y enfoque del nuevo MFP beneficiará especialmente a:
Para concluir, el MFP 2028–2034 es más que un presupuesto: es un plan estratégico para el futuro de Europa. Integra las lecciones aprendidas de las crisis recientes y dota a la Unión de las herramientas financieras necesarias para construir una economía más competitiva, resiliente y soberana.
Para quienes estén preparados, el próximo ciclo traerá oportunidades sin precedentes desde la creación de NextGenerationEU. Es el momento de anticiparse y actuar.
José Miguel Moreno García, Abogado especialista en Derecho Mercantil en GRA Consultores
Matteo Pressacco, EU Projects Consultant-European Funds en Euro-Funding
Mariana Longobardo, Directora en Servicio de Estudios BME