La «cocina honesta» de Sibarita se expande por Valencia con su primer local propio
Una cocina «honesta», «auténtica» y «sin artificios». Así describen su propuesta gastronómica los tres socios de Sibarita, que acaba de inaugurar su primer local propio en Valencia. Tras haber ganado reconocimiento en mercados gastronómicos como el de la Imprenta o el Mercader Cabanyal, el restaurante da un paso adelante con la apertura de su primer establecimiento en la calle Serpis, 54. Allí, sus icónicas tortillas y croquetas continúan siendo un emblema, junto a nuevas tapas elaboradas con producto fresco.
«Queríamos un sitio donde poder hacer lo que nos gusta, sin limitaciones. Poder cocinar lo que queremos, cuando queremos y como queremos. Tener el control absoluto de la calidad, el servicio y la experiencia», explica el CEO de Sibarita, Iván Fernández.

Con este nuevo espacio, el restaurante busca ofrecer mucho más. Por un lado, una carta más amplia, con platos innovadores y propuestas que antes no tenían cabida en el formato de los mercados. Y, por otro, una experiencia diseñada para «disfrutarse sin prisas», con maridajes, almuerzos, cenas prolongadas y menús cerrados.
Además, el diseño del local acompaña esta filosofía: un ambiente cómodo, urbano y acogedor, donde cada detalle invita a quedarse.
«Ahora podemos ofrecer un espacio donde la gente se siente cómoda, disfruta de nuestras tapas sin prisas y vive la experiencia Sibarita en un ambiente pensado para ello», señala el socio chef de Sibarita, Miguel Álvarez.
Después de su experiencia en el Mercado de Imprenta o el Mercader Cabanyal, la directora de Comunicación y Marca, Bárbara Fernández, asegura que contar con un local propio les da libertad total de gestión: definir horarios, diseñar experiencias y evolucionar la propuesta sin limitaciones. «Este era un paso natural para Sibarita, un lugar donde seguir experimentando, sorprender y ofrecer nuevas formas de disfrutar nuestra cocina», destaca.
Un espacio propio donde cuidar el detalle
Para entender la propuesta de Sibarita, hay que remontarse a sus orígenes. La idea surgió de «una mezcla de pasión por la cocina y el deseo de ofrecer algo auténtico». Y pocas cosas hay más auténticas y sencillas que las croquetas, el producto con el que los socios comenzaron su andadura, ofreciéndolas en mercados de diseño, eventos efímeros y festivales gastronómicos de carácter variable.
Con el tiempo, dieron el salto a mercados gastronómicos fijos, como el de la Imprenta y el Mercader Cabanyal, donde abrieron sus primeros puestos bajo el nombre de Sibarita. Al comprobar el éxito de la propuesta y que el público «buscaba algo más», surgió la idea de crear un espacio propio donde cuidar cada detalle, ampliar la oferta y diseñar una experiencia completa en torno al «buen comer».
Además de evolucionar con un espacio propio, la carta también ha crecido. Aunque las croquetas y las tortillas siguen siendo un emblema —de hecho, sus croquetas de rabo de toro al Pedro Ximénez acaban de ser reconocidas como las mejores de Valencia—, la propuesta ahora va mucho más allá. Entre las novedades, destacan nuevas versiones de tortilla, como la de carbonara o la de blanc i negre, y raciones como las bravas Sibarita, los huevos rotos con jamón o la oreja a la plancha, una de las incorporaciones estrella de la temporada.
Una cocina que «no busca efectos especiales»
Si bien las croquetas y las tortillas son un clásico que nunca pasa de moda y que, en los últimos años, ha evolucionado con nuevas versiones y propuestas gastronómicas, en Sibarita hay una diferencia clave: el detalle. La elección del producto, su tratamiento y el respeto por cada receta son los pilares de una cocina que, según sus tres socios, «no busca efectos especiales», sino «sabores reconocibles, bien ejecutados y con mucha intención».
«La quinta gama no es para nosotros. Todo lo que servimos lo cocinamos nosotros, con producto de calidad. Intentamos que todo sea de España, aunque con algunas cosas, como especias, es complicado», subraya Iván Fernández.
En la misma línea, Miguel Álvarez destaca que «todos los platos se hacen al momento y sin precocinados». A ello se suma la visión de Bárbara Fernández, quien enfatiza: «Nuestra cocina es artesanal. Priorizamos el producto fresco, de calidad y de proximidad siempre que es posible».
Futuras aperturas de Sibarita
A corto plazo, el objetivo principal es consolidar su nuevo local y seguir perfeccionando la propuesta gastronómica. Sin embargo, ya tienen en el horizonte nuevas ubicaciones, tanto en Valencia como fuera de la ciudad. «Seguramente desembarcaremos en otro sitio en Valencia, en otro municipio valenciano y en Madrid. Pero, de momento, no podemos contar mucho más», adelanta el CEO.
En cuanto a la cocina, la intención es seguir «explorando nuevas recetas y platos, pero sin perder la esencia: cocina sencilla y bien hecha», añade el socio chef de Sibarita.
El foco ahora, según la directora de Comunicación, está en consolidar este proyecto y transformar Sibarita en un punto de encuentro «para quienes desean disfrutar de la comida sin prisas». La evolución continuará con nuevas aperturas ya en preparación y una ampliación de la propuesta para atraer a nuevos públicos. Se incorporarán experiencias gastronómicas para grupos, con menús diseñados para compartir y disfrutar, y se seguirán introduciendo novedades en la carta, siempre con el compromiso de mantener la esencia de una «cocina honesta y de calidad».
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