«Las estructuras educativas e investigadoras se convierten en motores de bienestar en los municipios donde se implantan, una situación que se da en toda España». Esta es una de las conclusiones que han puesto sobre la mesa Carmen Herrero, investigadora y Carlos Albert, economista, ambos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) durante la presentación de la monografía «Distribución geográfica de la renta de los hogares en España: prosperidad, desigualdad y pobreza», que han llevado a cabo de manera conjunta la Fundación Ramón Areces y el Ivie y que analiza la prosperidad, la desigualdad y la pobreza de los hogares españoles comparando los resultados por CC.AA., provincias y municipios de mayor tamaño.
Otro de los aspectos que pone de relieve el informe es que «los municipios que dependen del turismo tienen niveles bajos de bienestar», ha subrayado Carmen Herrero. Una situación que se da en localidades como Málaga, Alicante, Almería o Huelva. En opinión de los investigadores, «en estas ciudades viven los que trabajan para el turismo tienen salarios bajos, índice de desigualdad alto y tienen mucha pobreza». Si nos centramos en la Comunidad Valenciana, esta situación se da también en Benidorm y en Torrevieja.
Mientras que Sant Vicent del Raspeig, municipio de la provincia de Alicante, su bienestar ha ido creciendo «gracias a la presencia de la Universidad de Alicante ya que atrae a una población que eleva los niveles de renta de la población», ha resaltado Carmen Herrero.
El turismo y el bienestar de la población
Preguntados los investigadores sobre qué medidas deberían tomar los políticos ante esta situación que provoca el turismo, Carmen Herrero ha apuntado que la «tasa turística» sería una buena opción ya que contribuiría a mejorar las infraestructuras de dichos municipios.
Herrero ha señalado también que «los políticos no quieren escuchar que el turismo barato es una fuente de desigualdad, el problema está en quién se beneficia de los ingresos del turismo».
La investigadora del Ivie ha querido dejar claro que el problema no es el turismo «sino la forma de enfocarlo porque la actividad no es buena ni mala». «Si se enfoca impulsando la llegada de turistas que dejan dinero y respetan el entorno es interesante que vengan pero si es masivo no lo es». De todas formas, ha aclarado que «es difícil convencer a las autoridades de que no interesa el turismo barato».
En este punto, Carlos Albert ha puntualizado la importancia de atraer actividades relacionadas con el conocimiento. Es decir, «invertir en conocimiento es bueno para la sociedad. Hubs de empresas innovadoras, universidades… aumentan el bienestar del entorno».
País Vasco, la comunidad con mayores oportunidades de renta
Las comunidades con mejores oportunidades o prosperidad relativa son País Vasco, Madrid, Navarra y Cataluña, mientras que Extremadura, Andalucía, Murcia, Canarias y Castilla-La Mancha son las que proporcionan menores oportunidades a sus habitantes.
En concreto, «las oportunidades de renta de los jóvenes en todas las CC.AA. son peores que las de los mayores. Una situación que se da en todas las CC.AA«, destacan los investigadores del Ivie.
Carmen Herrero y Carlos Albert achacan esta conclusión a que «las pensiones en este país en comparación con los salarios son muy generosas». «Las pensiones son tan altas porque las personas que están jubiladas hoy tenían un trabajo estable ayer«, han informado. Sin embargo, esta situación no se da en el País Vasco donde los salarios son más altos que las pensiones.
Diferencia de oportunidades por edad y sexo
Por otra parte, si analizamos las diferencias de oportunidades de renta de los ciudadanos por edad y por sexo, los menores de edad tienen peores oportunidades de renta en relación con las personas en edad laboral, entre 18 y 65 años, pero, sobre todo, respecto a los mayores de 65 años que son, en todas las regiones, excepto en País Vasco, los que muestran mayor prosperidad relativa. Las mayores diferencias de prosperidad entre niños y mayores se dan en Navarra, con más de 35 puntos de distancia entre las oportunidades de renta de unos y otros, mientras que la menor se observa en Castilla-La Mancha, con solo 11,7 puntos.
Aunque todavía son muy pronunciadas, las diferencias de oportunidades de renta entre tramos de edad se han suavizado entre 2015 y 2021 (último año disponible). En el periodo analizado, que incluye la crisis de la covid-19, se ha reducido casi cinco puntos la distancia media que separa las oportunidades de renta de los mayores de 65 años respecto a los menores de 18 desde los 25,5 puntos de media a 20,9 puntos en 2021.
La brecha de género que no disminuye
La monografía refleja también que las mayores brechas de género se muestran en País Vasco, Asturias y Navarra, con más de 7 puntos de diferencia entre las oportunidades de renta de los hombres y de las mujeres, siempre a favor de los primeros. La menor brecha de género se observa en algunas de las comunidades menos ricas: Murcia, Extremadura y Andalucía.
Sin embargo, al contrario de lo ocurrido en las diferencias por edad, la desigualdad en oportunidades de renta entre hombres y mujeres ha crecido en todas las regiones desde 2015, excepto en Asturias, que se mantiene estable. Es decir, la brecha de género en este indicador se ha ampliado tanto en las regiones ricas como en las pobres. Las autonomías en las que más ha aumentado esa diferencia entre hombres y mujeres son Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Desigualdad en la distribución de la renta
En 2021, el estudio recoge que la mayor desigualdad de renta se aprecia en tres comunidades que se sitúan en los extremos en cuanto a prosperidad. Registran mayores desigualdades Madrid (3,1) y Cataluña (2,8), dos autonomías con elevadas oportunidades de renta; pero también Canarias (2,8), situada entre las menos prósperas. Frente a estas, las regiones con oportunidades medias son también las más igualitarias.
Por último, el estudio revisa la situación de la población con menores recursos, a través del análisis de la pobreza relativa (porcentaje de habitantes cuya renta está por debajo del 60% de la media) y la pobreza extrema o riesgo de exclusión (personas cuya renta es inferior al 40% de la media).
La pobreza disminuye pero no lo suficiente
El porcentaje de personas en pobreza relativa ha disminuido casi tres puntos porcentuales de media en España desde 2015, hasta situarse en un 19,6% en 2021. Sin embargo, al diferenciar por tramos de edad, el grupo de los niños y jóvenes hasta 18 años sigue siendo el más perjudicado con un 27,1% en situación de pobreza relativa. Pese a ser un porcentaje elevado, se ha reducido en 4,5 puntos respecto al dato de 2015 (31,6%). En el caso de las mujeres, el porcentaje se sitúa en el 20,4%, frente al 18,8% de los hombres. Además, esta diferencia relativa de 1,6 puntos es mayor que en 2015, cuando la brecha con los hombres era solo de 0,3 puntos porcentuales.
En todas las comunidades se ha experimentado entre 2015 y 2021 una reducción de la población cuyos ingresos están por debajo del 60% de la media de renta. Sin embargo, la mejora más pronunciada se ha registrado en Andalucía y Comunitat Valenciana. País Vasco, Aragón y Navarra son las regiones en las que el porcentaje de población con ingresos por debajo del 60% de la media es menor, 13,8%, 15,4% y 15,9%, respectivamente. Por su parte, Andalucía (27,2%), Extremadura (27%) y Canarias (26,1%) muestran las cifras más elevadas de pobreza relativa.
La pobreza extrema también ha disminuido en todas las CC.AA., de manera especialmente acusada en Andalucía, con una caída de 5,1 puntos, frente a la reducción de 3,2 puntos a nivel nacional. En España, un 8,8% de personas vivía con unos ingresos inferiores al 40% de la renta media nacional en 2021, frente al 12,1% de 2015. En 2021, Andalucía es la región con mayor porcentaje de personas en pobreza extrema, un 12,3%, mientras que en Aragón se observa el menor porcentaje, un 6,5%.