¿Quién cuida de los líderes?, por la mentora Sonsoles Frontera
Todos conocemos la fábula del leñador y la sierra de Stephen Covey: el leñador, agotado de tanto serrar árboles, se da cuenta de que el esfuerzo no es suficiente si no se para y dedica tiempo a afilar su herramienta. En el liderazgo ocurre lo mismo. Estamos tan enfocados en generar resultados y tomar decisiones estratégicas que olvidamos afilar nuestra «sierra» interna: nuestro bienestar.
El bienestar no es un lujo, es una necesidad. Como líderes, nuestro clima emocional impacta directamente en nuestros equipos, en las relaciones de nuestro entorno y en nuestra productividad.
Actualmente el líder parece un «súper héroe»: ha de tomar decisiones estratégicas, generar negocio, cuidar al cliente y fidelizar a los equipos. Esta realidad puede resultar abrumadora. Y la pregunta es: ¿quién cuida de los líderes?
Es momento de romper el mito de que el bienestar es algo que se atiende al final de la lista de prioridades. De hecho, invertir en bienestar es clave para mejorar la eficacia, tanto personal como profesional.
Como líderes, para rendir mejor, hemos de integrar en nuestra vida diaria el cuidado de nuestro bienestar integral: físico, mental, emocional, social, profesional y espiritual (propósito). Así, nuestras relaciones y nuestra salud no se resienten y nuestra satisfacción mejora. Y nos convertimos en líderes más productivos, creativos, equilibrados y más humanos.
Autoliderazgo y bienestar emocional
De todas las dimensiones, el bienestar emocional es uno de los pilares fundamentales del liderazgo efectivo. Un líder emocionalmente inteligente sabe reconocer el impacto de sus emociones en sus interacciones y sabe leer las emociones de su equipo. Utiliza esa información para decidir y comunicar de forma más consciente, para conseguir mejores resultados y mejorar las relaciones.
Para trabajar este bienestar, la Inteligencia Emocional nos da las claves y la hoja de ruta. Y la primera parada es el Autoliderazgo, el autoconocimiento, la autobservación. Sintonizar y ser conscientes de los que sentimos. La escucha profunda es fundamental. Como líderes, debemos empezar por escucharnos a nosotros mismos para poder atender mejor a nuestro equipo. Solo entendiendo nuestras propias necesidades podremos entender las inquietudes y aspiraciones de los demás.
Impacto en el equipo
Cuando el líder trabaja en sí mismo y en su bienestar, el equipo lo nota. Un líder saludable y equilibrado, que gestiona el estrés y sus emociones de manera inteligente, genera un entorno donde los profesionales se sienten escuchados, comprendidos y apoyados; y por ende, más motivados, productivos y leales.
Este es el impacto directo de directivos que ponen en el centro el bienestar propio y velan por el bienestar de su equipo, fomentando una cultura del bienestar que permea toda la organización.
Las emociones lo tiñen todo, estamos comunicando, consciente o inconscientemente, lo que sentimos y eso determina las decisiones, las acciones y los resultados, en uno mismo y en los demás. Y condicionan mucho la Gestión del Talento. Es crucial, para fidelizar a los mejores profesionales, atender a lo que «transmite» el líder en todos los «momentos de la verdad» (entrevistas, reuniones, mensajes, evaluaciones …etc).
Acompañamiento estratégico
Los líderes no tienen por qué hacerlo solos. En este sentido, el acompañamiento estratégico se convierte en una herramienta esencial para los empresarios, directivos o managers que quieren desarrollar un liderazgo empático desde la gestión de su bienestar emocional y el de su equipo.
La mentoría ofrece un espacio para reflexionar, aprender y actuar sobre aspectos clave de la inteligencia emocional: el autoconocimiento, la comunicación consciente, la gestión emocional, las relaciones y la empatía.
Los managers necesitan ese respaldo experto que les permita crecer, mejorar sus habilidades y marcar una diferencia significativa.
El camino hacia un nuevo liderazgo, eficaz y equilibrado, pasa por un acompañamiento que impulse al líder conquistarse a sí mismo, conocerse mejor, ampliar la mirada y cuidarse para alcanzar el equilibrio entre rendimiento y bienestar. Líderes exitosos, felices y plenos.
Trabajar en uno mismo, como líder, con ayuda de un mentor, es un regalo para nosotros y nuestro entorno, tanto personal como profesional. Invirtamos tiempo de calidad en nosotros mismos y luego, en los demás. Así llevaremos lo mejor de nosotros mismos a nuestras relaciones personales y profesionales. Nuestros resultados y nuestra vida, sin duda, mejorarán.
Un nuevo liderazgo
El camino hacia un nuevo liderazgo, eficaz y equilibrado, pasa por un acompañamiento que impulse al líder conquistarse a sí mismo, conocerse mejor, ampliar la mirada y cuidarse para alcanzar el equilibrio entre rendimiento y bienestar. Líderes exitosos, felices y plenos.
Trabajar en uno mismo, como líder, es un regalo para nosotros y nuestro entorno, tanto personal como profesional. Invirtamos tiempo de calidad en nosotros mismos y luego, en los demás. Así llevaremos lo mejor de nosotros mismos a nuestras relaciones personales y profesionales. Nuestros resultados y nuestra vida, sin duda, mejorarán.