Apostar por la energía social, ¿qué beneficios tiene a nivel empresarial?
Sin duda, la factura de la luz y los incrementos que esta ha experimentado en los últimos tiempos se ha convertido en una de las grandes preocupaciones tanto para los consumidores particulares como para las empresas.
Aunque 2023 empezó con una bajada de precios, según un estudio reciente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) los precios volvieron a tener una tendencia al alza durante los meses de verano y esta se sigue manteniendo todavía hoy. Unas cifras que no son nada alentadoras, sobre todo, de cara a los meses de frío, donde la calefacción y el cambio horario, hacen que hagamos un uso eléctrico mucho mayor.
¿Pueden las empresas afrontar este coste económico de una forma solidaria y comprometida? Rotundamente sí, apostando por la energía social, que además de ser energía verde ayuda a personas en situación de vulnerabilidad psicosocial. Y aunque, en un mundo tan agresivo como el de las comercializadoras de luz donde tendemos a pensar en grandes empresas y facturaciones multimillonarias, nos cuesta encajar la solidaridad, en España esto es posible.
Es así como Juan Energy, de la mano de Fundación Juan XXIII, se convierte en una de las pocas comercializadoras 100% solidarias de nuestro país. Y esto, ¿qué significa? Pues que, gracias a ella, se generan más oportunidades de inclusión social y laboral para personas en situación o riesgo de vulnerabilidad psicosocial, especialmente con discapacidad intelectual o enfermedad mental mejorando su calidad de vida, generando empleo de calidad y cumpliendo sus sueños.
Todo esto es posible porque basa su modelo de negocio en una economía social y con políticas de responsabilidad social. Podemos construir un mundo más justo y sostenible, sin ningún coste adicional.
Entonces, desde el punto de vista empresarial, ¿qué beneficios podemos obtener a la hora de apostar por una comercializadora que tenga estos valores y este modelo de negocio?
En primer lugar, apostar por una comercializadora sostenible y solidaria ayuda a las empresas a poner de manifiesto su compromiso con la inclusión y la sostenibilidad, lo que a nivel reputacional, es un plus que, sin duda, suma y mucho.
En segundo lugar, debemos tener en cuenta la satisfacción y el orgullo de pertenencia de las personas que conforman estas organizaciones, siendo conscientes de la importancia de trabajar en un lugar 100% comprometido y alineado con el cumplimiento de los ODS de la Agenda 2030.
En tercer lugar, y no por ello menos importante, debemos tener en cuenta que el hecho de apostar por este tipo de energía y contratar una comercializadora 100% solidaria nos permite cumplir con la Ley General de Discapacidad (LGD). Juna Energy se constituye como un Centro Especial de Empleo de Iniciativa Social, lo que supone que la contratación de los servicios que presta, por destinar el 100% de sus beneficios a la misión de Fundación Juan XXIII, contribuye con el cumplimiento de la LGD, norma de aplicación obligatoria para todas las empresas con más de 50 trabajadores.
En conclusión, potenciar la responsabilidad medioambiental y social de nuestro negocio es posible, simplemente, cada vez que encendamos la luz. ¿Cómo no vamos a querer hacerlo?