Impuesto sobre sociedades en 2022: novedades imprescindibles
La mayoría de empresas afrontan uno de los períodos fiscales clave: la presentación del Impuesto sobre Sociedades.
Se trata de un tributo ineludible para todas las empresas, pymes y demás entidades jurídicas que operan y obtienen beneficios en territorio español, que rinde cuentas sobre los resultados de la empresa en el ejercicio anterior. Sin duda, es uno de los impuestos más complejos, dado que hay tantas particularidades como tipos de sociedades existen. Además, en 2022 el Gobierno ha incorporado novedades a raíz de la nueva Ley de Startups.
Entidades de nueva creación
Entre las novedades del Impuesto de Sociedades de 2022, es remarcable el cambio en la tributación mínima de este impuesto para entidades de nueva creación, que se reduce del 15% al 10%. Esta medida tiene como objetivo impulsar las nuevas empresas y el emprendimiento, y es un avance fundamental para estimular y brindar apoyo a las pymes de nueva creación, cruciales para nuestra economía.
Tributación mínima
Otra novedad relevante del Impuesto sobre Sociedades es la reducción de la tributación mínima del 25% al 15% sobre la base imponible para empresas que facturen un mínimo de 20 millones de euros y para empresas que tributen en régimen de consolidación fiscal.
Esta medida se implementa en paralelo al proyecto BEPS 2.0 de la OCDE, que persigue lograr una tributación mínima global para las multinacionales del 15%. BEPS 2.0, que todavía no se ha implementado en España, pretende que las grandes corporaciones que operen en algún país con una tributación efectiva inferior al 15% acaben pagando ese defecto de tributación efectiva mediante un impuesto complementario.
Hay que destacar, sin embargo, que la reducción del 25% al 15% sobre la base imponible en la Declaración del Impuesto de Sociedades de 2022 solo afecta a grandes compañías españolas, que a pesar de suponer el 60% de la recaudación total, solo representan el 1% del tejido empresarial español.
Las pymes, el tipo general
Por contra, las pymes mantienen el tipo general del 25%, a pesar de representar el 98% del tejido empresarial español y ser agentes claves en la generación de actividad económica. Esta disparidad entre grandes compañías y pymes es solo una evidencia más del olvido que sufren a menudo las pequeñas y medianas empresas en España, determinantes para la economía y el sistema productivo, industrial, laboral y social español.
El Impuesto sobre Sociedades es el tercer tributo con más peso en la hacienda pública española, con una aportación del 11,9% en 2021, aunque a gran distancia del IRPF (42,3%) y del IVA (32,5%).
Más presión fiscal que en Europa
En este sentido, en relación al Impuesto sobre Sociedades, España presenta una presión fiscal un 27,2% superior a la media de la UE, y un 22,2% por encima del promedio de la OCDE, según el informe sobre el Índice de Competitividad Fiscal (ICF) de TaxFoundation.
De hecho, el informe concluye que España es uno de los países de la OCDE con mayor presión fiscal a las empresas y lo sitúa en la posición 30 del total de los 37 países analizados.
Criptomonedas
En 2022, Hacienda ha puesto el foco en la declaración de las criptomonedas y, de hecho, ya está dando pasos para elevar su control en 2023. De momento, este año hay que recordar que las sociedades que adquieran criptomonedas no deben declararlas, pero sí deben declarar los beneficios obtenidos por operaciones con criptomonedas, ya sea por venta o por intercambio.
Tal y como sucede con cualquier otro activo financiero, tanto la compra como la venta de criptomonedas debe registrarse en la contabilidad de la sociedad. En relación al Impuesto de Sociedades, las ganancias conseguidas en operaciones con criptomonedas tributarán al 25%, en función de la diferencia de lo que costó la criptomoneda al comprarla y el beneficio de la venta, y se podrá añadir un 10% de amortización por deterioro de valor.
Digitalizar para ahorrar
Para evitar que todas estas novedades y particularidades del Impuesto de Sociedades representen un problema para autónomos y pymes, es fundamental tener digitalizada y automatizada la contabilidad y gestión de negocio. Según varios estudios, muchos de estos colectivos no han completado su proceso de digitalización. A pesar de que se ha producido un avance importante a raíz de la pandemia y el teletrabajo, todavía hay autónomos y pymes que no apuestan por herramientas o sistemas digitales en la nube.
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