Constitución exprés de sociedades en Valencia: ¿realidad o mito?
José Miguel Moreno García, Abogado especialista en Derecho Mercantil en GRA Consultores
Esta semana leía la noticia de que Zamora Company fichaba a un CEO ajeno a la propiedad para impulsar el crecimiento de su compañía, uniéndose así a la estrategia de muchas empresas familiares que han apostado por esta opción, como hicieran en su día Delaviuda o García Carrión.
Para un empresario, la empresa es lo primero y no duda ni un solo momento en tomar decisiones empresariales por encima de las personales. Es decir, no pone de director a un familiar que no dé la talla, ni a un amigo que no sirva para el puesto. Los empresarios eligen a profesionales que hacen crecer las ventas de las compañías cada año, que generan beneficios, que investigan, que incorporan nuevos productos y servicios al mercado y que fomentan el talento dentro de la organización. Y, todo ello, aderezado de una visión de liderazgo que además contribuya a que la imagen de la marca sea impoluta.
Y teniendo en cuenta estas decisiones se ven los resultados: compañías que crecen, que ganan dinero y que generan empleo.
Si este mismo ejemplo se aplicara en el ámbito político y el líder de turno pensara en el resultado de su gestión para la ciudadanía (excluyendo honrosas excepciones):
En definitiva, es necesario profesionalizar la gestión en todos los ámbitos, el sector privado lo tiene claro, ¿y el ámbito político?, juzgue el lector.
José Miguel Moreno García, Abogado especialista en Derecho Mercantil en GRA Consultores
Matteo Pressacco, EU Projects Consultant-European Funds en Euro-Funding
Mariana Longobardo, Directora en Servicio de Estudios BME