Pablo Saiz (Modulab): “Si baja el precio de la construcción sube el del suelo”
«Viendo lo difícil que le resulta a una persona construirse una casa, no solo por costes sino por procedimientos y procesos largos, llenos de incertidumbres y costosos tanto a nivel de proyecto como de construcción, decidimos ofertar viviendas ya prediseñadas. De esta forma, el proyecto sería más económico y el sistema de construcción mejoraría los plazos y la calidad y optimizaría los costes. En ese momento, comenzamos con la construcción industrializada donde fuimos pioneros”, explica Pablo Saiz, arquitecto y socio director de Modulab, una empresa familiar que comenzó su andadura en 2007 con la idea de aportar al mundo de la construcción y de la arquitectura una nueva metodología a la hora hacer las cosas.
Actualmente, Modulab es especialista en edificación industrializada de bajo impacto siguiendo criterios de sostenibilidad y máxima eficiencia energética.
Qué es la construcción industrializada
– ¿En qué consiste la construcción industrializada?
La construcción industrializada de Modulab es aquella que utiliza los mismos recursos que la industria aplicados al mundo de la construcción para conseguir sus mismos fines –productos de calidad a un coste ajustado–.
Concretamente, consistiría en la unión de tres estrategias. La primera de ellas sería la construcción por componentes, que ya no se concibe como la entendemos actualmente sino como elementos que se montan y se unen. La segunda estaría vinculada a la organización del trabajo. Y la tercera consistiría en la utilización de toda la tecnología existente incluyendo la digital.
Herramientas como el Lean Construction, que aplica las metodologías de organización del trabajo en la industria a la construcción. Y las tecnologías TIC, que nos permiten en Modulab diseñar un edificio con todo tipo de información para poder generar las órdenes de producción de manera automática, han mejorado los procesos productivos y de diseño.
Mucha gente cree que la construcción industrializada consiste solo en producir en una fábrica y montar en una obra. Sin embargo, si no optimizas los procesos, no estás empleando toda la capacidad que tiene la industria hoy en día para la construcción.
Modulab y la sostenibilidad en la construcción
– ¿Cómo aplicáis la sostenibilidad a la construcción industrializada?
La construcción es una de las actividades que mayor impacto negativo tiene en nuestro entorno ya que consume energía y recursos y genera residuos en sus tres ciclos: a la hora de construir y de vivir y al final de su vida útil. Por lo que es necesario analizar su ciclo de vida y, sobre todo, la fase de demolición.
Ahora mismo, la construcción tradicional trabaja en ciclos abiertos que van de la cuna a la tumba. La cuna sería cómo se extraen esos materiales y al final de su vida útil (tumba) generan residuos. Sin embargo, la construcción industrializada cierra los ciclos y van de la cuna a la cuna. Con lo cual, una vez seleccionados los materiales y construido el edificio, estos se pueden desmontar, reutilizar, reciclar y volver a la construcción. Esto sería economía circular. Con la construcción industrializada, los edificios pasan a ser minas de materiales.
Gran variedad de proyectos
– Además de vosotros, ¿hay muchos más que se han subido al carro de construcción industrializada?
Sí, se está aplicando en proyectos de viviendas unifamiliares y plurifamiliares, hoteles… Con trabajos muy innovadores e incluso en naves industriales.
– ¿Y en el apartado público?
La Administración no se ha incorporado todavía a la construcción industrializada. El Gobierno va un paso atrás. Sí que están muy pendientes de cuestiones como la rehabilitación energética, pero debería implicarse más en la economía circular ya que esta será la puerta para la construcción industrializada.
– En cuanto a costes, ¿qué diferencia hay entre una vivienda edificada a través de construcción industrializada y de la manera habitual?
Con el mismo nivel de prestaciones –consumo energético, confort y calidad– realizarla mediante un proceso de construcción industrializada es más económico que de manera tradicional y se puede ejecutar en tres meses. De todas formas el precio, cuando la construcción industrializada esté instaurada lo conseguiremos batir pero no conviene porque si bajamos el precio de la construcción subiremos el del suelo.
La importancia de los materiales para Modulab
– Apuestas por la madera en tus construcciones. ¿Por qué otros materiales te decantarías?
En Modulab vamos a tender a utilizar materiales con menor impacto medioambiental. En el siglo XXI yo destacaría la madera ya que se trata de un material renovable que, con una gestión sostenible, no se va a agotar y su implantación tiene un impacto positivo en el medio.
La cerámica será el siguiente material que va a estar presente en la construcción. No es renovable pero la materia prima es abundante y sus prestaciones son asombrosas en cuanto a durabilidad y resistencia. Vamos a tender hacia una cerámica tecnificada. El acero seguirá estando presente. En cuanto al aluminio, que se podría emplear para estructuras y, a pesar de ser 100 % reciclable, sigue siendo caro.
El hormigón es el material del siglo XX y es muy económico. Su único inconveniente es la energía embebida y las emisiones que genera producirlo. Se seguirá utilizando pero de manera más concreta y en elementos más particulares. No desaparecerá porque es insustituible en muchos elementos pero los proyectistas debemos emplearlo con más inteligencia.
– ¿Qué papel juega en todo ello la impresión 3D?
Es una tecnología en desarrollo y, por ahora, es muy eficaz en pequeño formato. Todavía nos va a costar ver su aplicación en proyectos de arquitectura global. Pero, sí que puede ser útil para pequeños componentes del edificio y piezas singulares.
Construcción industrializada en las ciudades
– ¿Qué ganaríamos los ciudadanos con una arquitectura de bajo impacto en nuestras urbes?
Conseguiríamos que toda la contaminación producida a través de las emisiones por climatización se redujera. En cuanto a los métodos constructivos, otro de los impactos positivos más evidentes es que las obras durarán mucho menos. Finalmente, si entendemos que los edificios puedan ser minas de materiales veremos las ciudades también desde esta perspectiva. Dejarán de ser sumideros de productos para convertirse en manantiales.
En las ciudades hay otras cuestiones a tener en cuenta como es la inclusión de la biodiversidad. En este sentido, la naturaleza debe estar cada vez más presente en los edificios a través de fachadas o cubiertas verdes.
La ciudades también podrían convertirse en alojamiento de especies animales, no solo de gatos y perros. De hecho, están surgiendo muchas iniciativas en esta línea sobre todo ante la posibilidad de que las aves puedan anidar.
– Muchas personas no tienen acceso a una casa digna. ¿La construcción industrializada sería una posibilidad?
El mayor problema del precio de la vivienda es que una mayor parte del coste corresponde al suelo. Por otro lado, el mercado de la vivienda es libre y es el que establece el precio. Con lo cual, es una cuestión más social e institucional que técnica, que está disponible. Es necesario que haya promotoras dirigidas a vivienda social, que pocas lo van a hacer porque tienen menos margen de beneficio, o que haya iniciativas institucionales dirigidas a vivienda social.
Nuevas formas de vivienda
– Están surgiendo nuevos usos de la vivienda en función de la evolución de la familia, el trabajo…
La vivienda siempre ha estado vinculada a la sociedad. Las estructuras familiares cambiantes darán lugar a nuevas tipologías. Con lo cual, el coliving puede tener una entrada mayor. Sin embargo, la normativa urbanística está diseñada para un modelo de familia y uno de economía en la cual, la gente de clase media, hace 40 años, se podía comprar una parcela. Ahora ya no. La economía está mucho más restringida y el precio del suelo ha subido. Por ello, sería necesario actualizar dicha normativa para dar pie a esos nuevos usos como el cohousing o el teletrabajo.
Otro aspecto que hay que contemplar es la tercera edad. Es necesario revisar el sistema de residencias de mayores y hay que hacerlo desde la arquitectura. Hay que entender esos espacios como lugares donde ellos puedan tener un entorno vital y social adecuado. No digo ya aquellas personas de la tercera edad que son dependientes. La cuestión de vivienda y vivienda colectiva debe redefinirse teniendo en cuenta las nuevas necesidades y tipologías sociales que se están definiendo porque estamos muy anticuados. Por ello, es necesario actualizar la normativa urbanística y de construcción y aplicarla a las nuevas tecnologías de la construcción.
En el futuro, la construcción debe optimizar sus procesos. ¿Por qué no ha habido antes noticias sobre la construcción industrializada? Porque a la construcción no le hacía falta estar optimizada, tenía grandes márgenes, con lo cual, le permitía hacer cosas de manera ineficaz y le daba igual ser eficaz.