La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, aseguró este martes que España hará «el mejor uso» de las ayudas que reciba del fondo de recuperación europeo tras la pandemia y que el Gobierno buscará el «máximo apoyo» interno a su plan de inversión y reformas.
«Estamos trabajando en un plan nacional de recuperación, transformación y resiliencia, llevando a cabo un ejercicio de priorización para asegurar que los recursos son usados para promover los procesos de transformación que necesita la economía española», dijo Calviño en el Brussels Economic Forum, la conferencia económica anual organizada por la Comisión Europea.
Ante la audiencia comunitaria explicó que este plan incluirá una «ambiciosa agenda de inversiones y reformas estructurales» que estarán alineadas con las prioridades de la Unión Europea y tendrán cuatro ejes: la transición ecológica, la transformación digital, la cohesión social y territorial y el cierre de la brecha de género.
«Buscaremos tener el máximo apoyo político y social en casa, trabajando con el sector privado, las regiones y municipios y los agente sociales. Estamos decididos a actuar rápido y avanzar rápido hacia la fase de recuperación», afirmó Calviño en el discurso de apertura de un evento que reúne -este año virtualmente- a políticos, empresarios y académicos.
Y es que uno de los puntos clave – y mas difíciles de negociar- del acuerdo alcanzado en julio para crear un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros fue la exigencia de que los países usen las ayudas para las prioridades marcadas por Bruselas, algo que será controlado por la Comisión Europea y el resto de Estados miembros.
Calviño calificó el acuerdo de «paso histórico» para el futuro de la UE, pero insistió en que «queda mucho por hacer» puesto que el impacto económico de la pandemia seguirá desplegándose en los próximos meses, por lo que subrayó la necesidad de «trabajar rápido para implementar cuanto antes» los planes nacionales.
De cara a los próximos meses, incidió en que «las previsiones económicas son casi misión imposible», pero el foco debería ponerse en reactivar el crecimiento y la creación de empleo cuanto antes y proteger la inversión, actuando «rápido» y de manera efectiva.
En clave nacional, Calviño defendió las medidas adoptadas por el Gobierno para proteger el empleo, en particular los ERTE, y facilitar liquidez al principio de la pandemia, sin las cuales, dijo, este año el PIB habría caído un 23 % y se habrían perdido tres millones de empleos.
Estas acciones equivalieron al 4 % del PIB español en gasto adicional y al 10 % del PIB en liquidez, afirmó. Añadió que los indicadores apuntan a que hubo un «punto de inflexión» en mayo, de modo que la economía española ha pasado a una fase de «reactivación», y reiteró que las previsiones del Gobierno apuntan a que el PIB crecerá por encima del 10 % ya en el tercer trimestre.