La comunicación como arma frente al COVID-19
Era difícil prever una situación así. La pandemia que estamos sufriendo a nivel global ha hecho temblar de uno u otro modo la rutina de cada una de las personas de este planeta. Las implicaciones humanas, sociales y económicas de esta situación extrema aún están por evaluar y cuantificar.
Pero ninguno de nosotros deberíamos ser ajenos a ellas. Las marcas, probablemente menos que nadie.
Que una marca sea valiosa y relevante depende en gran medida de su capacidad de reacción a la realidad y las circunstancias que la rodean, por complejas que estas sean. Su comunicación forma, sin duda, una parte indispensable de esa capacidad de reacción. Porque es la ventana a través de la cual puede modularse la percepción que los distintos públicos tienen de ella. La voz que la sitúa y la posiciona en un escenario inusualmente volátil (el que está dibujando en estos momentos el COVID19).
Que una marca sea valiosa y relevante depende en gran medida de su capacidad de reacción a la realidad y las circunstancias que la rodean
Esta voz necesita ser cosas muy distintas para cada uno de sus públicos. Transmitir serenidad y comprensión a los empleados. Liderazgo a los clientes. Apoyo a sus proveedores y colaboradores. Confianza a potenciales socios. Pero, sobre todo, elevar y comunicar más que nunca el propósito de la marca. Su razón de ser y su espacio en un mercado y una sociedad que, en muchos aspectos, va a cambiar para siempre tras estos meses.
El COVID19 ha traído consigo incertidumbre. Miedo. Pero también la oportunidad de hacer aún más evidente el valor humano de las marcas. Su capacidad de reorientar sus objetivos de negocio y ponerlos al servicio de una sociedad que las va a necesitar quizá más que nunca. No es el momento de que las marcas callen. Al contrario: deben hacerse escuchar más que nunca.
No es el momento de que las marcas callen. Al contrario: deben hacerse escuchar más que nunca.
Y deben hacerlo a través de la acción, la empatía y la cooperación, liderando proyectos que, progresivamente, confirmen su condición de motor social y referentes a la hora de dejar atrás cuanto antes los efectos de esta pandemia. Y, por complejo que parezca, llegar a cumplir este objetivo es una cuestión de liderazgo y cultura corporativa, nada más.
Aquellas marcas que estén en primera línea, llevando a cabo acciones responsables y liderando la comunicación, saldrán reforzadas de esta crisis. Y aquellas compañías que vayan un paso por delante y aprovechen estas semanas para preparar sus planes de comunicación y acción post-coronavirus; serán las referentes que liderarán el cambio.
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