El atractivo del “Made in Spain” llega a las empresas en dificultades

Senior manager Financial Advisory. BDO

Mucho se ha hablado y se habla de la vuelta de la inversión extranjera a España, pero poco o nada de que las nuevas condiciones de nuestro entorno económico son favorables a la adquisición de empresas en dificultades por parte de empresas extranjeras.

Más allá de las marcas españolas internacionalmente reconocidas, los inversores extranjeros buscan los atributos positivos y la calidad Made in Spain o Marca España en diversos sectores; en especial, los de alto valor tecnológico y un elevado grado de I+D+i, como TIC, medioambiente y tratamiento de aguas, biotecnología, ciencias de la salud y naval, entre otros, con el objetivo de abrir nuevos mercados.

Las empresas extranjeras que quieren producir en España encuentran ahora un entorno más propicio y favorable, esencialmente gracias a la calidad de las infraestructuras, al nivel de cualificación de los trabajadores, a unos costes salariales más competitivos que nuestros homólogos europeos, a reducidos costes de alquiler de oficinas y naves industriales y a los programas de incentivos, tales como subvenciones otorgadas por las administraciones locales, autonómicas y el Estado.

Pero el hecho que más ha potenciado el atractivo de España para el inversor extranjero son las diversas modificaciones concurridas en nuestro marco legal. Actualmente existe un sistema favorable para los inversores, ya que la norma española ha adaptado las reglas de inversión extranjera a un régimen de liberalización, sin distinción entre los residentes de la UE y los no residentes, dando facilidades a las multinacionales extranjeras para operar en nuestro país.

Al mismo tiempo, el pasado año se caracterizó por la puesta en marcha de medidas jurídico-fiscales que han logrado que la presión fiscal española esté notoriamente por debajo de la media europea de la UE-27. Por ejemplo, en 2015 se prevé reducir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), el Impuesto sobre Sociedades y mantener el nivel de tributación para los trabajadores extranjeros.

Además, nuestro mercado laboral tiene actualmente una buena dosis de flexibilidad y una amplia oferta de profesionales cualificados. Por otro lado, en el ámbito de la innovación, el régimen fiscal favorable a las actividades de I+D+i y el implemento progresivo de la e-Administración, ha cobrado gran relevancia a la hora de tomar la decisión de invertir en España.

Empresas con dificultades
Al margen de estos aspectos, lo cierto es que ser candidato a la adquisición de una empresa española con dificultades requiere una cierta audacia. Para un inversor extranjero, el éxito de la adquisición de una empresa con dificultades en España está estrechamente vinculado con el cumplimiento de fundamentos específicos para este tipo de operaciones.

El proyecto debe ser primero sostenible y adecuado desde el punto de vista humano y social, siendo el mantenimiento de puestos de trabajo una prioridad en todos los ámbitos. Por ello, el proyecto debe tener en cuenta el mantenimiento de la actividad y el empleo de la empresa target o, incluso, potencialmente ser una fuente de nuevas sinergias económicas y apertura de nuevos mercados.

Los compradores deben anticipar todas las medidas que permitirán el (re)inicio del negocio en las mejores condiciones: la renegociación de los contratos de alquiler y de arrendamiento financiero, las necesidades de financiación necesarias para poner en marcha el negocio, el presupuesto de inversión, la revisión de las políticas contables…

La calibración precisa de todos los parámetros (impactos fiscales, capital circulante en el momento de la toma de control, inversión en activos fijos, etc.), es una etapa imprescindible, de la misma manera que un profundo análisis jurídico.

La oferta completa debe realizarse dentro de un espacio de tiempo muy corto –entre unos pocos días y unas pocas semanas–, debido, generalmente, al deterioro de la posición de caja de la empresa objetivo.

Por último, la participación de las autoridades públicas locales y autonómicas es esencial durante el proceso de la transacción: no solo puede ayudar a garantizar la operación, a través de subvenciones o ayudas, sino también a allanar el camino a todas las partes interesadas.

Prioridades para el inversor
Las prioridades para los inversores extranjeros son, por lo tanto, analizar la empresa con dificultades, mediante la realización de un trabajo profundo de “due diligence” financiero, legal, fiscal y laboral (a veces también estratégico y/o comercial y medioambiental), y entender las especificidades de la normativa española respecto a la adquisición de las empresas con dificultades o en situación concursal.

A pesar del cierto desafío burocrático, podemos afirmar que los inversores extranjeros ven un momento muy propicio para invertir en empresas con dificultades, y más si cuentan con las condiciones profesionalizadas de financiación ofrecidas por nuestro sistema bancario para aterrizar en España.