El futuro de Europa, según las empresas españolas
Socio de Auditoría en Grant Thornton
Incluso en los peores momentos de la crisis, los empresarios españoles se han mostrado como los más comprometidos con el proyecto europeo. En 2014, los primeros signos de recuperación económica han reforzado aún más su apuesta por Europa, e incluso comienza a verse con buenos ojos la dureza de los ajustes recetados por Bruselas.
A través de nuestro informe “El futuro de Europa”, en Grant Thornton llevamos tres años analizando las posturas empresariales sobre temas fundamentales para la construcción europea como la integración económica, política y normativa, las ventajas y desventajas del euro, o el impacto de las medidas de austeridad en el crecimiento de las empresas.
Durante todo este periodo, en el que hemos pasado del abismo de la prima de riesgo al comienzo de la tan esperada recuperación, nuestros líderes empresariales han mostrado un sólido compromiso con Europa, notable entre los 22 países que incluye la encuesta (miembros de la eurozona, resto de la Unión Europea y países vecinos). De hecho, pese a la crisis y a los problemas en el seno de la Unión Europea, en España los porcentajes de apoyo a una mayor integración son muy superiores a los de Alemania, Francia o a la media de la eurozona.
Un 86% de los encuestados en España aboga en 2014 por una mayor integración económica en la Unión Europea (8 puntos más que el año pasado). El apoyo a una mayor integración política alcanza el 69% (6 puntos más que en 2013), mientras que un 72% desearía una mayor convergencia normativa (5 puntos más que en el año anterior). Estos porcentajes resultan muy superiores a los del resto de la eurozona, donde la media de apoyo alcanza el 62% en el caso de la integración económica, el 45% en el de la política y tan solo el 39% en la convergencia normativa.
Las incontenibles subidas de la prima de riesgo, que solo pudieron ser conjuradas con la intervención tardía pero efectiva de las instituciones europeas, parecen haber dejado grabada en la memoria de nuestros empresarios la impresión de que la solución está en una Europa más cohesionada y de que la salida real de la crisis será imposible en solitario. Sin embargo, ese efecto no se aprecia en otros países, como Italia, que han pasado por circunstancias similares a las nuestras.
En política, las cosas cambian
Esta opinión generalizada de nuestros empresarios contrasta con los resultados de las últimas elecciones al Parlamento Europeo, en la que los votantes han castigado duramente a los partidos políticos dominantes durante la crisis. Estas posiciones divergentes, que pueden parecer indicativas de un divorcio entre el empresariado y el resto de la sociedad, no son sino el reflejo de una visión menos pasional y más a largo plazo por parte de nuestras empresas, condicionada de forma significativa por la debilidad del mercado interior.
Donde sí se aprecian unos mínimos resquicios en el europeísmo de nuestros líderes empresariales es en la valoración de los efectos del euro. La mayoría, un 73%, considera que, en general, la pertenencia al euro ha tenido un impacto positivo en la economía de nuestro país. Este porcentaje, a pesar de encontrarse alineado con la media de la eurozona, supone un descenso de 9 puntos respecto a la anterior edición del estudio en 2013.
Una vez espantados los temores a una posible salida de la moneda única, parece que va habiendo más espacio para visiones críticas frente a los dolorosos efectos secundarios que hemos padecido en el proceso de devaluación interna al que hemos sido sometidos, en el que han sido seriamente afectados los beneficios empresariales, las remuneraciones de los trabajadores, pero sobre todo, el empleo. Tan solo un 4% apoyaría la salida de España de la unión monetaria, con lo que queda claro que nuestros empresarios no conciben la economía española sin el euro.
Quizá la prueba más clara del apoyo a Europa por parte de las empresas españolas es su percepción sobre las políticas de austeridad promovidas desde Bruselas. En Grecia e Irlanda, la opinión de que estas políticas han perjudicado el crecimiento de los negocios es mayoritaria (69% y 64% respectivamente). Sin embargo, en España ese porcentaje alcanza tan solo el 31%. De hecho, un 45% de los directivos afirma que las políticas de austeridad no han afectado al crecimiento de sus empresas, e incluso un 20% considera que dichas políticas han resultado positivas.
Probablemente nuestros empresarios, más que reconocer un beneficio directo de la austeridad, atribuyen a estas políticas la capacidad para sortear lo que podría haber sido un colapso económico que habría afectado no solo al crecimiento de las empresas, sino a su propia existencia.
Mayor confianza
Esa sensación de que lo peor ha pasado está detrás del fuerte aumento de la confianza de los líderes empresariales españoles. En términos absolutos, un 47% de los empresarios españoles se considera optimista sobre la evolución de la economía en los próximos doce meses, cifra muy inferior si la comparamos con el 84% en Alemania, pero superior al 40% en Italia y bastante superior al 23% en Francia.
El indicador de confianza empresarial a futuro se ha demostrado como una predicción precisa de la evolución económica a corto plazo, por lo que esperamos que el optimismo recuperado se traduzca en un futuro próximo en mayores y más rápidas mejoras.
Puede descargarse el estudio “El futuro de Europa” en www.GrantThornton.es