Uno de los pasos más importantes en la creación de un negocio, es conocer quién es la competencia. su correcto análisis nos permite verificar la viabilidad de nuestro proyecto. Es fundamental poder identificar a nuestros competidores, conocer sus fortalezas y detectar sus debilidades. De esta manera, podremos implementar la estrategia más efectiva para posicionarnos en el mercado.
¿Quién es mi competencia?
Un error muy común, que se suele cometer al pretender identificar a la competencia de mercado, es basarse en el producto que se ofrece y no en la necesidad que se busca satisfacer. Otro error es que se suele pensar que nuestra competencia está limitada a nuestro mismo plano geográfico. Es decir, que solo nos afectan los negocios de nuestro entorno, la misma área o sector. Estos son dos errores que pueden limitar en gran medida el desarrollo de nuestro negocio por presentar una imagen equivocada de nuestros competidores.
En consecuencia, al definir quién es la competencia, debemos incluir a todas aquellas personas físicas o jurídicas, orientadas a promocionar el mismo producto, prestar el mismo servicio o satisfacer las mismas necesidades que nosotros. Sin importar los términos de la distancia o lugar donde se encuentren.
Por ende, nuestra competencia siempre va a ser quien ofrezca lo mismo que nosotros, en términos de satisfacción de la necesidad del mercado, sin importar el lugar donde se encuentren o el producto que se promociona.
Competencia directa e indirecta
El primer paso para identificar y entender a nuestra competencia es averiguar quiénes son, qué tipo de competencia real representan para nuestro negocio y cómo se desempeñan en el mercado. Hay dos tipos de competidores: directos e indirectos. La diferencia entre ellos gira en torno a los productos que venden:
Competencia directa: toda aquella persona física o jurídica, que se encuentra en la misma área de mercado, que pretende satisfacer la misma necesidad que nosotros y que ofrece el mismo producto o servicio.
Competencia indirecta: es aquella que vende productos diferentes y sus servicios no están directamente relacionados con los nuestros. Sin embargo, pueden afectar negativamente nuestras ventas al satisfacer las mismas necesidades de una forma diferente.
¿Qué aspectos de la competencia hay que analizar?
Antes de iniciar un negocio, es fundamental identificar a nuestros competidores, pero no basta solo con identificarlos. Debemos establecer cuáles son los aspectos que realmente los convierten en nuestra competencia. Para esto, debemos fijarnos en:
- Su posicionamiento en el mercado.
- Sus productos y/o los servicios que ofrecen.
- Su estrategia de ventas y planes de marketing.
- Precios y volumen de ventas.
- Sus proveedores y su red de distribución.
- Tamaño de la empresa.
Y en general, todo aquello que podamos considerar de relevancia.
¿Por qué es importante analizar nuestros competidores?
Hay más de una razón. El análisis de nuestros competidores es un componente esencial del estudio de mercado, porque nos permite determinar la viabilidad de nuestro proyecto. Nos brinda una visión global sobre los actores que están presentes y que compiten con nuestra oferta. Al poder analizarlos, podremos identificar sus fortalezas y debilidades y, en general, comprender su estrategia.
Además, la competencia también es una fuente de mejora a través de un proceso de evaluación comparativa. De hecho, las prácticas de los mejores son ricas en lecciones para hacer que nuestros procesos sean aún más eficientes.