En un mercado de constantes cambios y cuyo futuro es incierto, los financiamientos son cada vez menos flexibles y más difíciles de obtener. Es por ello que la deuda mezzanine sigue adquiriendo mayor popularidad a nivel mundial. Indiscutiblemente, la deuda mezzanine tiene sus aciertos y puede ser una gran ayuda para potenciar la empresa.
Ahora bien, ¿Qué es?, ¿Para qué se usa? ¿Qué tipo de empresas la utilizan? Sigue leyendo y descubre la respuesta a estas y otras interrogantes.
¿Qué es la deuda mezzanine?
La deuda mezzanine consiste en un tipo de financiamiento que se encuentra entre la deuda senior y el capital propio de una empresa. Es decir, su costo es mayor que el valor de una deuda bancaria, pero mucho menor que los costes de capital.
Se trata de una estrategia híbrida que obtiene un retorno similar al que buscaría la contribución de capital, pero en cuanto a estructuras de pago, esta tiene preferencia sobre los accionistas. De hecho, otorga mayor flexibilidad y personalidad de acuerdo con la empresa.
Este es uno de los tipos de deuda que tienen características de pago flexibles que se adaptan a las necesidades del negocio, permitiendo mantener la porción de equity a los accionistas.
Por otro lado, existen diversos tipos de deuda mezzanine que se diferencian dependiendo de la estructura o los términos de la deuda, los más comunes son:
Bonos convertibles: esta clase de bonificación pueden llegar a convertirse en acciones de la empresa emisora.
Préstamos subordinados: dicho préstamo mezzanine tiene una prioridad de reembolso más bajo que otras financiaciones en caso de quiebra en la empresa.
Acciones preferentes: son acciones que tienen derechos de votos limitados, pero con una prioridad de reembolso mucho más alta que el capital propio en casos de quiebra.
¿Qué nivel de riesgo tiene la deuda mezzanine?
Es una financiación arriesgada, ya que es menos segura en casos de quiebra. Y es que los inversores toman los mismos riesgos que los accionistas, pero reciben en forma de intereses beneficios recurrentes. Mientras que el accionista no tiene garantizado recibir algún beneficio mediante dividendos.
Sin embargo, a pesar de su riesgo, lo cierto es que también ofrece grandes ventajas tales como:
- El inversor obtiene la posibilidad de conseguir acciones de una compañía a cambio de la deuda prestada.
- Los intereses que genera son más elevados que los de la deuda senior.
- Incrementa el coste financiero para la empresa.
- Cubre una amplia variedad de necesidades tanto de circulantes como a largo plazo.
¿Qué tipo de empresas utilizan este tipo de deuda?
Aunque cualquier empresa podría emitir la deuda mezzanine, por lo general, las compañías que suelen utilizar esta financiación son aquellas de tamaño medio cuyo valor en el mercado oscila entre los 200 y 2.000 millones.
La razón principal es que este tipo de empresas aún no cuentan con el tamaño suficiente para competir con los grandes mercados capitales mediante préstamos apalancados o emisiones de high yield (alto rendimiento). Incluso muchas de ellas tampoco tienen sus necesidades cubiertas con capital de riesgo o prívate equity.
¿Para qué se usa la deuda mezzanine?
Se usa frecuentemente para rellenar los huecos o vacíos (gaps) de financiación a medida que la empresa crece y evoluciona. Dicho vacío puede originarse en:
El tiempo
Esto sucede cuando una empresa privada agota todo su capital que proviene de una venture capital inicial (capital de riesgo), pero que aun así está tratando de llegar a la siguiente etapa, lo que sería la salida a bolsa. Durante ese hueco temporal, una emisión de la deuda mezzanine tendría una excelente cabida.
La estructura de capital
Esta clase de deuda ofrece una financiación que va más allá de lo que los prestamistas están dispuestos a pagar, claro, sin diluir significativamente el capital de los accionistas involucrados.
Operaciones puntuales
El mezzanine es una gran opción cuando los vacíos se originan en las operaciones puntuales, pues este tipo de deuda se puede utilizar para completar las necesidades de financiación en una operación, como en una compra apalancada o leverage buyout (LBO).
Características de la deuda mezzanine
Este financiamiento se caracteriza por ser una deuda de alto rendimiento que forma parte del capital que es representado por elementos financieros como garantías u opciones.
También es una estrategia más económica que la financiación con accionistas, es muy favorable, puesto que contablemente es tratado como capital y no igual que una deuda, lo que a su vez aumenta la flexibilidad a la empresa.
Otra de sus características es que, en líneas generales, las emisiones de deuda mezzanine oscilan entre los 5 y 50 millones de euros.
Además, su estructura es muy variable y se negocia entre las partes implicadas en el acuerdo. Pero siempre será menos líquida que los high yield, bonos de alto rendimiento o de un préstamo apalancando que podrían solicitar aquellas empresas más grandes.
Este tipo de emisiones no requiere de una calificación crediticia y tiene una duración para un periodo de tiempo temporal y determinado. De hecho, existe la posibilidad de una devolución anticipada y una rentabilidad variada en cada caso, gracias a que la emisión va acorde con las necesidades de la empresa.
Por último, la amortización de dicha deuda se lleva a cabo con una única cuota en el vencimiento. De esta manera, el emisor pueda utilizar totalmente los recursos en su plan de negocio.