El coaching es un método que consiste en acompañar y entrenar (de ahí su nombre, “to coach” que significa entrenar) a una persona o a un grupo de personas, con el objetivo de lograr una meta o desarrollar alguna habilidad específica.
Podemos distinguir diversos tipos de coaching en base a diversos criterios, pero en función de su contenido podemos hablar de los siguientes tipos:
- Coaching personal.
Se denomina también life coach y se refiere al coaching orientado a las habilidades de la vida diaria. El objetivo de este coaching es el bienestar de la persona en los diferentes ámbitos de su vida, puesto que trabaja sus proyectos de vida, su misión personal, sus objetivos vitales etc.
- Coaching organizacional.
Este tipo de coaching se divide a su vez en dos grupos:
- Coaching empresarial. Está diseñado para empresas u organizaciones e incluye temas como la gestión del tiempo, la mejora de las relaciones entre los trabajadores, la productividad etc.
- Coaching ejecutivo. Se dirige a ejecutivos y trabaja el desarrollo del liderazgo y de las habilidades de dirección y comunicación interpersonal, así como el rendimiento personal etc.
- Coaching deportivo.
Trabaja la motivación y el desarrollo del potencial de un deportista, así como sus habilidades de liderazgo.
Cómo te puede ayudar el coaching ejecutivo.
El coaching te puede ayudar de muchas formas, porque realmente se trata de un proceso que suele ser corto (de entre 4 a 6 sesiones) en las que el coach te acompaña para que definas lo que realmente quieres y para que te dirijas a ello. Algunas de las formas en las que el coaching te puede ayudar son las siguientes:
1.- Te ayuda a conocerte a ti mismo.
En un proceso de coaching ejecutivo descubrirás qué es lo que realmente quieres tú para tu vida, qué es lo que no te gusta de tu trabajo, cómo lo puedes cambiar y cuáles son todas las habilidades que tienes y que no habías sacado a la luz. Podrás definir de forma clara tus valores con la ayuda del coach y estarás motivado para afrontar los retos que tú mismo te propongas.
2.- Te aporta claridad.
Por lo general cuando comienzas un proceso de coaching ejecutivo, sabes que quieres cambiar algo pero no sabes qué es, o quizás sabes qué es pero con el proceso de coaching te das cuenta que ese algo cambia. Por lo tanto, el proceso de coaching te aclara las ideas y te hace tener una imagen mucho más aproximada de tu realidad y de tu vida.
3.- Te ayuda a definir tu objetivo y los pasos para lograrlo.
En un proceso de coaching ejecutivo, lo esencial es definir un objetivo profesional, que puede estar relacionado con mejorar alguna habilidad, gestionar relaciones con otras personas en el entorno laboral o, incluso, con cambiar de trabajo.
Definir un objetivo es complicado, porque a veces no nos damos cuenta que el objetivo que inicialmente nos hemos puesto, no es nuestro objetivo sino el de otra persona, algo que los demás quieren para nosotros. Además debe tratarse de un objetivo concreto y realista, con fecha de consecución y con parámetros muy claros para quedar muy bien definido.
Una vez trazado el objetivo, deberemos definir, con la ayuda del coach, los pasos para alcanzarlos. Para ello el coach nos ayudará a proponernos metas a corto plazo y a ir avanzando paso a paso hacia nuestro objetivo.
4.- Te ayuda a eliminar creencias que te limitan.
A veces hay cosas que no hacemos por miedo a las consecuencias, a los que otros puedan pensar, porque pensamos que no somos capaces o que no tenemos la habilidad necesaria para lo que queremos hacer. El coaching te ayuda a superar todas esas cosas y a valorarte a ti mismo y a todas las capacidades y habilidades que tienes. Muchas veces tenemos todos los recursos necesarios pero no los vemos, y ahí es donde incide la labor del coach, en hacernos ver la realidad.
5.- Aumenta tu motivación.
Cuando alguien que no te conoce te ayuda a ver tus habilidades, a valorarte, a superar tus creencias limitantes, la motivación aumenta de forma espectacular. El coach te ayudará a diseñar tu plan de acción para lograr tu objetivo, te ayudará a fijarte metas para alcanzar ese objetivo y a premiarte cada vez que logres una meta. Todo eso es muy estimulante y motivante.