Pero ello no quiere decir que no podáis vender productos de vuestra empresa si éstos se salen de los patrones e innovan el sector, pues una de las principales virtudes de la red es precisamente su enorme abanico de oportunidades; de ahí que exista la posibilidad incluso de comprar ataúdes a golpe de clic y visa. Yo no voy a ir tan lejos, pero sí os pondré un caso práctico de cómo vender por Internet comida perecedera; una familia de productos que poco a poco está viéndose en la red española gracias a los agricultores valencianos y a algunas empresas que le han echado narices al asunto.
Cómo vender productos frescos en Internet
Si los clientes simplemente quisieran comprar naranjas o sandías, bajarían a la frutería y ya, no se andarían con tanto complique. Entonces, ¿qué hará que estos negocios marquen la diferencia? Pues hay varios factores, que son principalmente los que estructuran todo el concepto de este comercio:
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Frescura
Normalmente, comprando en los comercios estándar, existe la problemática de que los productos no son tan frescos como cabría esperar, pues han pasado días en cámaras frigoríficas (en algunos casos, muchos). Aquí la idea sería que el agricultor o empresario en cuestión mandara al cliente el producto nada más ser recolectado o elaborado (recordemos que en este tipo de comercio también tiene cabida la comida preparada).
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Comercio justo
¿Sabéis que es muy frecuente ver en el campo que las grandes firmas y ciertas cooperativas paguen a los agricultores incluso por debajo del coste de producción? Una locura, ¿verdad? Pues sucede, y no tenéis más que daros un paseo por los cultivos castellanos o valencianos. De ahí, que comprar por Internet directamente al agricultor pueda ser también una manera de que éste obtenga unos ingresos justos. Al cliente le costará lo mismo, o incluso menos, que haciendo la compra en la frutería, pero con la diferencia de que estará saltándose intermediarios y agradeciéndole al agricultor (o cocinero, o matarife…) su trabajo.
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Calidad
En no pocas ocasiones las frutas y productos frescos que llegan a muchas grandes superficies son aquellas que por una u otra razón estaban a precios tirados, dando muchas veces prioridad al coste sobre la calidad. Y si sumamos esto al tema que os comentaba inicialmente sobre la frescura, nos encontramos con que nos están engañando.
Comprando directamente al agricultor os aseguraréis de que éste os estará mandando las mejores piezas del cultivo, pues le interesa sacar mayor rentabilidad por las mismas y tener contento al cliente.
Una vez conocidas las ventajas de esta vía, vamos a echar un vistazo a cómo debería ser la operativa de venta y distribución:
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Página web
El cliente entiende que los agricultores (o ganaderos, etc.) no sean expertos en telecomunicaciones o Internet en general, por lo que se les puede permitir ciertos fallos de imagen y “cagadas”, que otros negocios no deberían tener. Y no, no estoy diciendo una salvajada, y mi razón de tanta permisividad es sencilla: una web muy “hormonada” da la sensación de que hay una empresa industrializada detrás y no un agricultor de la huerta valenciana o un ganadero de las dehesas extremeñas.
En esta ocasión el cliente podrá tener más sensación de autenticidad si ve una web básica, con buena información, con fotografías y vídeos sin edición profesional, dónde se cuente la historia y se presente a los trabajadores de la finca, etc. Que se sienta que la web se ha hecho con cariño.
De los pocos casos donde esto podría ser una ventaja.
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Empacado, transporte y medios de pago
El transporte es vital, pues el producto, a fin de no perder cualidades, debe ser enviado rápido. Para ello lo mejor sería emplear un empacado al vacío, pues por una parte garantizará que el alimento no se estropee con facilidad, por otra parte será más fácil de ubicar en la caja y, finalmente, también se dará la circunstancia de que el vacío protegerá el alimento ante posibles malos olores, humedades o insectos en el almacén del transportista.
En cuanto al pago no podría fallar Paypal y una TPV virtual del banco de turno; además, claro está, de la posibilidad de transferencia bancaria. ¡Y nada de contrareembolso! Os podréis imaginar el porqué.
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Notas de prensa
Una vez montada la página web hay que enviar una remesa de comunicaciones a periodistas y bloggers hablándoles del proyecto ,y si se tercia, hasta ofreciéndoles una caja de naranjas (les hará gracia la ocurrencia). Cuanto más hablen del asunto mejor.
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Feedback
Sería de mucha ayuda que los clientes pudiesen opinar sobre la calidad del producto y servicio recibidos directamente en la web del vendedor; esto da mayor confianza a los compradores que aún no se han decidido.
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Redes sociales y blogs
Qué os voy a decir que no sepáis a estas alturas, ¿verdad? Las redes sociales son puntos clave donde darse a conocer en Internet y más aún para este tipo de actividades.
Y claro está que no podría fallar el blog de la web, una pieza clave en todo el proyecto de marca, pues ahí el vendedor podría ir explicando asuntos del sector, de sus productos, recetas, etc. Al final lo importante es que haya movimiento en la red y que se sepa responder a quienes pregunten a través de esta vía.