Aprende a seducir para vender
No debemos confundir vender con presionar. Si pensamos en esa compañía de teléfonos móviles que nos llama continuamente para que cambiemos de tarifa, nos daremos cuenta de que esa presión hace que nos alejemos. Por eso, en nuestra labor diaria de buscar clientes para nuestra empresa es más adecuado fijar objetivos y alcanzarlos a través de la seducción. Que el cliente venga a nosotros porque él quiere, no porque nosotros le hemos presionado.
Un vendedor que logra seducir, atrae al cliente y este, por lo general compra. Por lo tanto, para vender es importante utilizar nuestras estrategias de seducción. La seducción tiene relación con la persuasión, con enseñar parcialmente, crear expectativas, para que nuestros clientes se sientan atraídos por nuestros productos o servicios.
¿Cómo seducir a tus clientes?
A continuación, os proponemos algunas estrategias para seducir a vuestros clientes o potenciales clientes:
Cuenta una historia
El marketing emocional es una de las técnicas más utilizadas para vender actualmente. Se trata de generar emociones en el cliente, de contar tu historia y que la gente se sienta identificada con tu marca, que la sienta como suya. Se elaboran relatos comerciales que seducen a los consumidores porque llegan a su corazón. De esta forma se genera cercanía con el cliente y aumentan las posibilidades de vender productos.
Da a conocer a tu equipo
Las empresas son personas y a los clientes les gusta saber qué hay detrás de una marca, de una empresa. Presenta a tu equipo, hazles partícipes de la empresa y dales a conocer. Esto genera cercanía y confianza en los posibles clientes.
Diferencia tu producto o servicio
En un mercado tan saturado de productos o servicios como el actual, es muy importante que lo que ofrezcamos se diferencie de la competencia, de forma que se vea claramente que aportamos un valor. Los clientes apreciarán esa diferencia y puede que sea uno de los motivos por el que nos compren a nosotros.
El precio no es la clave
Que un cliente nos compre no va a depender del precio de nuestro producto o servicio sino de la calidad que tengan. En este sentido es importante dejar que nuestros clientes prueben el producto o el servicio, que se venda por sí mismo por su valor y porque aporta una solución a los problemas de nuestros potenciales clientes.
La seducción no se acaba con la venta
Una vez que vendemos nuestro producto o servicio debemos continuar seduciendo a nuestro cliente para lograr fidelizarle. Se trata de personalizar, de darle un buen servicio de atención al cliente cuando lo necesite, proponer ofertas exclusivas para clientes según sus necesidades, en definitiva, que se sienta importante y bien atendido.
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