Primera semana de huelga de estibadores en EE.UU. que ha parado 14 puertos
El pasado martes daba comienzo en los Estados Unidos la huelga convocada por el sindicato de estibadores de la Costa Este y del Golfo de México (representados por el sindicato International Longshoremen’s Association (ILA), que lograba paralizar 14 puertos estratégicos del país, entre los que se encuentran el de Texas, Baltimore, Boston o Nueva York.
Las entidades convocantes estimaban que la huelga de 85.000 estibadores, la primera en el este de Estados Unidos desde 1977, podría afectar a más del 43 % del comercio marítimo de Estados Unidos y costar más de 2.000 millones de dólares al día en comercio de alimentos, vehículos o hidrocarburos, cerca de la mitad del transporte de carga marítimo en Estados Unidos.
Tras el parón de los trabajadores portuarios se encuentran las negociaciones fallidas entre el sindicato ILA y la patronal USMX (US Maritime Alliance), afecta a más del 43 % del comercio marítimo de Estados Unidos y podría costar más de 2.000 millones de dólares al día en comercio de alimentos, vehículos o hidrocarburos.
Entre los principales puntos de fricción en la negociación -en punto muerto desde junio- se encuentran la demanda de un aumento salarial de los estibadores y el uso de tecnologías para reducir la mano de obra en el puerto de Mobile, Alabama.
Cadenas logísticas globales afectadas
La huelga, que dura ya más de tres días, tiene entidad por el momento como para complicar aún más las cadenas logísticas globales, ya bajo presión por problemas geopolíticos, así como el tránsito de buques por el canal de Panamá. Aunque dependerá del tiempo que se prolongue la huelga, el que haya contenedores en barcos que no puedan entrar en los puertos afectados va a elevar los costos de los fletes y la disponibilidad de contenedores.
«Todo se vuelve a desbalancear. En el momento en que no tienes un buque de vuelta con contenedores vacíos para llevarlos a China, va a llegar un momento en que China se queda sin contenedores. Y ese desbalance causa otros retrasos y otros sobrecostos», declaró a EFE Jorge Luis Quijano, quien fuera administrador del Canal de Panamá entre los años 2012 y 2019.
Citó que «si hoy un contenedor que podía estar costando en la Costa Este 4.000 dólares le están sumando ya, de salida, 3.000 dólares por estar esperando en el mar para poder entrar al puerto, estamos hablando de 7.000 dólares» unos costos que podrían seguir escalando.
«El impacto va a ser severo si esto dura más de una semana (…) es un problema global porque Estados Unidos no deja de ser el mayor consumidor del mundo», añadió.
El impacto en España, no tan grande por el momento
En un primer momento, la patronal de cargadores españoles calificaban de importante el impacto que podría llegar a tener la huelga en nuestro país, dependiendo principalmente de la duración de la movilización. A día tres de octubre, sin embargo, la huelga de estibadores en Estados Unidos tiene un «impacto limitado» en España, según las primeras conclusiones del Servicio de estudios de Cámara de Comercio.
A expensas de un análisis con mayor profundidad, la Cámara ha informado de que la ubicación de los principales puertos donde se produce la huelga (en el golfo de México) «previsiblemente tenga un mayor impacto» en el área de Centroamérica, Caribe y Sudamérica. Añade que los flujos comerciales desde estos puertos hacia Europa «en principio son de menor envergadura, lo cual limitaría el impacto potencial sobre la UE y España».
La Cámara de Comercio destaca que, tras los problemas de suministro ocasionados por la pandemia, muchas empresas adaptaron su modelo de negocio a uno con mayor nivel de inventarios «ante un entorno algo más hostil en términos de fragmentación y desglobalización, en comparación con aquél en el que se desenvolvían con anterioridad».
Esta circunstancia se une al «positivo comportamiento» de los márgenes empresariales a escala global, sobre todo entre las empresas industriales, las más sensibles ante una interrupción de la cadena de suministro, asegura el comunicado.
Exportaciones e importaciones
Entre enero y julio, desde España se exportaron mercancías por cerca de 11.000 millones de euros a los Estados Unidos, de los que la mayor partida (cerca de 2.400 millones) correspondió a aparatos mecánicos y eléctricos como turborreactores, turbopropulsores o transformadores eléctricos.
Además, se exportaron 657 millones de euros en aceite de oliva; 649 millones, en aceites de petróleo; cerca de 500 millones, en medicamentos y antisueros; 286 millones, en biodiesel, o 196 millones, en vino.
En cuanto a importaciones, durante el mismo período, España compró a los Estados Unidos mercancías por importe de 16.600 millones de euros, la mayoría de los cuales correspondió a productos energéticos (3.827 millones en crudo y 1.263 millones en gas de petróleo).
También destacan importaciones por 3.437 millones en medicamentos y productos derivados de la sangre; por 963 millones, en aparatos mecánicos, y por 909 millones, en ortopedia.