En un mundo en evolución constante donde la tecnología avanza a pasos agigantados y los puestos laborales cambian rápidamente, el concepto de lifelong learning (aprendizaje a lo largo de la vida) se ha convertido en una necesidad. Este enfoque educativo plantea que el aprendizaje no debe limitarse a la educación formal en la juventud, sino que es un proceso continuo que se extiende en todas las etapas de la vida.
Más allá de conocer qué es el lifelong learning, en este artículo hablamos sobre los beneficios que aporta y cómo puede aplicarse, tanto a nivel individual como empresarial. Para profundizar en este ámbito contamos con la experiencia de Paco Lorente, fundador de la consultora de formación Wannathink y profesor de ESIC.
«Es un concepto que siempre ha estado muy presente en la mente de los profesionales, pero quizá en muchas ocasiones no ha pasado a ser una realidad», señala el experto, que recalca también la necesidad de que esta mentalidad sea interiorizada por las personas más allá de la filosofía de empresa: «Creo que es fundamental la autodisciplina, saber que es importante tener un mapa de conocimiento y cumplirlo. En muchas ocasiones nadie te va a exigir seguir formándote, por eso es muy importante asumir esa responsabilidad uno mismo«.
¿Qué es el lifelong learning?
El lifelong learning, traducido como «aprendizaje a lo largo de la vida», es un enfoque educativo que promueve la adquisición de conocimientos, habilidades y competencias en todas las etapas de la vida de una persona. A diferencia del modelo tradicional de educación, que se centra principalmente en la etapa formativa temprana, el lifelong learning reconoce que el aprendizaje no tiene límites de edad ni se restringe a un entorno específico.
Este enfoque abarca una amplia gama de actividades de aprendizaje, que van desde cursos formales en instituciones educativas hasta experiencias informales como leer libros, participar en comunidades de aprendizaje en línea o adquirir nuevas habilidades en el lugar de trabajo. El lifelong learning fomenta una hábito de crecimiento continuo, donde cada experiencia se percibe como una oportunidad para aprender y crecer.
Para qué sirve el lifelong learning
El lifelong learning sirve como una herramienta fundamental para adaptarse a un mundo en constante cambio y mantenerse relevante en un mercado laboral cada vez más competitivo. Algunas de las razones por las cuales el lifelong learning es crucial incluyen:
- Adaptación al cambio: En un entorno donde la tecnología y las industrias evolucionan rápidamente, aquellos que se comprometen con el lifelong learning están mejor equipados para adaptarse a los cambios y aprovechar nuevas oportunidades.
- Desarrollo profesional: La educación permanente permite a las personas desarrollar y actualizar constantemente sus habilidades y conocimientos, lo que mejora sus perspectivas profesionales y les ayuda a avanzar en sus carreras.
- Crecimiento personal: Más allá de las ventajas profesionales, el lifelong learning también fomenta el autodesarrollo y la realización personal al permitir a las personas explorar nuevos intereses, desarrollar pasatiempos y ampliar su comprensión del mundo.
Beneficios del lifelong learning para las empresas
El formación continua o educación permanente no solo beneficia a los individuos, sino que también tiene un impacto significativo en las empresas y organizaciones. «El talento debe seguir creciendo una vez está dentro de la empresa. Por un lado, es una manera de cuidar a los profesionales; y por otra, ayuda a seguir creciendo juntos», explica Lorente.
El formador y consultor insiste en que «la actualización que aporta el conocimiento sobre nuevas tendencias, tecnologías, maneras de pensar y de hacer es vital para que la organización está actualizada y siga creciendo».
Entre los beneficios clave del lifelong learning podemos mencionar los siguientes:
- Mejora de la productividad: Los empleados que se comprometen con el lifelong learning tienden a ser más productivos, ya que están constantemente actualizando sus habilidades y conocimientos para realizar sus tareas de manera más eficiente.
- Innovación: El aprendizaje continuo fomenta una cultura de innovación dentro de las empresas, ya que los empleados están constantemente buscando nuevas ideas y soluciones para los desafíos que enfrentan.
- Fidelización del talento: Las organizaciones que fomentan la perspectiva lifelong learning suelen ser vistas como lugares atractivos para trabajar, lo que ayuda a mantener a los empleados talentosos y reducir la rotación de personal.
- Adaptabilidad: Las empresas que promueven el aprendizaje continuo entre sus empleados están mejor preparadas para adaptarse a los cambios del mercado y mantenerse competitivas en un entorno empresarial en constante evolución.
Cómo aplicar el lifelong learning
«El mundo virtual ha ayudado mucho a construir a medida muchos programas de formación y poder seguirlos en cualquier momento y desde cualquier lugar, pero no debemos olvidar que la presencialidad sigue siendo altamente importante», destaca Lorente.
El especialista en consultoría de formación para empresa explica que los programas a medida son muy importantes porque «se construyen para satisfacer las necesidades internas de formación y, en muchas ocasiones, también ayudan a cohesionar al equipo». Sin ir más lejos, desde Wannathink ofrecen formación en pensamiento creativo e innovación dirigida a profesionales muy diversos dentro de las empresas.
«Además de obtener el conocimiento a través de metodologías y herramientas, el tiempo que las personas pasan juntas sirve mucho para que se conozcan mejor, empaticen e interactúen entre ellas fuera del día a día de la empresa», agrega Lorente.
Para implantar con éxito el lifelong learning en una empresa es importante adoptar un enfoque holístico que incluya abarque cuestiones como:
- Cultura organizacional: Fomentar una cultura que valore y promueva el aprendizaje continuo, donde los empleados se sientan alentados y apoyados para buscar oportunidades de desarrollo.
- Recursos y herramientas: Proporcionar a los empleados acceso a una variedad de recursos y herramientas de aprendizaje, que pueden incluir cursos presenciale u online, programas de capacitación interna, mentoría y tutoría.
- Incentivos y reconocimiento: Reconocer y recompensar el esfuerzo y el compromiso de los empleados con el lifelong learning, ya sea a través de incentivos financieros, beneficios sociales, promociones o reconocimiento público.
- Evaluación y retroalimentación: Establecer mecanismos para evaluar el progreso y el impacto del lifelong learning en la empresa, y proporcionar retroalimentación constructiva para mejorar continuamente los programas de desarrollo.
El papel de las soft skills
¿Qué papel deben jugar las ya famosas soft skills en la formación bajo la perspectiva lifelong learning? ¿Está sobredimensionada la importancia de estas capacidades en comparación con las competencias técnicas puras y duras? «No, en abosluto. De hecho, estas habilidades, también denominadas ahora habilidades líquidas, son importantísimas, no se si más que las técnicas, pero están a la par», asegura el experto en formación y pensamiento creativo.
«Las habilidades técnicas las podemos desarrollar con mayor o menor esfuerzo, pero las habilidades de liderazgo, el pensamiento creativo o la empatía requieren de una consciencia muy real y son imprescindible para el trabajo comunitario que hoy se demanda en la mayor parte de cargos», apunta Lorente.
¿Cómo encontrar la formación idónea en cada caso?
Hoy en día el sector de la formación se ha expandido, diversificado y especializado tanto que el alumno se encuentra a menudo con un problema: ¿Qué estudiar en cada momento y por qué? ¿Cómo elegir bien en el inmenso océano de posibilidades que tenemos?
Ante esta cuestión, el fundador de Wannathink admite que es complicado: «Hay mucha oferta, muy variada y sobre casi cualquier ámbito o tema. Siempre tenemos que tener en cuenta el grado de profundidad que queremos conseguir con la formación en el tema en cuestión y ahí van a entrar en juego organizaciones, universidades, escuelas, etc».
«Siempre es muy importante saber si la formación será más teórica o, por el contrario, más práctica, para conocer a qué nos enfrentamos y después confiar en expertos que puedan ofrecer un ‘mix’ entre la formación académica y la vida profesional», añade.
Las tendencias en lifelong learning y formación continua
La lista de términos relacionados con la formación en el entorno empresarial es extensa: «desaprender», «reaprender», «upskilling» o «reskilling» son algunas de estas palabras que a menudo se destacan como prácticas imprescindibles. ¿Pero cómo se traducen o materializan estos conceptos en la práctica?
«Son términos muy de tendencia que invitan a seguir aprendiendo. Llaman mucho la atención, pero más allá de su enfoque de marketing, estos términos nos hacen pensar en esa formación continua. No se trata de desaprender nada, al contrario, todo nuestro bagaje nos sirve y nos aporta, ¡faltaría más!», especifica Lorente.
«Lo que sucede es que debemos tener siempre una mirada actual y futura de las cosas, porque lo que ayer era válido puede que hoy ya no lo sea y, como mínimo, debemos saber que es así para no equivocarnos en nuestras decisiones profesionales», advierte.
¿Y cuáles son las tendencias en el ámbito de la formación para empresas? Lorente observa «mucha preocupación e interés en el liderazgo y todas sus habilidades asociadas». «Una de ellas, donde tengo especial enfoque es en el pensamiento creativo. Muchos responsables, incluso los directivos, piensan que esa destreza es para otras personas, pero en verdad todos somos creativos en mayor o menor medida y existen métodos y técnicas para entrenar nuestra mente creativa», reivindica. Y afirma que «es una barrera que se está rompiendo y que los responsables de formación de las empresas están trabajando mucho en estos tiempos».