Constitución exprés de sociedades en Valencia: ¿realidad o mito?
José Miguel Moreno García, Abogado especialista en Derecho Mercantil en GRA Consultores
¿Cuántas veces has estado en una oficina y has visto a sus empleados trabajando contentos y hablando bien del jefe? Te respondo en mi caso: contados con los dedos de una mano en mis 25 años de trayectoria laboral. Realmente todos hemos deseado en alguna ocasión formar parte de una empresa donde se respire buen ambiente y haya buena sintonía entre el jefe y sus empleados.
Recuerdo el consejo que me dio una profesora en el colegio, cuando tenía que elegir una carrera: «Decídete por una profesión para la que tengas vocación, porque invertirás en ella más horas al día que en tu familia o tus hobbies». ¡Cuánta razón tenía!
El mismo consejo aplica con las empresas: pasamos en ellas más horas al día que en ningún otro ámbito de nuestra vida… así que mejor que haya buen ambiente o el trabajo se convertirá en una pesadilla diaria.
«Realmente todos hemos deseado en alguna ocasión formar parte de una empresa donde se respire buen ambiente»
Llegados a este punto: vayamos a la raíz del problema y luego hablaremos de las soluciones. ¿Por qué hay tan pocas oficinas donde se respire buen rollo? Puede haber varias casuísticas o mil ejemplos de sectores diferentes… pero siempre comienza por un problema de comunicación y un mal enfoque de las relaciones.
En primer lugar, la comunicación entre los miembros de una organización debe ser efectiva. Y en la mayoría de las ocasiones es inútil y conflictiva. Cada uno defiende su postura, orientado por el ego, y acaba dejando de escuchar para enfocarse en su ombligo.
En segundo lugar, las relaciones están gestionadas desde el Ganar-Perder. Yo gano y tú pierdes. El que juega de esta manera trata de dominar al otro, al que ve como oponente, para obligarle a aceptar su solución al problema. Lo único que le importa son sus objetivos, pero no preservar la relación. No se preocupa por las necesidades de los demás. Ganar le da una sensación de éxito y piensa que perder es de débiles y fracasados. Y esto ocurre tanto entre compañeros, como entre el jefe y sus trabajadores.
Seguro que, si ahora te pregunto a cuántas personas conoces que se comunican de manera no efectiva o que juegan a un Ganar-Perder, me responderías que a muchas. Tú mismo podrías ser una de ellas. Tranquilo, porque no es un problema. Lo importante es que lo detectes, que observes cuáles son tus resultados hasta la fecha y que quieras adquirir nuevas habilidades. Todos siempre tenemos algo nuevo que aprender.
«La comunicación entre los miembros de una organización debe ser efectiva»
Así que vamos con las soluciones. ¿Cómo comunicarnos de forma efectiva?
Por otro lado, también existe la posibilidad de jugar de otra forma. Jugar al Ganar-Ganar y ver al otro como aliado y no como oponente. Pensar no solo en tus objetivos, sino en los de la otra persona y a la vez tener claro que quieres buscar una solución que preserve la relación y no le pase factura. El problema a gestionar se convertirá en un reto constructivo y buscarás respuestas que permitan alcanzar tus metas y las del otro. Respuestas incluso creativas que resuelvan cualquier atisbo de hostilidad o tensión.
Evidentemente, todas estas habilidades no se adquieren de un día para otro, pero con compromiso, práctica y constancia te convertirás en un experto y transformarás tu oficina en un lugar armonioso en el que todo el mundo querrá trabajar.
Susana Ollero es periodista desde hace 25 años y no ha parado de serlo desde que empezó a hacer prácticas en la universidad con 19. Ha trabajado en gabinete de prensa, agencia de noticias, periódico, revista, radio y televisión. También es coach. En la actualidad, ha creado el ‘Método 360’, que combina nutrición, ejercicio y coaching, para enseñar a las personas a llevar una vida saludable.
José Miguel Moreno García, Abogado especialista en Derecho Mercantil en GRA Consultores
Matteo Pressacco, EU Projects Consultant-European Funds en Euro-Funding
Mariana Longobardo, Directora en Servicio de Estudios BME