La transición hacia las energías limpias se ha convertido en uno de los retos más acuciantes de la Unión Europea, especialmente en un contexto marcado por la gran dependencia que existe del gas ruso. Una de las grandes apuestas de la UE en este sentido es el hidrógeno verde. Este combustible se obtiene mediante energías renovables, por lo que las emisiones de carbono son mucho más bajas. Uno de los proyectos que sobresalen en el panorama europeo es H2Med, un corredor de hidrógeno verde que conectaría Portugal, España y Francia haciendo posible la descarbonización de la región.
Se estima que esta infraestructura sin precedentes sea capaz de transportar 2 millones de toneladas de hidrógeno al año hasta Francia. O lo que es lo mismo: el 10% de las necesidades de hidrógeno previstas en el territorio comunitario. Este objetivo fijado por Bruselas dentro del plan RePower EU establece la meta en 20 millones de toneladas de hidrógeno verde para 2030.
Con esta propuesta, España aspira a convertirse en uno de los principales productores de hidrógeno verde. Si finalmente el proyecto sale adelante, además de situar a España en una posición privilegiada en cuanto a la producción de energía limpia, también la convertiría en exportadora a toda la UE. Incluso podría establecerse como la puerta de entrada del hidrógeno verde procedente del norte de África.
Proyecto de interés común
Con la participación confirmada de España, Francia y Portugal y la reciente incorporación de Alemania, la propuesta se establece como un proyecto firme que cuenta además con el apoyo de la Comisión Europea. De hecho, H2Med ha sido declarado como proyecto de interés común (PIC) por parte de la UE. Gracias a ello, se podrá subvencionar hasta un 50% con fondos europeos.
Se espera que esta nueva infraestructura esté operativa en 2030, aunque todavía no hay un calendario oficial. Esto significa que el proyecto no servirá para resolver la actual crisis energética. Incluso han surgido voces que cuestionan la propia necesidad de llevar a cabo el proyecto o que ponen en duda su finalidad real.
A esto se suma que el proyecto plantea varios problemas desde el punto de vista técnico y económico. Expertos de organismos como el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA) han expresado sus dudas sobre la viabilidad del proyecto.
Qué es el H2Med
H2Med es un futuro gasoducto que conectará Portugal, España, Francia y otros países europeos y que servirá para abastecer a la UE con hidrógeno verde. Este proyecto ha surgido como reemplazo de MidCat, un gasoducto transpirenaico que no prosperó por la negativa de París a perforar los Pirineos. De esta manera, H2Med, que inicialmente fue bautizado como BarMar, permitiría mejorar la autonomía de la región en términos energéticos e incrementar considerablemente el peso de las renovables en la producción total de energía.
La infraestructura de H2Med requiere la construcción de dos grandes conductos. Uno de ellos es el que conectará Portugal con España y será de tipo terrestre. Este gasoducto, que se extenderá desde Celorico da Beira hasta Zamora, tendrá 248 kilómetros de longitud. El otro conducto, un enlace submarino, será el que vaya de España a Francia conectando las ciudades de Barcelona y Marsella. Medirá 455 kilómetros y alcanzará una profundidad bajo el agua de más de 2,5 kilómetros.
¿Cómo se produce el hidrógeno verde?
El hidrógeno lleva utilizándose desde hace más de un siglo en el sector industrial, aunque hasta ahora se había producido casi exclusivamente a través de combustibles fósiles que emiten CO2 a la atmóstera. Como alternativa a esta forma de producción, el objetivo de la Unión Europea es explotar las energías renovables como fuentes para la generación de hidrógeno verde que no contamine. Aunque hay diversos métodos para obtener hidrógeno verde, el que se va a utilizar en H2Med es la electrólisis del agua.
El proceso consiste en romper las moléculas de agua aplicando corriente eléctrica continua mediante electrolizadores. De este modo, se consigue descomponer el agua en hidrógeno y oxígeno. La característica que hace especial al hidrógeno verde es que la electrólisis del agua se efectuará a través de energías renovables, como la energía solar o la eólica.
Se prescinde de esta manera de los combustibles actuales, los cuales emiten gases de efecto invernadero. Posteriormente, este hidrógeno se utilizará para producir energía eléctrica limpia en los países a los que sea transportado.
¿Qué retos plantea el proyecto H2Med?
La dimensión del proyecto H2Med entraña importantes dificultades. A las dudas relativas a la financiación y la calendarización se añaden varios interrogantes y problemas en cuanto a la eficiencia de la infraestructura. Con los sistemas convencionales de producción de hidrógeno verde se pierde entre un 50% y un 80% de la energía que se consume. Se espera que las nuevas tecnologías puedan reducir esas pérdidas al 30%, pero aun así seguiría siendo un proceso poco eficiente en comparación con otras fuentes de energía.
Coste de H2Med y plazo de ejecución
Según las estimaciones más recientes, el corredor de hidrógeno verde entre España y Francia tendrá un coste aproximado de 2.500 millones de euros. Así lo comunicó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en diciembre justo antes de la Cumbre Euromediterránea. Según las mismas fuentes, el corredor de hidrógeno estaría terminado en 56 meses. Se prevé que H2Med empiece a construirse en 2025 tras un periodo de 26 meses para la obtención de licencias.
Las empresas detrás de H2Med
H2Med se llevará a cabo mediante un acuerdo entre la operadora española Enagás, las francesas GRTgaz y Teréga, y la portuguesa Redes Energéticas Nacionais (REN). Enagás es dueña de la terminal de gas natural licuado (GNL) de Barcelona, la mayor terminal de regasificación de España.
Por su parte, GRTgaz y Teréga son las propietarias de la red francesa de sistemas de transporte de gas y Redes Energéticas Naconais (REN) es la principal responsable de las infraestructuras de transporte de gas y electricidad en Portugal. En cualquier caso, aún no se ha especificado el tipo de participación que cada operador tendrá en H2Med ni los derechos que obtendrán sobre la gestión y explotación de la red.
Críticas al proyecto
Si bien H2Med es una de las grandes soluciones previstas para que Europa avance en términos de eficiencia energética y sostenibilidad, el proyecto no está exento de críticas. No se ha concretado de forma definitiva el tipo de combustibles que transportará el conducto además del hidrógeno verde, un asunto que preocupa al sector ecologista por la posibilidad de que la infraestructura sea utilizada también para el transporte de gas natural.
Plataformas como Resposta al BarMar o Gas No es Solución se han mostrado contrarias argumentando que el corredor H2Med puede ser usado para transportar hidrocarburos de origen fósil y que su construcción provocaría daños en los ecosistemas. Además, inciden en que la producción de hidrógeno verde es ineficiente y más cara. Aducen también que destinar el hidrógeno a la exportación supondría una oportunidad perdida de avanzar en la descarbonización de la energía española.
Desde el Gobierno trasladaron en diciembre que finalmente el gasoducto solo transportaría hidrógeno verde para cumplir con las exigencias de Bruselas para obtener financiación europea. Sin embargo, se prevé que la infraestructura esté preparada para transportar otros gases y combustibles de forma permanente o transitoria, por lo que la finalidad del proyecto sigue siendo incierta.