El significado del espíritu de la Navidad
El espíritu de la Navidad debería impregnar el día a día de las compañías. Todos los días deberíamos tener en mente los valores que representa la Navidad.
Y cito algunos de ellos, que además de ser valores personales, son valores trasladables a las empresas:
1- Generosidad: ayudar a los demás no es ‘dar peces’ en un momento determinado, es ‘enseñar a pescar’. Y la mejor forma de ayudar a los demás, como me enseñó una vez un referente en mi vida, es mejorando uno mismo.
Hay muchas formas de mejorar dentro de una compañía y la fundamental es formarse. Porque una persona mejor formada tiene mayores capacidades para afrontar retos propios y de equipo, trasladando así la ilusión del espíritu de la Navidad a sus compañeros.
2- Contribuir a la sociedad: vienen tiempos difíciles y la mejor forma de afrontarlos es estando preparados no solo en cuanto a conocimientos sino también mentalmente. Es fundamental que nos crezcamos ante las adversidades; que no nos dejemos influir por el desánimo y que seamos ecuánimes en nuestros juicios.
El tejido empresarial contribuye diariamente con la sociedad generando empleo.
Si además fuéramos capaces de crear dos millones de puestos de trabajo más, se solucionarían muchos problemas. Más empleo, más cotizaciones, mayor soporte para las pensiones, etc.
Trasladar el espíritu de la Navidad a nuestros jóvenes
De ahí que sea fundamental que apoyemos al emprendedor, trasladando así el espíritu de la Navidad a nuestros jóvenes.
3- La bondad: siempre en las fechas navideñas hacemos balance del año y tratamos de ser buenos, de tener nuestros mejores deseos y de ayudar al débil.
Ayudar al débil es hacerle ver que se puede cambiar, que la vida es una constante evolución y que la actitud es fundamental.
Desde las empresas se interactúa con muchas personas; compañeros; clientes; proveedores; etc., y es clave la actitud con la que nos relacionamos con los demás, para conseguir nuestros objetivos y los del resto, trasladando así el espíritu de la Navidad a todos nuestros colaboradores.
En definitiva, el espíritu de la Navidad es mantener viva la ilusión todo el año, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Ilusión por seguir creciendo; por asumir retos y responsabilidades y por ayudar a los demás y contribuir a la sociedad.
Por eso, os deseo una muy Feliz Navidad y también que el espíritu de la Navidad os acompañe todos los días.