¿Nos espera un invierno convulso?
Las protestas nos invaden, tanto por parte de la empresa -autónomos, pymes, grande compañías…- como por parte de los trabajadores. Manifestaciones anunciadas por parte de los agricultores, los camioneros, el metal, la automoción están recorriendo las calles del centro de Madrid con el fin de hacer oír su voz ante sus los Ministerios del ramo… Industria, Agricultura…
Por parte de las empresas, el incremento de los costes de producción está en el punto de mira de la mayoría de ellas y no parece que se libre ningún sector. ¿Por qué? ¿Cuáles? El mayor y principal problema es el aumento del coste de la energía, una cuestión que afecta tanto a empresas como a trabajadores y que puede provocar hasta el cierre temporal de empresas -quince días, un mes… ¿quién sabe?- para ajustar la producción.
En este contexto, el presidente del Gobierno se había comprometido a que el coste de la luz volvería a finales de este año a precios de 2018, año que está a punto de expirar y, por ahora, no parece que la situación vaya a revertir…
En el programa Las mañanas de RNE, con Íñigo Alfonso, la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, manifestó ayer que sí se va a lograr. Calificó la situación como “un fenómeno transitorio” y predijo que “en primavera comenzaría a reducirse el precio”.
«Los males de los empresarios y, cómo no, también de los trabajadores, no terminan aquí»
Pero los males de los empresarios y, cómo no, también de los trabajadores, no terminan aquí. Al aumento del coste de la energía, se suma la falta de materias primas y los problemas logísticos, tanto en el Atlántico como en el Pacífico, que están provocando ‘dolors de panxa’ a no pocos directivos.
Unos directivos que reconocen que la demanda de sus productos no ha caído. Todo lo contrario, ha crecido. E, incluso, algunos de ellos han llegado a manifestar que no dan abasto para satisfacer las necesidades de sus clientes. Y todo ello, teniendo en cuenta que las materias primas con las que producen sus productos escasean o su proveedor habitual ha cerrado o ha vendido su empresa a otra mayor, lo que les ha obligado a incrementar sus stocks, con la consiguiente inversión. ¡Lo que haga falta para garantizar el suministro!
Toda esta situación, ¿en qué se va a traducir? En incremento de los precios para el cliente final, que como consumidora que soy, no lo vamos a notar ahora, pero tengo la impresión de que nos va a golpear fuerte a principios de año… Ya me lo dirán…