La covid-19 golpea de manera dispar al empleo de las comunidades autónomas
La pandemia de coronavirus ha impactado de modo diferente en las distintas comunidades autónomas. Pese a que todas las regiones han perdido empleo, la afectación de la crisis de la covid-19 ha sido dispar en las distintas regiones. De este modo, autonomías como Baleares (-11,5% interanual), Cantabria (-9,9%) y Canarias (-8,6%), sufrieron los mayores retrocesos, mientras que Ceuta y Melilla escaparon de la tendencia general y pudieron incrementar el empleo en el segundo trimestre de 2020.
Son algunas de las conclusiones a las que llega el anuario elaborado por Adecco Group Institute sobre el mercado de trabajo de 2020. Según los datos del estudio para el segundo trimestre de este año, la Comunitat Valenciana cuenta con casi dos millones de ocupados, lo que supone un descenso del 6,7% interanual y la primera caída del empleo en la región desde el 2014. Es la cuarta autonomía con mayor número de ocupados, solo por detrás de Cataluña, Madrid y Andalucía.
Del mismo modo que con la ocupación, el impacto del coronavirus en el segundo trimestre de 2020 ha producido un efecto dispar en el número de parados de las autonomías. Es así como hay comunidades con fuertes incrementos en la cantidad de desocupados (Cantabria, +45% interanual; Navarra, +26,1%; Baleares, 21,5%) y otras con descensos (Andalucía y Canarias, con un recorte de 5,6% en ambos casos). Dado que el empleo se redujo en todas las autonomías, la menor cantidad de parados se explica porque una parte de los mismos dejó de buscar empleo, señala el estudio.
Por su parte, la Comunitat Valenciana, con más de 391.000 desocupados es la cuarta región con más parados por detrás de Andalucía, Cataluña y Madrid. Tras seis años consecutivos reduciendo la cifra de desocupados, este año ha experimentado un aumento en el primer trimestre del 3,4% interanual y en el segundo trimestre del 12,4%. La tasa de desempleo de la Comunitat ha aumentado casi un 3 % en lo que va de año y se sitúa en el 16,7%.
El coronavirus ha provocado una subida en la tasa de paro de todas las autonomías en el segundo trimestre de 2020, algo que no ocurría desde 2013. Tan solo Ceuta y Melilla se mantuvieron al margen de esa tendencia, logrando reducir sus respectivas tasas de paro que, de todos modos, superan el 20%.
La covid cambia la tendencia de aumento de empleo
La creación de empleo de 2019 en España (451.600 empleos), fue la más débil desde 2014, pero mejora la cifra del año anterior al fin y al cabo. Esta tendencia se rompió con la covid, que derivó en una caída del empleo y una subida del paro, cosas que no ocurrían desde 2013. Y la población activa se desplomó (probablemente porque las probabilidades de encontrar un empleo se consideran muy bajas), lo que evitó que la tasa de paro subiera mucho más.
En cuanto a la contratación, la crisis también ha traído el desplome de la contratación indefinida. Durante 2019, la caída en el número de contratos indefinidos firmados fue más intensa en los iniciales, con un descenso de un 8,5%. Aun así, fueron más de 1,3 millones de contratos fijos iniciales, que es el segundo mayor registro de los últimos diez años. Al mismo tiempo, la cantidad de contratos temporales convertidos en indefinidos tuvo un descenso menor, de un 0,3%. La pandemia provocó la paralización de la actividad económica y, con ella, el desplome en la firma de contratos indefinidos: tanto los indefinidos iniciales como los convertidos en indefinidos, cayeron más de un 50% en el segundo trimestre de 2020.
La crisis ha traído el desplome de la contratación indefinida
Por otro lado, en 2019, el salario ordinario bruto creció más del 2% anual por primera vez desde 2009. Además, por primera vez en diez años, el aumento del salario ordinario medio superó el incremento de los precios al consumo. La aparición de la pandemia alteró por completo la tendencia ascendente del salario: en el segundo trimestre de 2020, la remuneración media ordinaria cayó un 11% interanual, el mayor descenso del salario nominal desde 1909.
Cuando se corrige el salario nominal (es decir, el salario ordinario mensual expresado en euros) de las variaciones del IPC, se obtiene el salario real. El salario real permite conocer las variaciones en el poder de compra del salario nominal. En 2019, el salario real creció un 1,3% (pues el incremento de un 2,2% del salario nominal fue más grande que la inflación). Así, alcanzó su mayor poder de compra desde 2016. La pandemia no solo hizo borrar esas ganancias, sino que hizo retroceder el salario real hasta el nivel que tenía en 1989.
La crisis golpea más a los jóvenes
La pandemia de la COVID-19 ha puesto en jaque todos los aspectos de nuestras vidas. Pero ya sabemos que son los jóvenes los que están sufriendo el impacto más grave. Así, los menores de 25 años se llevan la peor parte de la pandemia: un descenso en el empleo de un 23,9% interanual (pérdida de 244.000 puestos de trabajo y 1 de cada 5 afiliaciones a la Seguridad Social).
Por sexo, a tenor de los datos de la encuesta de población activa (EPA) del 2º trimestre de 2020, entre los varones, perdieron puestos de trabajo todas las franjas de edad excepto la de 60 y más años, cuyo número de ocupados creció un 7% (equivale a 53.900 contrataciones netas). Los menores de 25 años llevaron la peor parte, con un descenso en el empleo de un 22,1% interanual (pérdida de 126.300 puestos de trabajo). Por su parte, en el caso femenino, la franja de edad de mejor desempeño también fue la de personas de 60 y más años de edad, cuya cantidad de ocupadas aumentó un 7,5% (45.400 nuevos empleos). También en este caso las menores de 25 años sufrieron la mayor pérdida de empleo (117.700 plazas perdidas; -26,1% interanual).