El presidente de los promotores de Provía, Antonio Fernández, opina que para salir la crisis actual por el coronavirus, la construcción puede asumir la responsabilidad de llevar el peso de la economía mientras el resto de sectores «vuelven a sus cifras de normalidad». En cuanto a la posible influencia del confinamiento de la población en el diseño de las casas, vaticina que puede nacer el concepto de «vivienda sana» con comodidades con más protagonismo como terrazas, piscinas, jardines y un mejor acondicionamiento para el teletrabajo.
-¿Se ha empezado a notar ya el parón económico en el mercado de los apartamentos turísticos en la Costa Blanca alicantina? ¿Qué datos reflejaba en el primer trimestre, hasta empezar el estado de alarma?
-Hay que distinguir entre las VUT, viviendas de uso turístico, del bloque de apartamentos. En el caso de las VUT el cliente es muy estable, fiel al destino y más allá del paréntesis del confinamiento no hemos detectado una disminución del mercado. Por el contrario, hay mucho interés, especialmente en el mercado nacional. Si se refiere al interés por la compra de la segunda residencia es nuesta zona, es prematuro sacar conclusiones, pues las oficinas de venta han estado cerradas.
¿Cómo va a influir la experiencia inédita del confinamiento en el diseño de los apartamentos en el futuro? Algunos expertos auguran que este tipo de pandemias se repetirán en el futuro
-Puede ser que se repitan, pero si es cada muchos años, no afectara demasiado al diseño de las viviendas. No obstante, las personas hemos estado y convivido en casa muchos días y se ha puesto en valor los espacios, la comodidad y la vivienda sana. Ya estábamos avanzando en esa dirección y quizás el proceso se acelere. Las terrazas, las piscinas, los jardines, mayores dotaciones en las zonas comunitarias e incluso un diseño interior que permita teletrabajar son factores a tener en cuenta, ahora y en el futuro.
-¿Puede favorecer una revalorización de la vivienda y elevar los precios?
-Es necesario diferenciar entre la vivienda usada y la vivienda de nueva construcción. En el primer caso, es posible que nos encontremos algún ajuste de precios, pero esto no se va a dar en la vivienda de nueva construcción. El número de viviendas iniciadas es muy inferior a lo que se construía en años del boom inmobiliario, las empresas son mucho más solventes y, sobre todo, porque las promociones están en su mayoría vendidas. Las obras que están en marcha están vendidas a precios razonables y tendrán un final feliz.
-¿Qué medidas deberían adoptar el Gobierno central y la Generalitat Valenciana para ayudar al sector? ¿Cómo valoran lo que ha hecho hasta ahora?
-La valoración de la Generalitat Valenciana es positiva, en especial de la Presidencia; hemos encontrado mucho apoyo y comprensión en el presidente Puig y también en algunas Consellerias. Necesitamos algo más de valentía para tomar decisiones de efectos inmediatos. Pongo el ejemplo del Decreto de las ECUV que acaba de publicar el DOGV, que permite externalizar los servicios que prestan los Ayuntamientos para agilizar las licencias. Es una medida muy positiva a medio y largo plazo, pero el sector y la economía necesitan en estos momentos dar respuestas a las licencias que están pendientes de conceder desde el año 2019 y, en ocasiones, desde el 2018. Esa medida tendría un fuerte impacto estimulador del empleo y de la actividad.
«Hay licencias pendientes de conceder desde el año 2019 y, en ocasiones, desde el 2018: esa medida tendría un fuerte impacto estimulador del empleo y de la actividad»
Otra medida esencial, y que ha comprendido perfectamente el presidente Puig, es recuperar a la mayor brevedad la conectividad internacional de una forma segura. El sector del turismo residencial probablemente sea el primer sector de la Comunidad Valenciana que, entre el gasto que realizan los turistas en alojamiento privado (vivienda en propiedad, de familiares y amigos y alquilada), junto con la facturación por la venta de viviendas, superan ampliamente cada año los ocho o nueve mil millones de euros en la Comunidad Valenciana. Hay que permitir que nuestros visitantes puedan venir, y venir con seguridad.
-¿Qué repercusión va a tener esta crisis en el ramo de los apartamentos turísticos, el turismo en general y la economía alicantina en su conjunto? (Datos estimativos)
-Si desde el Gobierno se adoptan las medidas necesarias que permitan estimular la economía rápidamente, el efecto negativo se extenderá en el tiempo pocos meses y en consecuencia la recuperación será rápida y vigorosa. Compatibilizar la seguridad sanitaria y la actividad económica y el empleo debe ser el objetivo. Un ejemplo de esto que digo ha sido la reanudación de la actividad en las obras de construcción, que se ha hecho con responsabilidad y con nulos efectos adversos sobra la salud. Hemos conseguido que millones de personas puedan trabajar diariamente y mantenerlos seguros y protegidos. Ese es el camino.
-¿Qué papel o influencia puede jugar la construcción para la Costa Blanca, que lidera la venta de vivienda a extranjeros, para inyectar fondos en otros ramos de la economía local? ¿Qué sinergías se podrían explotar entre la actividad inmobiliaria y la industria u otros sectores?
-El sector puede ser hoy el mas importante de nuestra provincia en cuanto a empleo y actividad. Podemos seguir asumiendo esa responsabilidad mientras el resto de sectores, industria, comercio y turismo, vuelven a cifras de normalidad. Podemos y queremos hacerlo. Cada un euro invertido en el sector construcción moviliza mucho más en otras actividades indirectas. La promoción de viviendas genera sinergias con sorprendente rapidez con otros sectores, como en todo el sector servicios y en los profesionales, no solo ya por toda la construcción, sino por los gastos de implantación necesarios. El empleo se dispara de manera inmediata. Y eso precisamente, es lo que más falta nos hace en este triste momento que estamos viviendo.