El protocolo familiar
A pesar de todos los avances y novedades en el mundo empresarial, hay una figura de carácter tradicional, pero de regulación reciente, la Empresa Familiar, que sigue ocupando un lugar importante en la economía y bajo cuyo concepto se engloban gran parte de las empresas que operan en nuestro país.
No obstante, no es casualidad que 8 de cada 10 de estas empresas no lleguen a la tercera generación, dada la dificultad de conjugar en muchos casos las esferas familiar y empresarial, siendo aquí donde entra en juego la figura del Protocolo Familiar.
¿Para qué tipo de empresas está pensado?
Una empresa familiar será aquélla cuyo patrimonio o capital pertenece a una persona o grupo de personas unidas por matrimonio o por lazos de parentesco, que además intervienen directa y efectivamente en la dirección de la misma. Es decir, son cuatro los elementos que deben darse para que podamos hablar de empresa familiar: 1. Que se trate de una empresa.
2. Que sea propiedad de un grupo familiar.
3. Que todos o algunos de los miembros del grupo la dirijan de manera directa y efectiva.
4. Que la empresa tenga vocación de permanencia y continuidad.
¿Para qué sirve el Protocolo Familiar?
El Protocolo Familiar es un compromiso redactado por los miembros de la Familia Empresaria, con el fin de poder alcanzar y asegurar a través de la actual y futuras generaciones, el parámetro de éxito de la Familia Empresaria: Rentabilidad + Armonía Familiar.
Son las reglas del juego consensuadas que aseguran que todos sepan como “jugar”, con el compromiso asumido de cuidar y acrecentar ese patrimonio familiar, para poder legarlo a la próxima generación. Es el instrumento que ayudará a la familia a transformarse en una Familia Empresaria, unida por un futuro en común.
Desde el mismo momento de su elaboración, el Protocolo Familiar consigue avances importantes que se traducen en:
> Menos conflictos familiares.
> Profesionalización de la empresa familiar.
> Compatibilidad entre empresa y familia.
> Definición del marco de actuación a nivel estratégico y financiero.
> Una gestión más sencilla y eficaz.
> Una mayor seguridad financiera.
¿Cómo funciona el Protocolo Familiar?
Se fijan las reglas de funcionamiento y ejercicio de la propiedad de un lado, y la estructura y organización de la empresa de otro, estableciendo, eso sí, una nítida separación entre los que sean los órganos de gobierno de la sociedad -en función de la naturaleza de esta-, y los que se establezcan en el ámbito familiar para relacionarse con ella.
Para ello surgen los órganos del círculo de intereses de la familia:
Asamblea Familiar. Órgano formado por todos los miembros de la familia, generalmente mayores de edad, trabajen o no en la empresa, incluso familiares políticos y asesores externos que puedan orientar en cuestiones concretas, y su misión fundamental es conseguir un clima familiar de entendimiento.
Consejo de Familia. Órgano formado por él o los fundadores y los cabezas de rama familiar, así como, en su caso, por personas ajenas al grupo familiar de reconocido prestigio empresarial o profesional. Es el órgano que toma las decisiones en el ámbito de las relaciones familia-empresa, que debe aplicar, desarrollar e impulsar el contenido del Protocolo, garantizando la convivencia familiar y empresarial pacífica.
¿Cuál es la eficacia del Protocolo Familiar?
Considerado pues el Protocolo como un documento que recoge los pactos adoptados por los familiares para resolver todas aquellas cuestiones que puedan afectar a la continuidad del negocio, es conveniente determinar la eficacia de estos y, por ende, la naturaleza jurídica del Protocolo en sí mismo contemplado.
Será el grupo familiar el que decida el carácter del Protocolo, adoptándolo como una mera declaración de buenas intenciones, o considerándolo como un negocio jurídico multilateral, que puede instrumentarse en documento público o privado, que contempla una serie de derechos y deberes para los firmantes que por él quedan vinculados jurídicamente, y en el que pueden establecerse las cautelas, garantías o sanciones que se consideren oportunas para el caso de incumplimiento.
Labor del abogado en la creación del Protocolo
En función del tipo de empresa de que se trate, existirán determinados aspectos del contenido del Protocolo que, por su complejidad, tal vez requieran la intervención de especialistas del mundo jurídico, económico y empresarial, que en momentos concretos solucionen dudas, informen de los provechos y ventajas de determinadas decisiones, o de los inconvenientes de estas.
Lo ideal es que, en la creación del Protocolo, la empresa familiar este asesorada por parte de un equipo multidisciplinar, integrado por profesionales especialistas del derecho y la empresa, para la creación de un verdadero “traje a medida”.
Principales aspectos que regula un Protocolo
Lo más interesante en el Protocolo Familiar es que incida sobre aquellos aspectos que más preocupan a los propietarios de la empresa familiar y que no están regulados desde el punto de vista legal y social, tales como:
> Incorporación a la empresa de los miembros de la familia.
> Remuneración y propiedad.
> Sucesión del fundador.
> Soluciones extrajudiciales en caso de conflictos.
En definitiva, el Protocolo Familiar permitirá un mayor compromiso de los miembros de la familia y una alineación entre los intereses de la sociedad y los de los socios firmantes del protocolo familiar, reforzando la eficacia jurídica de este último, así como la aplicación, ante el incumplimiento del mismo, no sólo de remedios contractuales, sino también de remedios societarios más acordes al ámbito de las empresas familiares, como es la exclusión de los socios incumplidores.
El objetivo es garantizar en todo momento la subsistencia y competitividad de la empresa en el mercado.