Víctor Tatay (Adecco) incidió en que “si el futuro del mercado laboral lo marca la religión, el sexo o la diversidad vamos hacia una involución. Con lo que, desde nuestro sector, debemos convertirnos en agentes del cambio consiguiendo un acceso al mercado laboral más amplio, abierto y globalizado donde lo que midamos sean solo competencias, una cuestión que supone un gran cambio cultural”, afirmó.
Por su parte, García Llop (Equipo Humano) abogó por la transparencia en las organizaciones, “no solo a la hora de contratar para que no haya discriminaciones sino para que se atienda al talento en la gestión de las personas. En concreto, las empresas deberemos explicar lo que hacemos no solo dentro de la empresa sino también en la sociedad”.
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Por contra, Daniel Lorenzo (Randstad) cree que “va a llegar un momento de escasez de talento debido al envejecimiento de la población española. Esta situación va a provocar un cambio en las relaciones profesionales ya que, por primera vez en la historia, habrá cuatro generaciones trabajando a la vez lo que generará una guerra por el talento entre las empresas para atraer a los mejores. Del igual modo, el empleado debe centrarse en su empleabilidad y el legislador debe conseguir que sea fácil pasar de un trabajo a otro sin que el trabajador pase mucho tiempo desempleado”, matizó.
García Llop incidió en un aspecto más como es el cambio de mentalidad por parte del empresario. “Siempre estamos poniendo el foco en el empleado pero, a día de hoy, sigue siendo el empleador el que define la estrategia, la cultura, la misión, la visión, los valores y si este no es capaz de compartir con los demás su visión, su estilo de liderazgo… y sigue queriendo ser el ‘amo’, no se va a producir ninguna evolución”.