Sara de la Rica: "Los parados de larga duración carecen de empleabilidad"
«Nuestros parados de larga duración no tienen empleabilidad en el mercado laboral«. Así de contundente se ha manifestado Sara de la Rica, catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco y directora de la cátedra Fedea durante el seminario organizado por la Fundación BBVA-Ivie en colaboración con la Universitat de València titulado «¿Qué cambios económicos necesita España? (IV) Un mercado de trabajo generador de empleo estable».
Sara de la Rica ha centrado su intervención el fenómeno de la polarización, qué consecuencias tiene y qué hacemos con el paro de largo duración,»un drama al que no sé muy bien cómo podemos hacerle frente«, ha subrayado.
En cuanto al fenómeno de la polarización, en su opinión, «hay un aumento relativo de todos aquellos empleos que sean complementarios a la digitalización. Es decir, aquello que las máquinas no pueden hacer y están en declive los de muy baja cualificación y que hacen las máquinas. De todas formas, también están creciendo aquellos empleos que tampoco precisan una gran cualificación como aquellos que están relacionados con la tercera edad, peluquería, etc. y que las máquinas no pueden hacer».
La experta en Economía ha destacado también que «la crisis ha acelerado en España el proceso de polarización». De hecho, ha definido también a los colectivos que se están viendo afectados por este fenómeno como son a los mayores de 45 años «que están empleados en tareas rutinarias»; a lo menores de 30 años que están menos cualificados y que han ido moviéndose tareas más cognitivas»; y las mujeres que no se han visto afectadas.
Sara de la Rica ha reseñado que la polarización del empleo «genera desigualdad de rentas, un aspecto muy preocupante«. En concreto, ha matizado «los empleos emergentes tendrán buenas condiciones económicas y los trabajos poco cualificados tendrán una alta flexibilidad laboral«.
En cuanto a los parados de larga duración, de la Rica ha desgranado una serie de causas estructurales que lo generan como son: el desajuste de habilidades entre los trabajadores y las empresas; jóvenes sin la formación suficiente; y un sistema educativo no adaptado y que debería dirigir a los jóvenes hacia esos empleos que están emergiendo.
A su juicio, hay que remodelar las políticas activas de empleo que deben ser individualizadas. «En España no se diagnostica bien a los parados y es importante analizarlos para buscar una solución para cada uno de ellos«. En concreto, hay que fortalecer las políticas activas de empleo mejorando el sistema de orientación del empleo; debe darse una mayor intermediación laboral para emparejar empresas con trabajadores; debe formarse a los parados al margen de la formación dual; los fondos que se destinan a estas cuestiones debería ligarse su adjudicación a la consecución de objetivos; y por último «las políticas activas tienen que estar contralodas, supervisadas y tienen que estar evaluadas«, ha insistido.
De la Rica también ha reinvindicado la importancia de la FP para los jóvenes. «Esta debe jugar un papel fundamental y tiene que estar cerca de las empresas«.
Por su parte, , profesor titular de la Universidad de Alcalá ha centrado su intervención en tres ideas principales: la cantidad y la calidad dependen del funcionamiento general de la economía y del mercado de trabajo; no es necesario elegir entre cantidad y calidad del empleo; y para promover el crecimiento del empleo hay que pensar en una serie de medidas para reconducir el mercado de trabajo.
Además, ha enumerado una serie de medidas que se pueden aplicar para aumentar la calidad y la cantidad del empleo como son mejorar la calidad de los ingresos y la formación.
En cuanto al salario mínimo, en su opinión este debería ser diferente en función de la edad, sector o comunidad autónoma.
Sobre las prestaciones por desempleo, García Serrano ha especificado que «España no tiene un sistema muy generoso y deberían vincularse las prestaciones con las políticas activas de empleo«. También ha incidido en que para aquellos que tienen trabajos de baja calidad «debería existir un subsidio que completase ese salario bajo«.
El profesor de la Universidad de Alcalá ha coincidido con Sara de la Rica en que las políticas activas de empleo «deberían ser individualizadas«.
Otro aspecto muy importante que ha puesto sobre la mesa Carlos García Serrano es qué es lo que producimos y cómo lo producimos. A su juicio, el sector industrial en España ha ido perdiendo peso y han ido ganando otros como educación o sanidad. En cuanto a cómo los producimos, García Serrano ha argumentado que habría que aumentar la competencia entre empresas, incentivar el crecimiento de las pymes, potenciar la entrada de empresas y reducir el control de precios.
Ángel Estrada, del Banco de España ha comenzado explicando los problemas del mercado de trabajo español antes de las reformas que se han llevado a cabo con motivo de la crisis, según el economista Florence Jaumotte. A su juicio, existía una tasa elevada de paro que nunca fue inferior al 7%; la dualidad del empleo; la alta tasa de temporalidad que implicaba un muy baja productividad; la rigidez salarial que no se correspondía con el ciclo económico; la elevada homogeneidad de los incrementos salariales; la inadecuada formación de los trabajadores; protección del puesto de trabajo en vez de al trabajador; y políticas activas de empleo costosas pero poco eficaces.
Tras las reforma, ha incidido Estradas, España ha conseguido situarse en la media de los países de la OCDE. De hecho, ha matizado, «la productividad se ha acelerado tras la gran recesión y las empresas con mayor temporalidad han elevado su productividad. En cuanto a la negociación colectiva, España ha evolucionado hacia los países donde esta depende de la empresa«.
También, ha matizado se ha producido una «sensibilización de los salarios a la situación económica y lo mismo ocurre con los precios«.
Estrada ha hecho hincapié en la situación de las empresas y de los empresarios. «A pesar de que el coste de la creación de empresas se ha reducido, este sigue estando por encima de la media y puede dar lugar a que se pierda alguna oportunidad de negocio«.
Asimismo, ha recalcado «las empresas que crecen son las que mayor empleo crean de carácter estable y pagan salarios más altos«. A pesar de todo, ha insistido en que en España existen muchas trabas al crecimiento de las empresas tanto en materia laboral, como fiscal y financiera. De hecho, ha concretado «hay empresas que no quieren contratar porque no quieren aumentar sus costes». Igualmente, ha aclarado «las restricciones financieras pueden haber provocado el aumento del desempleo ya que las empresas para aumentar sus márgenes empresariales hayan despedido a trabajadores«.
En este sentido, Ángel Estrada ha insistido en que «las empresas grandes tienen unos umbrales de productividad más altos, gastan más en la formación de sus trabajadores, tienen convenios más favorables y pagan salarios más altos, exportan más y acceden a los mercados internacionales«.